José María Aznar ha pedido que se condene a prisión a Artur Mas si éste convoca un referéndum sobre la independencia de Cataluña. El ex presidente del gobierno español, férreo defensor de la indivisibilidad de la patria y apologeta de nuevo cuño de los valores constitucionales, se declara partidario del uso, si para ello fuere necesario, de cuantos medios legales y materiales disponga el Estado. No es difícil adivinar que estos últimos son la suspensión de la Autonomía catalana y el recurso al Ejército, garante del orden constitucional. Huelga decir que el ultraderechista Aznar se encuentra en su salsa cuando amenaza, no en vano fue un detractor implacable de la Constitución española de 1978, en contra de cuya aprobación se manifestó, y años después, siendo presidente de gobierno, subvencionó a la Fundación Nacional Francisco Franco. Más aún, el carpetano Aznar es uno de los cuatro integrantes de la llamada Cumbre de las Azores, celebrada el 15 de marzo de 2003. En dicha ocasión, George W. Bush y Tony Blair se dejaron acompañar por el aspirante a hombre histórico José María Aznar en la fotografia que testimoniaba el enfado de “Occidente” con el déspota Saddam Hussein, a quien acusaban de tener armas de destrucción masiva. Durão Barroso, el por entonces primer ministro portugués, ejerció de anfitrión en las islas lusas. Años después, el ahora presidente de la Comisión Europea declaró que se consideraba engañado porque nunca aparecieron tales armas. En fin, todo el mundo lo reconoció. Bueno..., todos, gracias Sabina, todos menos Aznar.
Hoy se cumplen 38 años de la muerte del dictador Franco. Jose María Aznar, cuyo perfil asnal parece volver a estar en boga, presenta nuevamente sus credencials de Guía Espiritual. A buen seguro, porque ahora “sí toca”, el próximo sábado, día 23, acudirá a la celebración de la “Santa Misa por el alma de Francisco Franco Bahamonde, José Antonio Primo de Rivera y todos los Caídos por Dios y por España”. ¡Olvídense en paz!
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