dimecres, 13 de juliol del 2016
ESPAÑA EN EL CORAZÓN DEL BOLSILLO
Nada tengo que objetar a lo que se cría y cuece en eso que nos empeñamos en llamar extranjero. Todo lo contrario, por cierto, de lo que machaconamente nos advierten los defensores de la españolidad. Estos nos aconsejan, por ejemplo, llenar la cesta de la compra con productos del fundo patrio. Sin embargo, las empresas con marchamo de patriotas abastecen sus almacenes con artículos venidos de todo el mundo, incluida la hostil tierra de los infieles. Eso sí, para engañar -o intentarlo-, etiquetan los envoltorios a nombre de un distribuidor españolísimo y cristiano viejo, o al menos viejo y cristiano por la gracia de un dios que burla al fisco.
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