dilluns, 31 de desembre del 2018

ESTÉTICA, NEMINE DISCREPANTE

Es la estética el leitmotiv de la vida humana. Incluso el sexo, como pulsión imprescindible para la perpetuación de la especie, está sujeto a las leyes del percibir como un hedonismo deformador de la realidad, pero informador de los sueños que de forma inexorable se acaban haciendo realidad. Amar, morir, nunca abjurar de lo vivido ni desistir ante la dificultad que la atracción de lo por vivir ejerce sobre los hombres siempre que su forma se sustancie de acuerdo con el patrón de belleza que en cada mente lleve el gobernalle. El descubrimiento de la relatividad de las cosas no hace sino certificar la posibilidad de los imposibles, los acuerdos de los contrarios, la inevitabilidad de las contradicciones, su sencillez extrema e incluso necesaria, la armonía que avala e impulsa la apuesta por la fragilidad de la vida.

diumenge, 30 de desembre del 2018

FINAL O PRINCIPI?

Davant del final, hi haurà principi? Però si és principi, hi haurà final? Davant per davant del principi o del final, hi haurà alguna cosa que ens acontenti?

¿NO LAS BUENAS INTENCIONES?

"...hoy tengo los días de costado/ sumando paciencia a mis heridas."
(Versos de un poema desleído en 'El grito', de Rafael Soler, formalmente una novela, pero un poema en su sustancia y en el fluido en que lo encontramos al leer.)

dissabte, 29 de desembre del 2018

DE LA IRREGULARIDAD CONGÉNITA

Hace miles de años que unas irregularidades vienen instalándose entre nosotros sin acabar de fijar nunca su forma ni declarar sus aspiraciones. Es más, esas mismas indefiniciones son la característica que expresa la imposibilidad de la quietud o el escozor de la finitud humana, que no calma la conciencia de la presumible infinitud si ésta se ha de sostener entre todos los que por el mundo pasan. Hace miles de años que hablamos unas lenguas que nadie ha podido aherrojar ni mucho menos abolir, aunque en tantas ocasiones sus hablantes hayan desaparecido por mor de la magnífica obra genocida de la humanidad. No vivo la irregularidad, la reconozco y procuro sumarme a ella.

EL SIGNO DE LA IGUALDAD

La escolaridad que sufrí en mi infancia y en mi adolescencia adolecía de todas las imperfecciones imaginables. Además de carecer de medios materiales con que enriquecer las enseñanzas recibidas, por escasas que estas fueran, llevaba consigo la pesada carga moral de una sociedad sometida a un régimen dictatorial. De aquellos polvos, claro, estos lodos que hoy ralentizan, y aun paralizan, el desarrollo equitativo de cuantos vivimos bajo el mismo cielo. Incluso cabría aseverar que cuando no se produce la parálisis social, lo que se verifica es una regresión en firme, una suerte de anhelo por reverdecer los muy tristes viejos "laureles" del franquismo, con toda su carga de machismo y libidinoso catolicismo. Sin duda, una de las claves de tal situación hemos de buscarla en los lenguajes mutilados, contrahechos, que nos enseñaron en los primeros años. Cuando ahora la logofobia con ribetes xenófobos -con la excepción de la ciega obediencia al inglés, y recientemente el alemán, impuestos por los mandones de la pasta- reduce hasta el aislamiento en la mudez o en la especialización del lenguaje no verbal a nuestros semejantes, pocos de entre nosotros piensan en la importancia de un signo matemático, el de la igualdad, que solía ser presentado como la solución a un problema particular en vez de como la expresión del deseo de consecución de una tal realidad general anterior a cualquier cuestión. Alcanzar la igualdad nunca ha sido una aspiración española; seguramente por ello los matemáticos vienen de fuera, como las ideas nuevas y hasta los sueños. Aquí se entiende de otra clase de lenguas, como las de vaca, empanadas y bien frititas. No es de extrañar que el de Monipodio siga siendo el único patio en que se recrean los niños que luego van a dar en la mar de los parlamentos españoles, que son el... ¿cómo dijo el poeta Manrique: morir, quizá?

VALE TODO, COSTE CERO: PAGA EL PRIMO QUE LO VALE

Zumbidos por el norte; zumbados por el sur (¿o era al revés?). Camuflados por el este; destetados por el oeste o empijamados (¿o es en pijo amados si lo permite el vigor?).

divendres, 28 de desembre del 2018

IMPERTINENCIAS (IV)

¿La claridad se abandona o te abandona?

IMPERTINENCIAS (III)

Si la claridad solo es luz, ¿a qué luz invocan los oscuros cuando abandonan la claridad?

IMPERTINENCIAS (II)

Si en los extremos del túnel hay luz, ¿de qué claridad ha partido la oscuridad del túnel?

IMPERTINENCIAS

¿Un túnel sin luz en sus extremos es un túnel?

TEMPUS FUGIT

En algunos casos y situaciones, mejor no perseguirlo, sino tender un consistente puente de plata.

AMANECER ENTRE LADRIDOS

Amanece: lo ladran los perros. Sin embargo, Indalecio María calla: ha perdido la noción de los días. El balcón se abre a la calle, a las gentes de siempre, a las cuitas ya ladradas en el pasado.

YO NO

"Tú no", me dice una niña cada vez que cierro los ojos. Lo dice muy seria, como si quisiera borrarme de su vida y de mi mente.

LAS MEDIDAS

Abro "El túnel", donde Ernesto Sábato muestra caminos que quienes no sabemos apenas nada no podremos transitar. En las páginas de cortesía, leo poemas que hace muchos años dediqué a quien obsequié con esta maravillosa novela. Bajo la dedicatoria ("A la amistad de Rogelio Frigerio que ha resistido todas las asperezas y vicisitudes de las ideas"), un intento de alcanzar lo que seguramente jamás conoceré:
"No había espacio posible, sino miedo./ El hombre no pudo pensar el mar,/ sólo soñarlo. Y cuanto más soñaba/ más reciamente relinchaba su corcel/ en las estribaciones del pubis.// ¡Deprisa, deprisa!, el mar se acerca./ Sobre esta arena, varada está la muerte./ ¡Acelera, acelera! Comunión te pido,/ ¡acelera!, que ya se humedece la arena."

dimarts, 18 de desembre del 2018

LOS PADRES DEL RECUERDO

"Mi padre fue un artista del silencio", afirma Manuel Vilas en "Ordesa". El mío fue un hombre con palabras y sonrisas afirmando los abrazos.

dilluns, 17 de desembre del 2018

LA SUERTE DE IGNACIO MARÍA

Ignacio Mª se ha revelado un ser político, cosa un punto más que insólita, inaudita. No obstante, superadas la sorpresa y consiguiente perplejidad iniciales, los vecinos más próximos dejamos de sentir como animales y comenzamos a pensar que no había más que relacionar actos e imágenes aparentemente inconexas entre sí. Empero, orillando los prejuicios que nos atenazan a los metafísicos y que nos llevan a la muerte con los sentidos tan desaprovechados que diríase vírgenes si no fuera por la mácula de su concepción. ¿Por qué Ignacio Mª había decidido de motu proprio ladrar después de preguntar?, nos interrogamos en el trance de la cogitación sobre el lejano suelo. Y seguimos: suponiendo que así fuera, y que el perro hubiera tomado las riendas intelectuales de su sedentaria vida de guardián de la desierta casa, ¿qué pasará cuando sus fantasmales amos se asomen al balcón y castiguen al condicionado ladrador antes de ser consultados? ¿Cómo habrá de resolverse tal disparidad, esta falta de correspondencia, de mutualidad en la consideración de los unos hacia el otro? ¿Habrá que volver al orden de la nueva piedra para deducir un más certero ajuste de connivencias entre fieros e insanos?

divendres, 14 de desembre del 2018

DUDA ANTROPÓF(R)AGA

¿Serán equinos esos que exigen la ingesta de carne humana a diario desde el escaño? ¿O serán admiradores de aquel tracio Diomedes I que preparaba el menú de sus yeguas con trozos de lo que parecían ser restos humanos y no comida para nadie, ni en insano juicio?

dijous, 13 de desembre del 2018

EL INSUFICIENTE TODO O LA TRAMPA DEL ORIGEN

Aspira el desigual, el discontinuo, el efímero, aspira, aspira. Aspira a igualarse e igualar, a continuarse y a continuar, a eternizarse y a eternizar. En vano aspira. Sin embargo, tampoco oculta queda su ansia por la extensión de la totalidad, por la duración de la eternidad, por la irrealizable universalidad. Es condición necesaria del todo la parte. ¿Y viceversa?

AURORAL POR DEVOCIÓN

Pasa la pulsión a su primer impulso, se sueña. Vase entrando en materia antes de darse ni por mientes. Es declinarse en el trance lo que quiere, si regresar al principio es tarde o siente que pende del hilo de la germinal suerte que acontece como una filigrana cada mañana.

dimarts, 11 de desembre del 2018

LOS VIAJES

Los amigos intercambiaron los regalos que habían traído desde tan lejos. El que había vuelto de las antípodas le dejó unas piedras como recuerdo y las fotografías que le había tomado el inseparable guía. El que no había salido de su encierro doméstico le ayudó al otro a entender el significado de lo fotografiado. Ambos porfiaron acerca de qué era mejor pero no lograron ponerse de acuerdo salvo en una cosa: la próxima vez se intercambiarían los papeles.

LA POETA QUE COVAVA L'OU A LA AIXELLA

"L'esclat germinal de la mort". Quan la Maria-Mercè Marçal, trasbalsada per la notícia del càncer que duia com un fill deleteri, va deixar que la poeta sortís en defensa de la vida, a contracor potser, però sense negar-li'n els mots, estava donant-nos llum als qui portem a sobre la càrrega de la tristor com una fosquedat que, per bé que no ho volem veure, és possible esvair amb amor i seny insuperables.

VÍAS Y CAMINOS

La del tren es la más dura, pues son de hierro las guías, según los franceses.

CLARIVIDENCIAS

Los no invocados y los expatriados de la memoria son quienes nos sustentan y marcan la dirección a los pasos. Los omnipresentes en el pensamiento antorchas fatuas son que nos alumbran el camino hacia la confusión.

PRESSES

Com cantava l'Ovidi Montllor, "un moment, no ens precipitem, primer pensem..."

NI ANTERIOR NI POSTERIOR AL TACTO

Comunicar la vida, final que es principio; incógnita que es respuesta; erial paradisíaco; ser con o no ser sin.

LA PROPIEDAD DEL DOLOR

Cada dolor es el dolor; cada dolor es el único dolor. Nunca ha habido un dolor como el dolor propio, porque jamás se ha sentido como tal. Cada doliente es el único morador de su dolor, y el único resistente.

dimecres, 5 de desembre del 2018

LA INMINENTE LLUVIA ESCARLATA

En las próximas erecciones quiero que lo mío sea... populi y a gritos, nada de voces tartamudas.

LA SOMBRA EN QUE SE TUMBA INDALECIO MARÍA

Salgo al balcón para cruzar miradas con el veleidoso Indalecio María, que late cuando menos te lo esperas. Él no se fija en mí, pero yo insisto en mantener la mirada en su figura sin sombra o asombrada somnolencia de cautivo. Nada se mueve en el aire que nos separa. De pronto, abro la boca y, ensayando un estilo recitativo, le suelto lo que sigue: "Háblame y sé./ Tu desamparo se arroya/ en las malolientes aguas de la soberbia./ No cabes en ti cuando callas: te desbordas". No sé si le he ofendido, pero acaba de darme la cola, de, por así decirlo, fijarla en mí, como quien apunta con el dedo acusador o, peor, con el de la escatológica referencia.

INDALECIO MARÍA ES MI YO, PERO YO NO SOY INDALECIO MARÍA

Me han dicho, Indalecio María, que tú no estás alegre ni triste; que ni esperas ni desesperas, que tus ladridos son la expresión de tu naturaleza inferior. He mirado al etólogo someramente, como por descuido. No quería reconocerme en él, la verdad. Cuando tus dueños salen de casa, lates con lo que juzgo una mezcla de rabia y dolor por el abandono. Pero el especialista dice que tú no tienes sentimientos, que estos los ponemos nosotros. Entonces pienso que, en realidad, Indalecio María, tú estás más cerca de mí que yo mismo; eres más yo que quien te habla, que tampoco puede ser tú. Vuelvo a mirar al etólogo, pero dispuesto a no creer nada de lo que me diga, pues él no será él, sino la proyección de otro como tú, querido perro del vecino. Estamos solos e incomunicables, porque no sé de qué modo podré hacerte llegar estas reflexiones de vecino humano de enfrente. Fíjate, además, cuán lejanos mojones: vecino -ese ser cuyo movimiento forma parte de tu paisaje limitado-, humano -una entidad que no quita ni pone al ser que se mueve en tu campo visual- y enfrente -el confín de tus ladridos, propulsores de mis latidos y del ritmo de mi soledad.

SILENCIOS

Hay como poco dos clases de silencio: el que se dice y el que en vano se aspira a alcanzar. El primero es el sonido de la soledad interior, la pesadez de la nada. El segundo es un emisario sin fortuna que sale al exterior en busca de extraños con la esperanza de no encontrar a nadie semejante, sino ser el ejemplo de cuantos le salgan al paso. Los silencios se compadecen mutuamente, se gritan, laten el uno al lado del otro a imitación de los perros, cuya soledad sí les habla de un silencio posible en el confín de cada cual. ¿Quién arriesgará la vida, o sea, quién se diluirá en la mancha de lo que fue una identidad y aceptará quedar sobre las arenas de la rambla que del hontanar de la falsía del origen las palabras han venido a formar en medio de la ansiedad por conocer? Son los silencios medidas incomunicables de las ilusiones.