En tiempos de chamarileros y filisteos, recuerdo la sentencia de Blas de Otero: "Aquí/no se salva ni dios. Lo asesinaron", tan lejana y tan próxima. Y huyendo del mundo, o hacia él yendo, me doy de bruces en medio de este maravilloso poema del no menos maravilloso poeta portugués Nuno Júdice. Leo una magnífica traducción de Juan Carlos Reche para la editorial Pre-Textos:
FILOSOFÍA
Construyo el pensamiento a pedazos: cada
idea que pongo sobre la mesa es una parte de
lo que pienso; y al ver cada fragmento
volverse un todo, vuelvo a quebrarlo, para evitar
conclusiones.
idea que pongo sobre la mesa es una parte de
lo que pienso; y al ver cada fragmento
volverse un todo, vuelvo a quebrarlo, para evitar
conclusiones.
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