dissabte, 21 de desembre del 2013

EL CALOR Y EL COLOR DE ALFONSO

Alfonso Guerra, el "descamisado", llevaba camisa; por lo tanto, era un descamisado únicamente por mor del mal uso del lenguaje. Cuando hacía calor se remangaba las mangas, gesto campechano que lo transformaba en un hombre del pueblo. El color de la prenda de vestir, su particular hábito, solía ser el azul, muy apropiado. Hoy se sigue vistiendo con camisa, pero ya no es un descamisado, porque el lenguaje rinde ahora otras pleitesías. Sin embargo, ha retomado la senda de la campechanía alineándose con los bravucones que añoran las paradas militares, las libertades liquidadas y los yugos y las flechas en su sitio.

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