dimarts, 30 de maig del 2017

¡VIVA LA HONDURA!

A una gran parte de los españoles parece no hacerles falta la democracia (ay, la cabra siempre tira al monte), así como tampoco necesitan más que un carril para conducir por las autopistas, el central: los otros dos y el libre albedrío son accesorios, perfectamente soslayables -la vorágine y el vértigo de la vida, ya se sabe. A muchos españoles parece bastarles con salir a la calle a refrescar manzanillas insípidas y decir amén sin pisar una iglesia..., porque así lo ha querido ese dios de carterilla de Ubrique. Afanar y afanarse en afanarse los unos a los otros: hete aquí la regla única de su catecismo.

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