LA PIEDRA (CON CARLOS EN EL CORAZÓN)
La primera con la que tropecé quiso imponerme el oficio, pero me negué. La segunda, la tercera y sucesivamente todas las piedras con que he ido tropezando me han agradecido no haber de cargar con el nombre de aquella ascendente. Mi madre, por su parte, siempre me instó a darme con ellas en las espinillas, unas veces para ver y saber y otras para no aburrirme.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada