dijous, 20 de juliol del 2017

EL ACTO, LA CONSUMACIÓN, EL PLACER

Asistí hace unos días a un acto literario cuya naturaleza revelaré a medias por no perjudicar a quienes no se lo merecen. La autoridad de los oradores era reclamo suficiente para que el salón en el que se desarrolló el evento hubiese sido ocupado por los más de cien asientos de que disponía. No fue así, empero; apenas la mitad de las cómodas butacas, mal contando adrede, dio solaz a sendos familiares, diletantes y amigos de los declamadores, quienes, con la salvedad de los primeros, estaban más preocupados de su pobre imagen y peso creído del saber propio que de los magníficos citadores. Ridículo resultaba ver casi saltar, sin agilidad alguna, a este o aquel autorcillos de desechables obras en pos del conocido y rival íntimo de turno a fin de saludarlo en falso y achinando los ojillos los más arremeter con la cantinela de su libro en ciernes o acabado de alumbrar en cualquier tabuco con encanto de la ciudad. Sin excepción, los mejor colocados en la carrera imaginaria de la soberbia o baldía, muy a su pesar, vanidad de fruslero fuste, como los gatos, ¡fu, fu!, no portaban el libro que es de rigor y respeto adquirir, y así desvelo el qué del asunto que nos convocara, aunque no de los actores; ellos, los vanidosos de efímero vuelo, se elevaban en el aire del lugar con tan escaso impulso que caían de inmediato sobre algún desavisado al que chafaban como perdices en las siembras. Vitalidad, por tanto, en franco entredicho, e inversamente proporcional a un menesteroso arribismo de cartonería y aun de cartón piedra que los circunscribía a poco más que una sonrisa sin fundamento o con no mayor que el del beso de Judas. Hablarán, después, hablarán. Porque su presencia prestigia y su liberalidad es inabarcable. ¡Qué sería de la posteridad sin fedatarios tan perspicaces! Nosotros, los nadies, salimos del local con el libro en las manos dispuestos a celebrar su nacimiento ante unas cervezas bien fresquitas. A fe que lo hicimos, y sin un ápice de amargura nos las bebimos, de intento lo digo.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada