dijous, 21 de juliol del 2016
LA CARTA
Acaba de domiciliarse en el barrio un hombre que porta una extraña carta que enseña e incluso lee en todo su pormenor a propios y extraños, a veces, según me han contado, sirviéndose de unos métodos de persuasión rayanos en la imposición. Como no podía ser una excepción, hace solo unos minutos me ha obstruido en medio de la acera y a continuación me ha espetado lo que sigue: "Carta de manumisiónotorgadapormiscojonesyconvalordemipropialegalidadejemejemejemporlapresentequedo liberadosiesquealgunavezestuveenlaobligaciondeconsiderarmevecinodecuantosseresinfectosaquíconturbanyamialbedríoysolazenlanocturnidadbuscadoejemejemejemidosalcarajoyalejaosdemipedaníamóvilejemejemejemnohacefaltaquedigasnadarodeamiespaciosoberanoysiguetucaminosiesquelotienes." Amo al prójimo como a mí mismo, empiezo a repetirme en voz alta, porque en realidad creo que lo amo como este forastero y descastado de motu proprio nos quiere a nosotros, sus ilegales vecinos.
Subscriure's a:
Comentaris del missatge (Atom)
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada