divendres, 30 de novembre del 2018
EMPEZAR (IV)
Haber empezado, como por arte de magia o encantamiento del sueño que aún no ha terninado.
EMPEZAR
Saludo audible, pero ininteligible; mirarse sin reconocerse, pero confiar en el descarte; saber que es el otro el que debe romper el hielo, calentar motores, poner toda la carne en el asador; echar un vistazo al cielo, pero saber que no es el adecuado para empezar el día. Empezar el día, pero con el resumen en el bolsillo, por si vivir no es suficiente acicate.
FORMACIÓN SEMENTIMENTAL
Educación intrauterina que se transmite con aparente placer y melindre, pero cuyo efecto principal es nocivo como el cólera, pues seca a quien la recibe, lo desertiza y sitúa al otro lado de la sed de vida. Es propia de sociedades genocidas como ésta en que, en vez de nadar, "nadeamos" premonitoriamente. La formación sementimental no legará obras literarias de consideración ni portentosos genitores de creaciones artísticas ni hombres sanos, y menos superhombres. La educación sementimental inficiona los días con la cerrazón debida a la vesania que domina la entrepierna. Un ay -¡ay!-, un ay es el trofeo que precede a la tragedia.
dijous, 29 de novembre del 2018
dimecres, 28 de novembre del 2018
LA POESÍA TAMBIÉN ES UN PRELUDIO Y NO
Hace unos días empecé a conocer la obra del poeta y prosista Rafael Soler. Fue a partir del acto de presentación de su novela "El último gin tonic" (Contrabando). Dos doras después, ya confeccionaba un listado de sus títulos a fin de seguir su trayectoria. De momento, transcribo un poema de "Maneras de volver" (Ediciones Vitruvio).
"Testaruda y sabia/ mi pluma inicia cada noche/ una huelga de tinta perdurable/ se desviste sin apagar la luz ni preguntar por los vecinos/ y me abandona como si fuera un lunes// el folio en blanco/ la música en voz baja/ y tú brotando perezosa de mi almohada."
("Preludio y no".)
dimarts, 27 de novembre del 2018
QUAN NO HI PLOU, HI DEGOTA
Diu el diccionari de l'Enciclopèdia Catalana que un borrell és "un forat de la bóta per on hom aboca el vi". Vet aquí la raó de la manca de seny d'algun ministre desorbitat.
QUIEN BIEN ESCRIBE TE HARÁ LEER
"Qué pronto agota el dolor su campo semántico, cómo lo banalizan los intentos por transcribirlo, qué límite el lenguaje cuando sufrimos."
(Fragmento de "Feliz final", novela del sevillano Isaac Rosa.)
QUAN NO HI PLOU, HI DEGOTA
Diu el diccionari de l'Enciclopèdia Catalana que un borrell és "un forat de la bóta per on hom aboca el vi". Vet aquí la raó de la manca de seny d'algun ministre desorbitat.
divendres, 23 de novembre del 2018
SEPARADOS PARA SIEMPRE
El tiempo nos ayuda a dejarnos los unos a los otros, a no sentir el abandono como una traición. Ni siquiera hemos de decirnos adiós, la despedida no existe. Hoy nos cuesta menos que ayer no saber del otro. Incluso creemos (queremos creer) que es un acto de generosidad el de la dejación. A continuación, el orden de prelación, el ajuste de las jerarquías, viene a socorrernos si nos asalta la duda acerca de la eticidad subyacente. Y el lenguaje, claro: es la vida, son los mundos, la ponderación es inconveniente... No somos animales de costumbres, según aconseja afirmar la atracción del desarraigo; lo que somos es una miríada de fragmentos refractarios a la ayuda mutua, a la cooperación, al acompañamiento, a la simpatía. Somos fugitivos antes de la fuga, amadores de la indiferencia, sepultureros apostados al otro lado del útero cuyo confín no nos atrevemos a alcanzar. Somos exactamente lo que no queríamos ser, lo que explica que no seamos quienes actuamos con tal desapego. Separados para siempre avanzamos solos, asolados, a punto de nombrar lo innombrable, pero sin conseguirlo. Separados para siempre de nosotros mismos, huérfanos de identidad, desollando el silencio uterino, dando curso a la sangre en que se fraguó la vida.
DESPAREJADOS
Leo en un anuncio encontrado en mis sueños la siguiente información: "Busco una persona -no importa el sexo- con móvil para contactos regulares, especialmente los fines de semana". A punto de despertarme, pero sin hacerlo, afortunadamente, se me aparece el texto de lo que podría considerarse fruto del mismo proceso de ideación que el anterior. El tenor es el que sigue: "Encontrado señor mayor sin celular. No habla ni da más señales de vida que las del respirar casi letárgico y la fijación de la mirada en un contenedor de basura. Ideal para 'singles' que requieran de ayuda ante el creciente bullicio de la sociedad." Ahora sí: abro los ojos y, dado que logro recordar lo soñado, cosa que apenas me sucede, salgo a la calle en busca de algún necesitado. Entro en un bar después de atravesar el corrillo de fumadores que lanzan el humo hacia el interior del establecimiento para poder seguir respirando y fumando. Acodado en la barra, un tipo con un uniforme amarillo fluorescente come a dos carrillos un bocadillo mientras, simultánea e increíblemente, parece hablar con..., parece hablar... a un móvil que ocupa el taburete que tiene a su lado. "Perdone, caballero", le digo. "¿Habla usted con...?", le señalo el aparato. Sin esperar respuesta, le cuento que sé de alguien discreto que podría servirle de tenedor de móviles. "Bueno, de celulares", especifico, para dar una idea de la procedencia geográfica del tal. El comedor, que no parecía que hubiera atendido a mi requerimiento, por fin repara en mí. "'Celular, celular'", repite aburrido. Tras un par de bocados más, sentencia: "A mí el móvil, el coche y la..." -se tocó en el bajo vientre- "no me los coge nadie, y menos un sud... ¡Pero, bueno, ¿tú quién coño eres para venir a tocarme los cojones a estas horas de la mañana?" Le di la espalda sin más y abandoné el local a toda prisa. Camino de casa, pensé en la telefonía, los aparatos de que se sirve y los contenidos que circulan a través de ella. "¡Claro!", me dije. "No se trata de emparejar, sino de unir pitagóricamente a quienes no se conocen, pero sin que de tal composición se derive ningún conocimiento mutuo. Los hombres y las máquinas se bastardean con seductora enemistad".
dijous, 22 de novembre del 2018
LA SOLEDAD DE INDALECIO MARÍA
Indalecio María ya no ladra. La soledad en que lo han dejado sus dueños es definitiva. Ahora mira desde el balcón sin que aparentemente le interese nada de lo que ve. Ni tan siquiera protesta por el molesto ruido que arman unos niños cuando salen de la academia de inglés que han abierto en el bajo de su edificio. A uno de ellos le ha dado por imitar sirenas de coches de policía, bomberos, ambulancias, buques, fábricas. Cada día una diferente, aunque siempre suena de la misma manera. El nervioso y musical infante debe de saturarse de palabras en las clases, pues, en la calle, de los remedos de avisadores acústicos no pasa. Indalecio María, sin embargo, da la cola y el morro desde su atalaya a la chiquillería, quizá porque la soledad lo tiene atenazado de hocico y patas. Tampoco atiende a los ladridos de sus congéneres, que ocupan todos los balcones de la vecindad y que, tal vez más afortunados que él porque de vez en cuando reciben la familiar desconsideración de sus propietarios, se entregan regularmente al intercambio de voces sin necesidad de acudir a academia alguna. Los perros son bulliciosos, como los niños; no así Indalecio María, perro triste donde los haya, o incluso triste ser desperrado, subestimado, olvidado. Mañana mismo entraré en la academia a fin de averiguar si se imparten cursos de ladridos en inglés. A poco que me esperance la secretaria, me apuntaré y procuraré aplicarme lo suficiente como para poder enseñar, desde mi balcón, al pobre Indalecio María a ladrar en un idioma que le permita llenar el hueco de la soledad con el extraño que lleva dentro y el propio que, abandonado, se desola a diario sobre la vorágine de la calle.
dimarts, 20 de novembre del 2018
dilluns, 19 de novembre del 2018
¿DÓNDE LAS ELECCIONES?
Cualquiera que siga por televisión la campaña electoral en Andalucía podría pensar que en realidad donde se han de celebrar los próximos comicios es en Cataluña. A casi todos los candidatos les interesa hablar de lo que ocurre fuera para no tener que dar cuenta de lo que apesta dentro. Según las encuestas, apenas nada cambiará: los de siempre seguirán manejando el cotarro y los habituales continuarán pagando el pato que se comerán los anteriores, por expresarlo con lugares comunes, que es lo que se merece una común situación, la rancia imagen que llega desde esa hermosa tierra andaluza donde no parece querer pasar el tiempo. Entre manzanillas, optalidones y lo que convenga, la del ratón chiquitín y los gatitos desplazados de la gatera mesetaria dilucidan ahora quién es más fiel a las leyes de la cinegética sin temor al "temerario arañamiento" de que avisaba el Fenix de los ingenios en su "Gatomaquia". Tocan a rebato frente a las cámaras de televisión: "yo soy más bueno que tú", se dicen entre sí los candidatos a la gañanía sureña. "Yo meo dentro del tiesto, porque tiesto no hay más que uno, y ha de cuidarse convenientemente", concluyen entre prolongadas exoneraciones de vientre que empalidecen los rostros de los habladores. De Andalucía al infinito, del paraíso de los desterrados al jardín de las hespérides con dragón incorporado: "¡viva la Pepa!", aún se oye gritar desde el recién inaugurado túnel decimonónico; "¡viva la virgen!", suena en la calle de hoy la sentimental gritería. De Séneca, ni una palabra, ni siquiera de Averroes. De Cataluña, el cante; el hondo penar, del fondo del aguante de los andaluces constituidos en río del olvido. Y Caronte, desconcertado, pues no sabe qué orilla es la buena ni dónde están los finados. Las elecciones, pues, ¿dónde?
divendres, 16 de novembre del 2018
¿FACEBOOK O TWITTER?
Los partidarios de Facebook (fb) y los de Twitter (tw) siguen pugnando por saber qué medio es el mejor (por supuesto, en ningún momento definen qué significa el adjetivo "mejor"). Mutuos detractores, ni unos ni otros son capaces de defender la bonanza de sus respectivos canales, como si se partiera de una decepción compartida. Lo cierto es que los amigos de fb no aceptan el corsé que la limitación de caracteres de tw impone, mientras que los de éste opinan que en aquel solo caben el cotilleo y la chanza. El perfil aparentemente político de tw, en una sociedad muy politizada, pero donde la mala reputación de los políticos es aceptada por todos, es paradójicamente la característica que prestigia a la red social del pájaro azul. Por el contrario, en fb priman los contactos más diversos, aunque especialmente los de carácter ligero o banal. Como no podía ser menos, también esta red social tiene su paradoja, y es que, mientras las relaciones humanas, especialmente las familiares, están tan deterioradas y regidas por la falsedad, sus usuarios adolecen de un calentamiento de yemas de dedos y practican la hipocresía al mejor estilo del teatro clásico: amores y amistades surgen como champiñones, casi por generación espontánea, y con la misma facilidad desaparecen en cuanto la realidad o el capricho vienen a desaconsejar los melindres fáciles y gratuitos. Tras lo dicho, parece claro que ambas redes sociales tienen más elementos en común que de oposición: en ambas guía la voluntad de hacer oír y la determinación de no escuchar a nadie. Gentes de cultura usan tw con tan ridícula ambición recaudatoria de aplausos como lo hacen en fb. Sí es cierto que quienes no saben apenas escribir sin faltas de ortografía apenas recurren a tw, pero no lo es menos que quienes en ésta quieren burlar la constricción del número de carcateres para largar sus parrafadas se acogen al "hilo" como quien lo hace en sagrario. Que la naturaleza humana es la única verdad que se cuela en internet, es una perogrullada, pero debe recordarse cada vez que se suscite la polémica acerca de la idoneidad de las redes sociales.
LAS DIMENSIONES DEL YERRO
Queremos saber cuanto más mejor acerca de quienes nos rodean, incluso de nosotros mismos. Buscamos en el recuerdo: garbillamos hechos que casi siempre son anecdóticos. "¿Dónde estás?", nos preguntamos ante cada uno de estos retales biográficos. Pues no encontramos lo que buscamos, esto es, dado que no logramos comprimir en un único pensamiento la miríada de ideas que se revelan, dudamos si tomar como referencia el todo o la parte. Vidas en nuestro pensamiento se someten a un juicio sumario que pretendemos inapelable. Sin embargo, el movimiento se impone. Lo que está acabado, muerto está, y por ende, no se mueve. Lo irresoluto, por el contrario, vive, puja, y, por lo tanto, avanza. De donde ha de inferirse que en lo actuado nada hay definitivo, pero sí en su prefiguración, que contiene incluso el propio yerro. El movimiento se impone, decimos. Nos ponemos a la par de lo pensado: para saber de los otros y de nosotros, mejor fracasar en la búsqueda, no encontrar más que una rectificación tras otra a lo ratificado por la timonera ignorancia y la insustancial prisa.
dijous, 15 de novembre del 2018
LA PRESUNCIÓN DE LA PRESUNCIÓN
El mundo de la corrección -que no es otro que el de la incorrección corregida sobre la marcha y a tenor de los intereses particulares- tiene en el adjetivo "presunto" el limpiador adecuado contra las falacias que produce. Por supuesto, se trata de un mundo transversal que alcanza a todos los órdenes de la vida, pero especialmente a aquellos que se desarrollan en el ámbito de lo público. Hasta su generalización, primero se cometía el yerro y a continuación se rectificaba con la misma rotundidad: tesis y antítesis se sucedían en pie de igualdad y con las mismas ínfulas de veracidad. Sin embargo, la sibilina acción política ha impuesto la práctica del todo o nada por la vía del digo sin decir o sin decir diré que no dije o que lo dije por decir pero sin querer y por ello solté la fórmula del "presunto" o del "supuesto". En efecto, no hay nada más efectivo que proferir en el mismo instante la falsedad y su creativo reconocimiento -que no disculpa o a lo sumo inane excusa. Mientras se logra el objetivo de decir lo que se piensa y que todos lo sepan, la fórmula exculpatoria se erige en el mejor aval para futuras defecciones. Es algo así como un modernísimo "a río revuelto" en que puede hacerse realidad lo que Teresa de Ávila le decía en su fuero interno al dios que le quemaba tan íntimamente: "vivo sin vivir en mí". Parafraseando: miento sin mentirme a mí y tú ya sabes de lo que hablo pero quedamos tan amigos como queramos. Ayer, un político cualquiera hablaba a una sumisa audiencia de un"'supuesto' pueblo catalán". Claro, los que a ese supuesto pueblo pertenecemos vivimos desde hace unas horas en la duda de lo apócrifo, y no sabemos si somos una entelequia, una injuria o una expansión vespertina de una mente huera o por hacer, y dudamos si nos alcanzará a tiempo el susodicho remiendo del "presunto" o el "supuesto". Supuestamente, pues, me daré por aludido pero al "presunto" idiota me costará verlo como a un idiota cierto, aunque presumo que no tardaré en vomitar algún "supuesto" ditirambo que no lo hará más tonto ni engreído pero sí dejará más claro a quien leyere que no es ni lo uno ni lo otro, siendo lo uno y lo otro a la sazón... supuestamente.
dimecres, 14 de novembre del 2018
LA PRISA DURADERA
Es imposible sustraerse a la prisa que marca nuestro quehacer diario. Hay que ir adelante aunque uno quiera retroceder o variar el rumbo de la marcha. En nuestra sociedad, los índices de lectura y publicación de títulos no sé si son inversamente proporcionales, pero sí parece comprobado que están en las antípodas el uno del otro. Es también poco menos que evidente que los escritores no tienen tiempo de leerse entre sí y que a todos les parece que la excesiva oferta editorial se debe a la incomprensible y ruinosa política de manga ancha que para con los intrusos en el oficio practican las empresas, no importa de qué tamaño sean éstas. Para reforzar la impresión de desbarajuste, la mayoría de los libros que se publican, que son clasificados como novelas, suelen tener un número de páginas a prueba de pacientes, aburridos o ineptos lectores que han de emplear un tiempo cuantioso en desplazarse a sus puestos de trabajo en los tediosos transportes públicos. Auténticos tochos, mamotretos llenos de historias fáciles, mal escritos o redactados sin salirse de la ortodoxia del bachiller actual (no el de pasados siglos), que no atina a concordar géneros ni números ni tantas otras cosas que la razón aconseja. En resumen, si no apetece leer, adquiere uno cuantos ejemplares de, pongamos, un subgénero cualquiera nos sugiera la publicidad y si el grosor de los volúmenes requiere del concurso de ambas manos para sostenerlos, mejor. Además, escritores de prestigio hay que dan fe de la superioridad de una novela "gorda" sobre esas novelitas que escriben quienes no tienen magín para más. El escritor Jorge Luis Borges, tan socorrido por propios y extraños como valedor de lo que queremos, pero también de lo que no queremos, escribió libros "delgados", y por supuesto, su narrativa no incursionó en la novela; su poesía, además, coadyuvó a completar, en el conjunto de su obra, cuanto había esbozado en su prosa. Pues bien, el señor Borges, en el prólogo de "Ficciones", dejó dicho que es un "desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos. Mejor procedimiento es simular que esos libros ya existen y ofrecer un resumen, un comentario". Sin perjuicio de que haya obras de contrastada valía y enjundia literaria, si sopesamos en la balanza del tiempo disponible lo que supone enfrentarse a una obra voluminosa, hemos de convenir en que la prisa duradera debe de alargar el tiempo inexistente de la elucidación de la felicidad. Quizá el menos sea más y el más, menos, en esta sociedad de "sinoes noesificados" blanco sobre negro y cabe el inutilizado espacio destinado al columbario de las pequeñas muertes.
dissabte, 10 de novembre del 2018
¿EL PRINCIPIO ES EL PRINCIPIO?
Hay autores que explican la ausencia mostrando la presencia; la soledad por el acompañamiento; el soliloquio como diálogo inadvertido. Es el caso del filósofo barcelonés Joan-Carles Mèlich, quien da comienzo a algunos de sus libros con la clara anunciación de la situación del hombre al nacer. Leamos:
"Lo olvidado no era el 'ser' sino el 'estar-ahí'.// Llegamos con la historia ya empezada./ Llegamos en el entreacto de una pieza: ignoramos su finalincierto... Se levanta el telón y descubrimos que antes hubo otras obras y otros personajes. Nunca conoceremos la historia por entero. El nuestro es un cuento a medias. Quizá más adelante habrá alguien que contará el relato. O quizá no./ Descubrir el sentido es imposible, por eso nos encontramos al borde del abismo./ Vértigo, tentativas, y también compasión. Si no fuese así, nadie nos detendría.// Pero alguien evita una caída./ La caída."
("Pórtico" es el primer texto del libro "La prosa de la vida. Fragmentos filosóficos II")
"No empezamos con las manos vacías. Venimos al mundo pero no estamos solos. Nadie nace solo, nadie puede sobrevivir solo. El universo humano es un universo compartido. Otros están ahí, otros estuvieron ahí. Abandonamos el útero materno y llegamos a un tiempo y un espacio que no hemos escogido y que no controlamos. Somos vulnerables, estamos expuestos a lo imprevisible, a lo indominable, a lo radicalmente extraño. No estamos solos aunque tampoco vivimos en un entorno plenamente cordial y cósmico, porque no podemos exorcizar la presencia inquietante de la finitud. Continua e ineludiblemente nos encontramos amenazados por procesos de caotización: el azar, la soledad, la insatisfacción, la culpa, la nostalgia, el sufrimiento, la muerte. En un universo humano no hay ni puede haber resguardo absoluto o salvación plena. El nuestro es un mundo crepuscular."
(Fragmento correspondiente a la obra "Ética de la compasión".)
"Al principio no era el verbo, sino el adverbio./ Estamos hechos de azar e incertidumbre, de deseos imposibles, de inconfesables secretos, de noches de locura, de sueños reprimidos./ Estamos hechos de recuerdos y de silencios, de ausencias que irrumpen al alba y al crepúsculo.// Estamos hechos, pero podemos 'deshacernos'./ El humano es el ser que puede decir 'no', que puede enmendar la totalidad."
(Texto "1" de "La prosa de la vida. Fragmentos filosóficos II".)
divendres, 9 de novembre del 2018
PURISMOS
Porfío de nuevo, porque me viene en gana, acerca de la justedad de las catalogaciones de ciertos cantantes que arrasan en las listas de éxitos y acaparan los premios más importantes. Sacaba a colación ayer el caso de la jovencísima Rosalía, quien interpreta unas canciones aflamencadas con una voz y un acento impostados que recuerdan a una Andalucía de cartón piedra, afortunadamente periclitada para la mayoría, aunque muy viva aún en los despachos de las multinacionales de lo que sea, y en este caso de la música ligera. Sin negarle a ella y a cualquiera el derecho a orientar su arte hacia donde quiera, sí he de discutir el de los no entendidos a etiquetarlo con nombres con cuyo significado no guarda relación alguna. Quienes entregan los Grammy latinos han seleccionado la candidatura de esta cantante catalana por sobresalir su trabajo dentro de la fusión o lo alternativo. Los que se hacen eco en España de tales pretensiones, más guiados por el prurito nacionalista que otra cosa, extienden la consideración de la excelencia al supuesto origen flamenco del quehacer de Rosalía. Pero de esta forma se cometen dos errores y, por ende, dos desconsideraciones; a saber, que lo que ella canta sea flamenco, pero no lo sea exactamente; y que el flamenco, cuanto más lejos, mejor, porque a nadie se le ocurre premiar a un cantaor de melindres al parecer hoy desfasados. Si alguien fue alternativo, pero mostrando y demostrando, fue el no ha mucho desaparecido Enrique Morente, como antes lo fuera, a su manera, Camarón de la Isla. Ellos se fueron con las tablas de la ley en las manos para que a nadie se le ocurriera decir que había visto la zarza ardiente. Quien quiera fuego, que se lo trabaje; pero sobre todo, que no lo sustituya por una de esas estufas eléctricas con la fotografía de unas brasas que ni queman ni parecen de veras. Mi recuerdo en estos momentos es para quienes luchan a voz en grito sobre los tablados de los tablaos, con las letras de ayer, pero también de hoy, mas con el ser de siempre: de nuevo Heráclito, pero al revés: no porque el río sea nuevo a cada instante deja de ser el mismo en todo momento. Puro, puro, el cigarro, porque el aire, si lo es en demasía, hiere, y hasta mata. Eso sí, el aire, que sea aire, y no un mal viento que a su cese solo un erial descubra y un definitivo ahogamiento provoque. ¡Ea, a apechugar cada uno con lo suyo, "señores ustedes"!
dijous, 8 de novembre del 2018
LA NIÑA, LA PAQUERA Y EL BENI DE CÁDIZ
Ahora que nos quieren hacer comulgar con ruedas de molino en todo y que, por ejemplo en el ambiente del flamenco ligero, ligerísimo, se impone una niña (la niña Rosalía, pero sin niña en los corrillos, ahora cibernéticos) con desparpajo y frescura, pero sin arte ninguno en la garganta, aunque con mucho en los aires, en las hambres y en los adentros de cuevita y fuego, además de en los arreglos; ahora que estamos enterados de que el flamenco nunca existió hasta que llegó el futuro ininteligible y jondo, parado y vivo hasta la muerte de las voces, el futuro de José Monge Cruz, al que se engancharon como al caballo y a la refinada nieve de las bastardías milagreras los quiénes (¡vamos, chaveas!) de las patrias chicas, muy chicas, de las tabernas y los tablaos después de las órdenes ministeriales, los desahucios, los despidos y la consolidación de los prostibularios puntos calientes del lenocinio coleccionable y al alcance de cualquiera; ahora que nada es nada todavía y mientras nada es, y los oídos hacia dentro buscan los palos en balde, me acuerdo de mi Paquera y del Beni de Cádiz, y de mi Cádiz austral y profundo bajo los basurales del alma o tras la plaza de San Juan de Dios, mi Cádiz canceroso a fuer de cancerígeno. Pongo unas bulerías de la reina y dejo también que reine el libre Beni y que después le ponga a los tientos un poco de zambra para que se "jarten" y encuentren a su madre y a su padre. Más tarde, abriré el baúl para sacar el pasado y pincharlo con las agujas que todo lo saben: así, en revoltijo: los de Sevilla, los jerezanos, algún onubense (a mi padre le hubiera gustado su cojo de Huelva, el "huelvano", decía por huelveño, por atrevimiento o por querido desconocimiento); pero no dejaré en el silencio a los cordobeses (ay, Luis) ni a los extremeños, ni quedarán relegados los castellanos y hasta algún catalán con su fingimiento o impostación, como esta nueva Rosalía, pero con la valía de la negación de lo actuado, propio de gente de baja estopa, miserables once meses al año, costaleros, camareros y sacristanes y monaguillos en las pascuas, los entierros y los solemnes matrimonios de las hijas de los señores, los señoritos y sus señorías en presencia de su ilustrísima, la virgen del comedimiento y dios en cinta de más dolores anuales en las ocasiones que el azar, el altísimo tribunal de turno o el malaje del emperador del cielo dispongan.
ARRIMAR, ASCUAS Y SARDINA
Ah, rimadas o no, las cuitas de la gaditana indecisa tienen siempre la misma cantinela. Páramo lingüístico, erial ideológico y estética de potingue del todo a cien más cercano: pilares de la diputada aspirante a política.
dimecres, 7 de novembre del 2018
ELLOS, EL SUPREMO
Ellos, los magistrados, hacen y deshacen, son EL SUPREMO: siempre fallan del mismo lado. ¿Será que la mayoría es errática, malintencionada, incluso delictiva, per se? Cada cual pensará: "¿seré yo el último, el inferior?"
LO COMÚN
Parece ser que lo que es de todos debe socorrer a algunos que forman parte de ese todos; pero queda claro también que estos pueden hacer de su capa un sayo y no dejar a aquellos un mal retal con que taparse el cuerpo. Es común ver en lo común lo que es privado y privar a los comunes de lo que en su individualidad nadie quiere ser despojado.
dimarts, 6 de novembre del 2018
SUPREMACÍAS
Conviene recordar que la vida no nos debe nada. Y sobre todo no hemos de olvidar que lo del prójimo no es nuestro. Pero se ha de tener especialmente presente que escribir la letra del robo y llamarla ley es lo mismo que no saber o querer leer y apoderarse de lo que se marchama con un nombre propio.
dilluns, 5 de novembre del 2018
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