divendres, 28 de desembre del 2018

LAS MEDIDAS

Abro "El túnel", donde Ernesto Sábato muestra caminos que quienes no sabemos apenas nada no podremos transitar. En las páginas de cortesía, leo poemas que hace muchos años dediqué a quien obsequié con esta maravillosa novela. Bajo la dedicatoria ("A la amistad de Rogelio Frigerio que ha resistido todas las asperezas y vicisitudes de las ideas"), un intento de alcanzar lo que seguramente jamás conoceré:
"No había espacio posible, sino miedo./ El hombre no pudo pensar el mar,/ sólo soñarlo. Y cuanto más soñaba/ más reciamente relinchaba su corcel/ en las estribaciones del pubis.// ¡Deprisa, deprisa!, el mar se acerca./ Sobre esta arena, varada está la muerte./ ¡Acelera, acelera! Comunión te pido,/ ¡acelera!, que ya se humedece la arena."

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