EL HOMBRECILLO
¿Qué tendrá -o no tendrá- ese hombre minúsculo y errático del que nos despegamos por el arte o la traición de la palabra también minúscula como si nuestra sustancia de otro ser -o no ser, y sin dilema- fuera? ¿En el reparto de los dones mayestáticos solo nosotros acreditamos méritos para recibirlos? ¿Al hablar, la superioridad creamos? ¿La diferencia? ¿Con quién? ¿Por qué? ¿Camino de la soledad?
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