divendres, 27 de juny del 2014

HOMBRES DE ESTADO

El suyo no es de buena esperanza.

LOS JUSTOS DE RECÁMARA PAGADA

Soporta la injusticia quien puede convivir con ella. Algunos injustos hieden a santidad putrefacta.

ADULACIÓN

El halago gratuito se paga toda la vida.

CONTUNDENCIA MONÁRQUICA Y CONTUMACIA REPUBLICANA (y IV)

No son Capuleti versus Montecchi, ni son españoles contra españoles: son opresores frente a oprimidos.

CONTUNDENCIA MONÁRQUICA Y CONTUMACIA REPUBLICANA (III) Y CANCIÓN INFANTIL SIN (O CON, SEGÚN SE VEA) FINAL FELIZ

Véanse y después léanse en blanco y negro las imágenes de la policía “disolviendo” en Madrid a los manifestantes republicanos y especialmente la del contundente funcionario armado asiendo por el cuello de forma humillante al profesor universitario Jorge Verstrynge… Sojuzgar, sojuzgar… “que el demonio va a pasar”.

CONTUNDENCIA MONÁRQUICA Y CONTUMACIA REPUBLICANA (II)

Parafraseando la famosísima frase de L. Tolstói, todas las policías se parecen en el uso de la violencia, pero las de los países falsamente libres son constitucionalmente severas.

CONTUNDENCIA MONÁRQUICA Y CONTUMACIA REPUBLICANA

¡Con qué profesionalidad y saña reglamentaria maltrata legalmente el suficiente policía al osado profesor universitario portador de la tricolor! Venga a nosotros su reino y hágase su voluntad… ¿O no?

DE SURESNES A MADRID EN 40 AÑOS

Felipe González, el “Isidoro” de 1974 en la francesa Suresnes, acaba de declarar tras la proclamación de Felipe VI, y ya como “jarrón chino” con todas las de la ley, que hoy, especialmente hoy, quiere enviar toda su solidaridad a “la roja” (léase “roha”, aspirando la hache). González, político cuyos aciertos en la gobernanza de España probablemente superen a sus muy señalados errores, ha sufrido un paulatino proceso de decoloración ideológica y moral durante los últimos cuarenta años. Tras abjurar del marxismo y abrazar el capitalismo (“prefiero morir apuñalado en el metro de Nueva York que vivir en una dacha o de aburrimiento en las seguras calles de Moscú”, llegó a afirmar); tras renegar de cuanto le recordase a clase obrera, revoluciones, sociales o conyugales; tras esconderse en el “señor X” y no dudar en echar a los pies de los caballos, o a los suelos carcelarios, a quienes practicaron la guerra sucia en su nombre; tras convertirse, como tantos otros al juancarlismo paquidérmico y rezar laicamente; tras aceptar aburrirse –ahora sí- en algún consejo de administración a cambio de ciento veinte mil euros, el bueno de Felipe González rescata de su vocabulario trasnochado la palabra solidaridad para referirse al fracaso de unos millonarios futbolistas que no han sabido hacer bien su trabajo. ¿Y si le pide apoyo a san Isidoro con las etimologías? “Pongamos que hablo de Madrid”, dice la archiconocida canción de Sabina, de Madrid, de Madrid… Infausto día el de hoy en Madrid. Vaya mi solidaridad -mi adhesión, sí- con el sufrimiento de tantos madrileños ignorados por el teatro real.

EN LA CAPITAL DE LA GLORIA

Las autoridades han prohibido en Madrid la exhibición de banderas republicanas hasta tanto no concluyan los actos de proclamación del nuevo rey. El ejercicio de la libertad, ya se sabe, debe ser tutelado para que los incautos ciudadanos no sufran daño alguno. La música militar, naturalmente marcial y falsamente festiva, ha impedido a los escasos oídos rememoradores valorar como se merece el impacto de las bombas y el hambre y las calamidades padecidas por la población resistente en “la capital de la gloria” durante el asedio de las tropas insurgentes del general Franco. En su primer acto oficial como monarca, Felipe VI, Borbón protagonista del "hecho sucesorio" cuya legitimidad monárquica hay que buscar en el levantamiento del 18 de julio de 1936, ha tomado de manos de su padre el mando de las Fuerzas Armadas. El espurio soberano, obviando al auténtico soberano de una sociedad libre, el pueblo, ha acudido a los espadones para, en un ejercicio de innegable coherencia realista, mostrar a los librepensadores el interior castrense de su pensamiento. Después, en los etcéteras, los comentaristas paniaguados con título de abuelos han disertado acerca de la ternura de las niñas agraciadas con los premios del principado y el infantado y de las beneméritas escenas matritenses del desnortado público que, acodado en las vallas dispuestas en las calles del Madrid realmente televisivo, se integraba sin querer ni saber en el más caro costumbrismo y pintoresquismo que desearse pudiera. Todo bien en Madrid, la prohibición ha sido correcta, la salud democrática no corre peligro, la legalidad ha cogido el toro por los cuernos. Y, al final, el toro ha muerto… La ovación en el arrastre está asegurada.

NUEVA CARTILLA DE RACIONAMIENTO: DEMOCRACIA Y LIBERTAD EN PORCIONES

De la generosidad no se aprende, se abusa.

ELOGIO DE LA BASURA O BAMBI Y EL ENGREÍDO

Dicen que Adolf Hitler lloraba escuchando "El anillo del nibelungo" o ante la contemplación de obras de arte de diferentes disciplinas. Los sentimientos, rebeldes e inconstantes, sólo obedecen al flujo imparable de las pasiones, y, por ende, de las irracionales llamadas que surgen de las sentinas de la Razón. Mas ellos nunca echan mano de cara oculta alguna. Creen algunos hombres que son, así, SON, y ello debe ir en menoscabo de otros que, en su opinión, no son, NADA son. E intentan apoderarse, no del arte -que bien poca cosa es-, sino de los sentimientos, como si hubiera alguna escuela donde estos se cultivasen. Gran verdad es esa que dice que una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad. Así sucede con el mismo arte, muchos de cuyos plañideros adoradores queman las imágenes del genocida Hitler mientras, livianamente, aplastan a los molestos insectos que se han hecho inmunes al insecticida canónico. ¡Uf, qué ricamente apesta la basura! De la nueva cocina, mejor no hablar, pues la ropa de Bambi está tendida.

POESÍA Y EDUCACIÓN

1.- El poeta que asesinó a su modelo y el poeta que para modelo no servía brindaron poéticamente cabe el túmulo de su malograda fantasía.

2.- Olvida el sensible poeta acordar las sutilezas del insensible villano, convecino pese a todo.

EL AMIGO DE LA RECÁMARA O EN LA RECÁMARA

El amigo que balancea la amistad, a las primeras dificultades huye en las naves del honor inventado. El amigo que te despierta de un mal sueño, y que más parece el mendigo cuya presencia te molesta tanto como la de tu madre, permanece a tu lado sin que tú lo sepas. El amigo ejerce de amigo, no de amigote.