divendres, 28 de juny del 2013

EL OTRO

Ettore Schmitz se ignoró para ser encontrado por otros; esto es, libertó a quien encontraba demasiado consuelo en la angustia con la esperanza de que otro, I. S., por ejemplo, no padeciese los rigores de la indiferencia ajena. Sin embargo, I. S., a su vez, liberó a un hombre, Zeno Cosino, cuya conciencia acabó cerrando el círculo. Sin noticias de Ettore, el otro, I. S. adquirió unas ínfulas que lo llevaron a angustiar a sus personajes. "¿Me crees una avispa para dirigirte a mí?", dice uno de ellos.

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