dilluns, 30 d’abril del 2018
LA DISCREPANCIA
Es cada vez menos habitual que dos personas opinen a sensu contrario sin que ello las impela de forma ineludible al enfrentamiento personal. Nos permitimos hacer gala de nuestra amplitud de miras y anchura para la comprensión del Otro, pero siempre, claro, en cuestiones menores o de índole ajena a nuestros intereses o, más aún, mientras no afecte a la alta estima en que nos tenemos. ¡Cuánto perdonamos la vida! ¡Cuán gravoso es admitir la inepcia en los demás y qué denodado el esfuerzo para enajenarnos de ellos! La discrepancia no es un cuento chino: es un cuento maligno cuya metástasis comienza en la nacencia, y, pausa, error o espejismo azaroso mediante, acaba en la inocencia de la muerte, que todo lo comprende y asume.
diumenge, 29 d’abril del 2018
LO QUE EL DICCIONARIO MUESTRA CUANDO ESCONDE
Me subraya el corrector ortográfico la palabra "radicalización". Convencido de que no estoy escribiendo una incorrección, acudo al diccionario de la RAE, que es siempre mi primera opción. Efectivamente, no incluye la palabra. Por lo tanto, es una incorrección para el libro ordenador del idioma oficial. Por más que el uso del término sea de lo más corriente, y pese a las actualizaciones periódicas de la Academia, "radicalización" no parece contar con el visto bueno de nuestros conservadores académicos. ¿No será que la palabra tiene connotaciones que nos remiten más al sector de la sociedad que no por mayoritario deja de ser el menos favorecido? De aquí a la conquista de las cosas: más madera marxiana y marxista -de los hermanos cómicos a los hermanos proletarios.
VIOLENCIA Y SIGNIFICADOS
La filósofa Marina Garcés acaba de publicar "Ciudad Princesa", una obra de carácter autobiográfico en que el pensamiento apuntala cuanto la memoria o el parecer general sobre lo vivido toman, o son obligados a hacerlo, las de Villadiego. A propósito de dicho libro, el periodista Josep Massot publicó en "La Vanguardia", el pasado 9 de abril, una entrevista con la autora en que ésta no abandona la valentía que caracteriza sus quehaceres intelectual y vital. Sabedora de la dificultad de referirse a ciertos temas sin que los inevitables bandos que, hoy y aquí, flanquean cualquier opinión, Garcés se refiere a la violencia en unos términos que van a sorprender, y a buen seguro a molestar, a más de uno. Leamos:
"Lo que nos debería preocupar no son las derivas de supuesta radicalización, sino que se está construyendo un concepto de violencia que incluye la no violencia, cualquier tipo de acción colectiva que plantee cualquier tipo de crítica al orden establecido, en la palabra, la reunión o la acción. Es muy preocupante, porque resignifica el espacio de lo político a un nivel que no nos podemos imaginar."
dissabte, 28 d’abril del 2018
¿RESPETO O SUMISIÓN?
De forma casi unánime, los miembros de la judicatura han cerrado filas tras la sentencia del caso de "La manada". Hombres y mujeres de la llamada administración de justicia española consideran que el dictamen se ajusta a derecho, y como mucho, algunos atrevidos, pero sin asomo de disidencia, opinan que las interpretaciones de esto o de aquello... Hombres y mujeres, repito. También hombres y mujeres de los diferentes gobiernos que en España son coinciden en que quizá podría haberse visto así o asá, o..., pero que las decisiones judiciales han de respetarse por encima de cualquier cosa. Y en estas estamos: ellos se equivocan una y otra vez y nosotros hemos de echar cabeza una vez y otra para no perder..., ¿para no perder qué? Si lo que decimos no importa, o si importa, se penaliza; si lo que oímos debe cruzar la cabeza de lado a lado sin pasar por el cerebro; si lo que nos hacen queda disculpado por el interés superior de la convivencia y el respeto a la instituciones que la facilitan; si confundimos los efectos del sexo con los discutibles placer y doloroso forzamiento; si somos, sin permiso de la autoridad, en vez de contentarnos con no ser, como el ganado inadvertido; si nuestro "si" nada puede condicionar, ¿respetar es una opción que nace del entendimiento o es la clave que permite sobrellevar el yugo sin mucho advertimiento propio ni disgusto de la incontestable doctrina? ¿Quién gobierna en España? ¿El legislador y el interpretador de la ley no son el mismo? ¿Para qué sirve un jurado popular? O mejor, ¿para "condenar" a quién? Lo real está por juzgarse, lo real, lo real. Real, real, real.
divendres, 27 d’abril del 2018
LA POESÍA
El día del libro conocí a un poeta, Joaquín Calderón, que presentaba su primera obra, "Soy como puedo". Charlamos apenas unos minutos, pero sólo de poesía, lo que nos congratuló a ambos. Joaquín es músico, reside en Sevilla y vive en el mundo de la sensibilidad. Cuando estoy acabando el poemario, puedo afirmar que estamos ante un gran poeta, pues se ve en cada una de sus composiciones que el libro es una poza profunda de un gran río poético que discurre por su vida. He aquí una muestra líquida de lo dicho:
"Mi amiga no encuentra una llave./ Es importante esa llave/ y hacemos por encontrarla pronto./ Finalmente la encuentra, como todo/ lo que está perdido, que no lo está./ Al fin y al cabo perder, en ocasiones,/ no es más que un estado mental./ La encuentra y me la enseña./ Es una llave. Sola. No está/ incluida en ningún llavero/ y pienso que un hombre solo/ es como una llave sola: siempre/ está perdido."
(El poema "La llave" pertenece al poemario "Soy como puedo", de Joaquín Calderón, obra que acaba de publicar la editorial Renacimiento de Sevilla.)
LA MIRADA DE BARTOMEU
El presidente del F.C. Barcelona, Josep Mª Bartomeu, ha afirmado que a cualquier padre le gustaría tener un hijo como Andrés Iniesta, pues "lo hace bien todo". No conozco al futbolista más que en su vertiente deportiva, que se reduce a los partidos que ofrecen por televisión, ya que no suelo acudir a los estadios. Como a cualquiera que le guste este deporte, Iniesta es un ejemplo de excelencia futbolística. Por la prensa sé que en su vida privada el albaceteño ha entrado en el negocio de la vitivinicultura, para lo cual su fama sólo ha hecho que franquearle puertas de reconocimiento y críticas amables. El hombre Andrés Iniesta, por tanto, es una proyección del futbolista, con lo cual el presidente del club lo tiene fácil para fundir y confundir los atributos del uno y el otro. No sé si Bartomeu se ha parado a pensar en que a cualquier padre le gustaría tener, y por este orden, un hijo sano, educado, buena persona, inteligente y exitoso en los campos en que desarrolle su vida y su profesión. ¿Podría ser cualquiera de los aficionados soberanos con cuya presencia en el Camp Nou se engrandecen los deportistas estrella que evolucionan sobre el césped? ¿Podría ser el cirujano, el investigador, el reponedor, el albañil, el operario, el basurero, el poeta, el camarero..., que cumplen a diario con sus obligaciones y son un ejemplo de bonhomía en sus casas y en sus círculos próximos? ¿Sí, Bartomeu? ¿O quizá no te gustaría emparentarte con iguales tan desiguales? Quizá, Bartomeu, a cualquier padre le gustaría tener un hijo como Iniesta, pero ¿cualquier Iniesta querría tener un padre como tú?
TRIBUNALES
No creo en la igualdad que en una carrera de cien metros sitúa en los tacos de salida a Usain Bolt, el cojo del tercero, la chata merenguela, el atleta aficionado del barrio y la foto del difunto Matías Pascal, fugitivo a su pesar. Tampoco creo que hombres y mujeres veamos el mundo de la misma manera, aunque sí queremos semejantes cosas. Pero en lo que de forma rotunda no creo es en la composición completamente masculina de un tribunal. Tres magistrados varones no pueden juzgar la ignominia sufrida por una mujer a manos de cinco hombres. ¿Esta es la representatividad social de la administración de justicia? ¿En nombre de quién y de qué se juzga en España?
dijous, 26 d’abril del 2018
FARS, OH FARS...
"Dalt del penyal, sirena de l'Egeu,/ cantes llaors al pare Posidó,/ que et protegeix des del pèlag pregon./ Als navegants que atalaien el cap,// omples els ulls amb les clarors de casa./ Els mariners -preuada senya blanca-/ diuen de tu, pels ports i les tavernes/ d'aquesta mar, que no n'hi ha de més belles.// El teu renom s'estén de costa a costa,/ fins terra endins, endut pels quatre vents.../ És per això que, en els temps de maror,// esdevens far, la llum de l'esperança,/ i que hem après -els fills de l'altra riba-/ a dir el teu nom i evocar-te de lluny."
(Aquest formós sonet titulat "Súnion" pertany a la part 'III. De Grècia a Barcelona, amb escales a Nàpols, l'Alguer i Menorca' del poemari "Blau marí", d'August Bover.)
MEDIDAS URGENTES
Pongámonos en pie y midámonos con el prójimo, con la vulgar gente. Dejemos al sol detrás para que proyecte nuestra sombra a nuestras espaldas, únicos testigos de la cruel comparación. A continuación, repitamos estas palabras iniciales de NIetzsche en su Zaratustra: "¡Gran astro! ¡Qué sería de tu felicidad, si no tuvieras a aquellos a quienes iluminas!" De la misma forma, piense el pensador que incluso escribe al dictado de un pensamiento nacido con espuria intención: lo que escribes, escribano, en los ojos está de quien lo leyere, y en su poder, por tanto, tu poder. Eres en tanto son quienes desprecias. ¡Ojo, no seas hijo del desaire y la miseria!
CLARO, CLARO, SUPERCLARO
"Cuando Zaratustra llegó a la ciudad más próxima, lindera con el bosque, encontró a mucha gente congregada en la plaza del mercado, pues se esperaba la actuación de un funámbulo. Y Zaratustra hablo así al pueblo: 'Yo os enseño el superhombre'. El hombre es algo que tiene que ser superado. ¿Qué habéis hecho para superarlo? Todos los seres han creado hasta ahora algo por encima de ellos, ¿y vosotros preferís ser el reflujo de esa marea y regresar al animal antes que superar al hombre? ¿Qué es el mono para el hombre? Una carcajada o una afrenta dolorosa. Y eso mismo será el hombre para el superhombre: una carcajada o una afrenta dolorosa. Habéis recorrido el camino que dista entre el gusano y el hombre, y aún hay mucho en vosotros que sigue siendo gusano. En otro tiempo fuisteis monos y todavía hoy el hombre es más mono que cualquier mono."
(Fragmento de la parte 3 del discurso preliminar de la primera parte de "Así habló Zaratustra", de Friedrich Nietzsche, de acuerdo con la versión de José Rafael Hernández Arias para Valdemar y Gredos.)
EL PAPEL DE LOS PERIÓDICOS
Mucho se ha escrito acerca del papel del llamado cuarto poder, pero siempre se ha hecho desde el punto de vista de las ideas. Nací en el seno de una familia pobre, en un barrio suburbial de una ciudad industrial barcelonesa. Los libros, salvo los de texto de la escuela, no existían en las casas de la vecindad; los diarios, tampoco, aunque llegaron antes estos que aquéllos. Los primeros ejemplares de prensa que pude tocar eran en realidad trozos más o menos cuadrados de las páginas del "Dicen", "El Mundo Deportivo" y el "AS". Estaban pinchados en los ganchos de los lavabos de los bares, adonde los chiquillos entrábamos de urgencias en medio de la disputa de algún partido de fútbol o de alguna riña infantil. Recuerdo que resultaba tan aliviador encontrar algunos de esos trozos de hojas como desgarrador el efecto que su empleo producía. Eso sí, el periodismo no llegó a calarnos de ningún modo, por más que nos tatuara las nalgas. Con los años, pude comprobar cómo las manchetas de "La Vanguardia", "El Brusi", "TeleXprés", "ABC", "Ya" y otros que no menciono para evitar los accesos que empiezo a padecer con la simple enunciación de las cabeceras, envolvían los aceitosos bocadillos que los trabajadores portaban diariamente al tajo. Por supuesto, tampoco hacía mayor efecto el periodismo tutelado en ellas contenido. El papel de los periódicos en la periferia de las ciudades industriales sólo salió de los retretes cuando los rollos del mal llamado papel higiénico de la marca "Elefante" vinieron a sustituirlo y a responsabilizarse de las escoceduras y abrasiones del lumpen. El otro papel, el ideológico, no logró mezclarse con el aceite omnipresente en la vida de las gentes sin instrucción quienes tenían suficiente con la televisión franquista para satisfacer sus ansias de conocimiento y libertad sin parangón. La actual era digital ha acabado con el cuarto poder casi al mismo tiempo que ha desaparecido su soporte en papel. La prensa ha muerto con prisa presa de una prosa difundida con la apariencia de la idea de la libérrima comunicación. Pero nunca ha habido tal albedrío, ni en verdad la mayoría de la ciudadanía ha sentido jamás la necesidad de poder expresar nada que no satisficiese sus propios anhelos. En España, el papel del periodismo en lo tocante a los derechos fundamentales y al reconocimiento constitucional de su vital auxilio social no ha pasado de ser un asunto de intimidades y, como mucho, intimidaciones. El higiénico que ahora gastamos es el papel más suave por el que un culo amadísimo como el propio puede suspirar. Adiós, de periódico papel; papel de periódico, adiós, adiós. Ay, ni a Dios le importa ya tu falta de papel. Siguiendo el espíritu de la Topolino Radio Orquesta, ¡qué felices seremos los dos, viviendo en la casita de papel... sin papel!
dimecres, 25 d’abril del 2018
LOS DOLORES
Conocí personalmente durante la Diada de Sant Jordi al poeta hispalense Joaquín Calderón, cuyo primer poemario adquirí tras leer al vuelo un par de poemas. Puesto que ese mismo día una circunstancia luctuosa me acompañó como una sombra, la poesía que a continuación transcribiré me sirve para homenajear a quien se fue y a quien acaba de llegar. Vaya por ti, Teo; gracias, Joaquín:
"¡Qué ajenos al dolor sin nombre!/ Sólo el nuestro nos desarma/ y de qué manera./ Yo iba pasando números,/ parientes deshechos,/ coronas de flores sin olor/ y desapercibidas. Habitaciones rotas/ donde sombras de mujeres y hombres/ lejanos vociferaban. Ya mudos./ Sala 212... Sala 213.../ Sala 214... 215./ Esta es. Aquí descansa mi muerto./ He aquí el dolor que me corresponde."
("El dolor que me corresponde" pertenece al poemario "Soy como puedo", de Joaquín Calderón.)
EL EXTENSO MUNDO DE MÍ MISMO
Tan ocupados andamos en recrearnos en lo que somos, en lo que hacemos, en lo magníficos que resultan todos nuestros actos, en lo acertado de nuestros pensamientos y lo errados que están quienes no nos gustan; tan envanecidos, pese a las evidencias de que la mayor de las vanaglorias es un ahogamiento en la orilla de la playa más cercana; tan ensoberbecidos por nuestra aportación capital a la creación, pero tan descuidados del débito a la vida, sin embargo, que es preferible asistir a un concierto de patos o de ranas, o de patos y ranas al unísono, que seguir comprobando cuán inane puede resultar a veces la existencia de los pepito grillo que, esparcidos por él, empeoramos el mundo con un cobarde fraseo de ojeadores poco avezados en el arte de la cetrería.
dimarts, 24 d’abril del 2018
EN SEVILLA
"La lluvia en Sevilla es una maravilla", dice el doblador al español del profesor Higgins en "My Fair Lady". Me permito el parafraseo: la poesía en Sevilla es semilla de bonhomía. Un poeta canta sin levantar el faralá de la ligereza. El aire se afirma como una columna del material de la nobleza. Dice Joaquín Calderón en "Soy como puedo" que "Mi hijo es como mi casa". ¡Inmejorable arquitecto!
SANT JORDI
Transcurrió el día de Sant Jordi como es habitual en nuestras contradas: en paz y en la gracia de la literatura. Antes y después, nada existe, pero durante la jornada del libro eso no importa. Quienes la han vivido saben lo que significa una celebración como esta. Hoy, de buena mañana, repaso los titulares de las portadas de los diarios estatales y veo los informativos de las cadenas del mismo alcance territorial. La única noticia relacionada con Sant Jordi es negativa; la ofrece TVE1, la televisión del PP: acoso de unos exaltados, en Badalona, al líder del PP en Cataluña, Xavier García Albiol. Por supuesto, fuera de estas tierras ya saben lo que pasó ayer aquí, que los levantiscos politizaron el evento. Cuando ayer tomé el autobús en el corazón de Barcelona, atrás dejé una ciudad viva llena de gente, de puestos de libros, de quioscos y algunos estands donde se pedía la libertad de los presos políticos pero también otros donde se afirmaba la indisoluble unidad de la patria y se parodiaba e insultaba a quienes no opinan como ellos, amén de vitorear con el amparo de la ley al dictador asesino Francisco Franco. Sant Jordi está fuera de la ley, porque pertenece a la gente de la calle, la que monta el tenderete de buena mañana y lo abastece de flores, libros y sobre todo ilusiones y fraternidad cierta. Sí, fraternidad. Quien quiera comprobarlo, que apague la tele y venga.
RENACIMIENTO EN LIBERTAD
Pasear ayer por las principales avenidas del centro de Barcelona se hacía muy difícil para cualquier ciudadano que no pretendiese disfrutar del día más bello de cuantos tiene el año en la capital catalana. Diada de Sant Jordi. Libros, rosas, cordialidad, amistad, paz. Vivir el apretujón como un sinvivir melifluo o cuasiteresiano. Procesión laica para quienes no idolatran, sino admiran; para quienes no rivalizan, sino comparan; para quienes dan recibiendo y reciben dando, no para quienes computan el éxito de la felicidad. A media mañana, flanqueado por el amor de Pepi y la amistad de Jordi, me detengo ante la parada de libros que la editorial sevillana Renacimiento había instalado desde primeras horas en una de las calles tranversales a la Rambla de Catalunya. "Soy como puedo", leo en la portada del primer poemario del hispalense Joaquín Calderón. Abro el volumen, que empieza con fuerza: "Yo soy la voluntad de otros". El verso incial del poema "Liberado" me impele a levantar los ojos en busca del autor. No estaba. La diligente y afable librera anuncia la presencia del poeta para la tarde. Intercambiamos unas frases. La editorial andaluza se estrenaba en un Sant Jordi. La mujer mostraba sin reserva su alegría y admiración por lo que estaba viendo. "Esto no se pué' comparar con na'", concluye. Nos despedimos con unas sonrisas de mutuo gozo y reconocimiento. Unas horas después, podemos volver y vemos al que es en su poder. Pepi fotografía, Jordi entra en el río del vate; de inmediato, me lanzó a él. Nadamos mientras nos conduce, verso a verso, hasta el mar deseado de la poesía, ésa que dice el poeta que ha desaparecido de las conversaciones... y de los libros. Fuimos, sin medida, felices unos minutos. ¡Viva la poesía! ¡Viva Renacimiento! ¡Viva Sevilla! ¡Viva la madre que nos parió a todos!
dissabte, 21 d’abril del 2018
divendres, 20 d’abril del 2018
LAS PREGUNTAS
Escribe un amigo -no sé si preocupado o no, tan fina es su ironía- acerca de mis elucubraciones matinales. Mi querido Albert, como buen gallo, es un avezado conocedor de amaneceres. Cacarea (el DRAE personifica este verbo, lo cual permite inferir que hay humanos que cacarean) sin plumas, aunque con mejor suerte que el homónimo de Morón, cuanto se abre en el horizonte por delante del Sol. "Las mañanas deben ser para las cogitaciones, pero no para los cálculos ni las proyecciones", me digo. Sin embargo, pienso de inmediato en algo que decía mi padre: un cenacho no se hace con tres hojas, y aunque siempre se haga de la misma forma, nunca sale igual. Pues bien, eso es lo que me pasa a mí por las mañanas: con ser indescifrable, creo que el mundo que nace ha de ser descifrado y deducido el busilis de lo vivo, incluso de lo humano. Me dispongo, por tanto, a preguntar sin freno con la esperanza de que alguien me responda como es debido. Pero dado que esto último no sucede y paso desapercibido para todos menos para mis amigos, me permito la licencia de seguir el hilo de las cuestiones hasta las consecuencias de las respuestas, siempre temerarias, por supuesto, o cuando menos carentes de razón o justeza. Así que agradezco a Albert que me diga de vez en cuando, como es el caso, que tanto enrevesamiento tiene algún sentido, lo que me permite afirmar que aún estoy entre los vivos, de acuerdo con las acepciones 1, 5, 6, 7, 9 e incluso 11 de la palabra "vivo", según el DRAE ya aludido anteriormente. "Los filósofos deben pregutar, no responder", vuelvo a decirme. Sin embargo, cada vez más frecuentemente, los filósofos escriben grandes manuales a modo de recetarios con las respuestas a preguntas que ni siquiera se han formulado. ¿Será cosa de las metafísicas de bolsillo, que han vuelto del más allá de la portada de la historia de la filosofía? Me temo que el Sol ya está muy alto, y el pensamiento se me ha caído al suelo del WC. Buenos días nos dé Dios.
LOS VELOS
Revuelta y ciega anda la cristiandad con la amenaza del islamismo. Tanto es así, que ella misma no considera el daño que al resto del mundo inflige sin que le importe demasiado si infringe o no cualquier ley, código de conducta o derecho humano, y, por ende, fundamental, en perjuicio y detrimento de los sometidos a permanente sospecha. Podría decirse que ha vuelto a nuestra sociedad el bárbaro, ese individuo salvaje por desconocido, ignorante por hablar otra lengua, despiadado por devolver los golpes recibidos, inhumano por provenir de tierras no civilizadas, no humanizadas.
Clamaban unos nazarenos recientemente por la libertad de que gozan esa mujeres embutidas en velos, burkas y demás atuendos para lucirlos en nuestra presencia, como si de una ofensa a nuestro honor se tratase. En ningún momento buscaban el auxilio comparativo de un espejo para aplicarse el cuento de la libertad, de que ellos, por cierto, sí disfrutaban mientras demonizaban a otros. Y son precisamente estos "otros", ya no musulmanes ni de cualesquiera otras confesiones, sino orientales, sudamericanos de piel oscura, europeos del este o rumanos -porque todos son rumanos y ladrones, por supuesto- quienes introducen el mal en nuestras vecindades, talmente como las enfermedades que, erradicadas aquí, se encargan de propagar en el terruño patrio. Pero no contentos con semejantes imputaciones insidiosas e injuriosas, extienden ahora sus preocupaciones a los turistas: cuando no les parece que son muchos, es que son maleducados, inciviles, o simplemente desconocidos. Decía uno de estos benditos penitentes que su calle se estaba llenando de gente que no conocía... Legamos al busilis de la cuestión: ¿rechazan estos hombres el turismo no reglado o simplemente el turismo; es decir, la presencia del bárbaro que vacaciona sin pedir permiso ni acomodar sus costumbres a las de los autóctonos y que entra y sale a deshoras y bebe y canta, como ellos en Semana Santa o en la Feria de Abril o en el Rocío o en Las Cruces de Mayo o en las Fallas o en en las Caramelles o en las tamborradas o en las fiestas populares de sus pueblos o en... ¿Qué? Corramos un tupido velo, bajemos el telón sobre el escenario, escondámonos en nuestras razones, encontremos al culpable, al objeto de nuestras terribles preocupaciones. Pero no olvidemos lavarnos la sangre de las manos mientras lo hacemos. ¿Hablamos de xenofobia?
Clamaban unos nazarenos recientemente por la libertad de que gozan esa mujeres embutidas en velos, burkas y demás atuendos para lucirlos en nuestra presencia, como si de una ofensa a nuestro honor se tratase. En ningún momento buscaban el auxilio comparativo de un espejo para aplicarse el cuento de la libertad, de que ellos, por cierto, sí disfrutaban mientras demonizaban a otros. Y son precisamente estos "otros", ya no musulmanes ni de cualesquiera otras confesiones, sino orientales, sudamericanos de piel oscura, europeos del este o rumanos -porque todos son rumanos y ladrones, por supuesto- quienes introducen el mal en nuestras vecindades, talmente como las enfermedades que, erradicadas aquí, se encargan de propagar en el terruño patrio. Pero no contentos con semejantes imputaciones insidiosas e injuriosas, extienden ahora sus preocupaciones a los turistas: cuando no les parece que son muchos, es que son maleducados, inciviles, o simplemente desconocidos. Decía uno de estos benditos penitentes que su calle se estaba llenando de gente que no conocía... Legamos al busilis de la cuestión: ¿rechazan estos hombres el turismo no reglado o simplemente el turismo; es decir, la presencia del bárbaro que vacaciona sin pedir permiso ni acomodar sus costumbres a las de los autóctonos y que entra y sale a deshoras y bebe y canta, como ellos en Semana Santa o en la Feria de Abril o en el Rocío o en Las Cruces de Mayo o en las Fallas o en en las Caramelles o en las tamborradas o en las fiestas populares de sus pueblos o en... ¿Qué? Corramos un tupido velo, bajemos el telón sobre el escenario, escondámonos en nuestras razones, encontremos al culpable, al objeto de nuestras terribles preocupaciones. Pero no olvidemos lavarnos la sangre de las manos mientras lo hacemos. ¿Hablamos de xenofobia?
LA DISOLUCIÓN Y LA DISIPACIÓN
La organización terrorista ETA acaba de comunicar que va a proceder a su disolución dentro de dos semanas. Casi sesenta años después de su creación, y perdidas hace décadas las conexiones con la razón y la realidad, la devenida banda de pistoleros no solamente dice adiós a las armas, sino que pone fin a su existencia. La noticia tantos años anhelada por las gentes de paz, que son la mayoría, no parece haber probado bien a los miembros del actual gobierno español. El ministro de Interior, Juan Ignacio Zoido, ha declarado inmediatamente después del anuncio de ETA que ésta no va a conseguir nada con tal acción: esto es, que no va a imponer su versión de los hechos, su relato. Zoido, que hace pocos días ha cantado sin pudor, ante un paso de Semana Santa del cuerpo armado conocido popularmente como La Legión, que es novio de la muerte, parece seguir prolongando su duelo y luto indumentarios. Es imposible sustraerse a la idea de que el PP es la punta viva de ese iceberg de autoritarismo que mantiene firme el gobernalle de una España que pide a alaridos, o mejor, a aullidos de lobo ibérico, que alguien se siente a pensar en los demás, que es la mejor forma de respetarse a sí mismo y respetar al Otro. La disolución de ETA descubre hoy, por si no nos habíamos querido enterar, la disipación de ese hatajo de políticos depravados que se han apropiado de lo que dicen querer para acabar con él. Algo así como el dicho lamentablemente popular "la maté porque era mía". Lo dicho: la disolución y la disipación.
dijous, 19 d’abril del 2018
OBSTINACIÓN
¿Vuelve a amanecer? ¿Lo mismo que ayer? ¿En el mismo lugar? ¿Ni lo uno ni lo otro? Amanece únicamente, ya perdidamente en una memoria también perdida. Comenzar solamente es posible si comenzar es seguir proyectando. Nada termina en lo perdido. De lo perdido, ¿quién sabe? De lo sabido, ¿qué se pierde?
dimarts, 17 d’abril del 2018
CLÁSICO IMPOPULAR, SEGUIMIENTO ENGAÑOSO: NO ES LO MISMO LA INTIMIDAD DEL INDIVIDUO QUE LA PUBLICIDAD DE SU PENSAMIENTO
"Las ideas de la clase dominante son, en cada época, las ideas dominantes; o lo que es igual, la clase con la que se identifica el poder 'material' dominante en la sociedad es la clase que, al mismo tiempo, ejerce el poder 'espiritual' en ella domiinante. La clase que tiene a su disposición los medios para la producción material goza con ello, a un tiempo, de la capaciad de disposición sobre los medios de producción espiritual, de tal modo que las ideas y pensamientos de quienes carecen de medios de producción espiritual le vienen, por término medio, sometidos. Las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones materiales dominantes, de las relaciones materiales dominantes concebidas como pensamientos; o sea, de las relaciones que hacen de una clase la clase dominante; o sea, los pensamientos de su dominio."
(Fragmento de "La ideología alemana", de Karl Marx y Friedrich Engels, de acuerdo con la traducción de Wenceslao Roces.)
dilluns, 16 d’abril del 2018
DÍA DEL LIBRO
¿Vigilia del día de la lectura? ¿Víspera del ver donde doblen en saber las experiencias propias como para García Nieto, en "Víspera hacia ti", "Doblaban en el viento las banderas/ de todos los adioses que esperabas"?
diumenge, 15 d’abril del 2018
DE LA ORTEGUIANA "DELENDA EST MONARCHIA" A LA NADA
Ayer se cumplieron ochenta y siete años de la proclamación de la Segunda República española. Mucho se ha escrito desde entonces, y casi todo desde un punto de vista partidario, interesado. Lo que a continuación transcribiré también es fruto de la parcialidad. Agustín Gómez Arcos nació apenas dos años después de que Alfonso XIII tomase las de Villadiego y Alcalá Zamora se conviertiese en el jefe de Estado de la nueva legalidad. Nació en la miseria, pasó la guerra en el limbo en que viven los niños, los mentecatos y los muertos siempre prematuros, y sufrió la posguerra, con su sangrienta paz, su criminal escasez y su homicida desigualdad. Fue escritor y quiso serlo libre; fue hombre y quiso serlo hasta sus últimas consecuencias; fue un nombre, pero quiso que su deletreo no impidiera leer el mensaje de su obra. Vaya, pues, a modo de modestísimo homenaje trino, el siguiente fragmento de "Ana no", novela de 1977, pensada en el español de su exilio y escrita en el francés de la libertad:
"Pero la fe no basta. La fe es un vicio pernicioso que nunca se basa en hechos reales y concretos. Nuestra Segunda República, nuestra hermosa y libertaria República española, envuelta en su bandera roja, amarilla y morada, no era un hecho real y concreto aunque la apoyara la mayoría del pueblo. Era tan sólo un sueño de carne y hueso que, aunque brotó del entusiasmo, permaneció aletargado, soterrado en el inconsciente. Sueño que degeneró en sangrienta pesadilla de la que, quizás, todavía no nos hemos despertado".
(La traducción al español de "Ana non" la realizó Adoración Elvira Rodríguez en 2009 para la editorial Cabaret Voltaire.)
divendres, 13 d’abril del 2018
APUNTA LA BELLEZA A CONTADORA DE CIENCIAS
"...a Toby le gustaba que mirasen su cuerpo de remero. Era la fácil caridad de la belleza."
(De "La línea de la belleza", novela de Alan Hollinghurst, según traducción de Jaime Zulaika para Anagrama.)
dijous, 12 d’abril del 2018
¿CASUALIDADES?
Alicia (la del país de las mar..., bueno, ya la conocéis) llama a sus antípodas "los antipáticos". Claramente, Lewis Carroll estaba definiendo qué pensaban los mortales del prójimo, ¿o solamente era de los que pensaban de forma opuesta? Menos mal que no tuvo la idea sibilina de llamarles hiperbóreos, porque una niña como Alicia ya vivía muy bien en lo material.
LA NECESIDAD DE EMPEZAR POR EL PRINCIPIO
Asistimos a diario al fraude consciente de los discursos, a la impostura interesada de buena parte del prójimo, ya se trate de personas prestigiosas en sus campos de actuación profesional, ya de ciudadanos de a pie sin mayor autoridad cultural que la adquirida frente a las televisiones, arietes de los vendedores de cosas con que penetrar en las cabezas de los inadvertidos. René Descartes, que no se fiaba ni de su sombra, quiso empezar su edificio epistemológico por sí mismo, único medio de salir a alguna parte y levantar lo que fuere:
"Así, puesto que los sentidos nos engañan, a las veces, quise suponer que no hay cosa alguna que sea tal y como ellos nos la presentan en la imaginación; y puesto que hay hombres que yerran al razonar, aun acerca de los más simples asuntos de geometría, y cometen paralogismos, juzgué que yo estaba tan expuesto al error como otro cualquiera, y rechacé como falsas todas las razones que anteriormente había tenido por demostrativas; y, en fin, considerando que todos los pensamientos que nos vienen estando despiertos pueden también ocurrírsenos durante el sueño, sin que ninguno entonces sea verdadero, resolví fingir que todas las cosas que hasta entonces habían entrado en mi espíritu no eran más verdaderas que las ilusiones de mis sueños.
Pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad: 'yo pienso, luego soy', era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando."
Pero advertí luego que, queriendo yo pensar, de esa suerte, que todo es falso, era necesario que yo, que lo pensaba, fuese alguna cosa; y observando que esta verdad: 'yo pienso, luego soy', era tan firme y segura que las más extravagantes suposiciones de los escépticos no son capaces de conmoverla, juzgué que podía recibirla, sin escrúpulo, como el primer principio de la filosofía que andaba buscando."
(Fragmento de "Discurso del método", de René Descartes, de acuerdo con la traducción de Manuel García Morente.)
DÍAS DE CONSTRUCCIÓN Y DECONSTRUCCIÓN
Con la precisión del matemático que la escribió, sabedor de que el acierto estriba en la aceptación de la ambivalencia de las cosas y en la asunción de nuestro papel de adaptadores de las mismas a la realidad cambiante y subjetiva, "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" es en estos momentos una obra de lectura imprescindible. Libro de cabacera para los que hayan perdido la cabeza y no deseen encontrarla; relato para cuantos se hayan precipitado del ático de la locura y hayan dado en el suelo de las lógicas falsamente acomodaticias a que con tanta frecuencia recurren las facciones políticas e incluso de que se informan las diagnosis jurídicas de no importa qué tiempo y lugares; desesperada criatura cuyo lanzamiento de la rica tranquilidad de la vida fácil provoca el tedio que ya experimentan desde la infancia las mentes limitadas a la reproducción de los paradigmas sociales, "Alicia..." es una pieza que asiste de forma casi aséptica, pese a todo, al parto de nuestro estupor por el engaño con que de forma aparentemente voluntaria nos conducimos a diario (¿es la posverdad de que nos habla Marina Garcés?). Para relacionar cuanto se quiera lo que de ningún modo debiera relacionarse de forma prevaricadora (o sea, con desvarío), he aquí unas líneas del último capítulo de este maravilloso juego de identidades etiquetadas por aspersión, pero solo a primera lectura:
"Tan pronto como los miembros del jurado se hubieron recobrado un poco del shock que habían sufrido, y hubieron encontrado y enarbolado de nuevo sus tizas y pizarras, se pusieron todos a escribir para consignar la historia del accidente. Todos menos la lagartija, que parecía haber quedado demasiado impresionada para hacer otra cosa que estar sentada allí, con la boca abierta, los ojos fijos en el techo de la sala.
-¿Qué sabes tú de este asunto?- le preguntó el Rey a Alicia.
-Nada -dijo Alicia.
-¿Nada de 'nada'? -insistió el Rey.
-Nada de 'nada' -dijo Alicia.
-Esto es algo realmente trascendente -dijo el Rey.
Y los miembros del jurado estaban anotándolo ya en sus pizarras, cuando intervino a toda prisa el Conejo Blanco:
-Naturalmente, Su Majestad ha querido decir 'in'trascendente -dijo en tono respetuoso, pero frunciendo el ceño y haciéndole signos de inteligencia al Rey mientras hablaba.
-'In'trascendente es lo que he querido decir, naturalmente -se apresuró a decir el Rey.
Y empezó a mascullar para sí: "trascendente... intrascendente... trascendente... intrascendente", como si estuviera intentando decidir qué palabra sonaba mejor.
Parte del jurado escribió "trascendente" y otra parte escribió "intrascendente". Alicia pudo verlo, pues estaba lo suficiente cerca de los miembros del jurado para leer sus pizarras. "Pero esto no tiene la menor importancia", se dijo para sí.
En este momento el Rey, que había estado ocupado escribiendo algo en su libreta de notas, gritó: "Silencio", y leyó:
-Artículo Cuarenta y Dos. 'Toda persona que mida más de un kilómetro tendrá que bandonar la sala'.
Todos miraron a Alicia.
-Yo no mido un kilómetro -protestó Alicia.
-Sí lo mides -dijo el Rey.
-Mides casi dos kilómetros -añadió la Reina.
-Bueno, pues no pienso moverme de aquí -aseguró Alicia-. Y este artículo no vale: usted lo acaba de inventar."
-¿Qué sabes tú de este asunto?- le preguntó el Rey a Alicia.
-Nada -dijo Alicia.
-¿Nada de 'nada'? -insistió el Rey.
-Nada de 'nada' -dijo Alicia.
-Esto es algo realmente trascendente -dijo el Rey.
Y los miembros del jurado estaban anotándolo ya en sus pizarras, cuando intervino a toda prisa el Conejo Blanco:
-Naturalmente, Su Majestad ha querido decir 'in'trascendente -dijo en tono respetuoso, pero frunciendo el ceño y haciéndole signos de inteligencia al Rey mientras hablaba.
-'In'trascendente es lo que he querido decir, naturalmente -se apresuró a decir el Rey.
Y empezó a mascullar para sí: "trascendente... intrascendente... trascendente... intrascendente", como si estuviera intentando decidir qué palabra sonaba mejor.
Parte del jurado escribió "trascendente" y otra parte escribió "intrascendente". Alicia pudo verlo, pues estaba lo suficiente cerca de los miembros del jurado para leer sus pizarras. "Pero esto no tiene la menor importancia", se dijo para sí.
En este momento el Rey, que había estado ocupado escribiendo algo en su libreta de notas, gritó: "Silencio", y leyó:
-Artículo Cuarenta y Dos. 'Toda persona que mida más de un kilómetro tendrá que bandonar la sala'.
Todos miraron a Alicia.
-Yo no mido un kilómetro -protestó Alicia.
-Sí lo mides -dijo el Rey.
-Mides casi dos kilómetros -añadió la Reina.
-Bueno, pues no pienso moverme de aquí -aseguró Alicia-. Y este artículo no vale: usted lo acaba de inventar."
(Fragmento del último capítulo de "Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas", de Lewis Carroll, según la traducción que realizara en 2000 para la editorial Lumen Humpty Dumpty.)
divendres, 6 d’abril del 2018
RECUENTO
Después de contar sin cuento, que es tanto como decir vivir sin aliento, teresianamente, apunto con los dedos lo que que he visto a lo largo de mis años de encierro en la plaza pobre de la vida: varones machos, muchos, pero carentes de hombría. Actualización de la apreciación: cuantos más hombres conozco, menos hombres conozco.
MEDIDAS
Miró en derredor: cuatro metros a la redonda lo separaban del vacío exterior. Dictaminó sin dudar: el mundo conocido, efectivamente, era el único mundo posible.
dijous, 5 d’abril del 2018
CASA D'EMPARA
A Vilanova i la Geltrú s'hi troba entre el carrer de la Llibertat i la rambla de la Pau.
dimecres, 4 d’abril del 2018
RECUERDOS
Ahora que algunos conmemoran los tres lustros de la muerte de Terenci Moix (quizá no la de Ramon Moix i Messeguer) para hacerlo copartícipe de unas ideas políticas determinadas, conviene recordar unas palabras suyas lanzadas en sus últimos años de vida desde los micrófonos de la "Cadena SER": "¿quién no se ha acostado con un chico del PP?" ¡Cuán generoso reparto de amor, el de esos militantes populares!
SEGUNDAS PARTES A VECES SON MEJORES
Se repite sin pensar la especie de que los segundos intentos de las cosas nunca mejoran a los primeros. Puesto que no estoy de acuerdo, traigo como una prueba de ello la segunda versión que Borges escribió del poema dedicado a Proteo, el significado de cuyo nombre precisamente entra en contradicción con la duplicidad de que aquí se habla. Borges es:
"Habitador de arenas recelosas,/ mitad dios y mitad bestia marina,/ ignoró la memoria, que se inclina/ sobre el ayer y las perdidas cosas./ Otro tormento padeció Proteo/ no menos cruel, saber lo que ya encierra/ el porvenir: la puerta que se cierra/ para siempre, el troyano y el aqueo./ Atrapado, asumía la inasible/ forma del huracán o de la hoguera/ o del tigre de oro o de la pantera/ o de agua que en el agua es invisible./ Tú también estás hecho de inconstantes/ ayeres y mañanas. Mientras, antes..."
(El poema "Otra versión de Proteo" sucede inmediatamente a "Proteo", ambos incluidos en el libro "La rosa profunda" (1975), de Jorge Luis Borges, poeta que, para mi bien, he descubierto muy mayor y que leo con la devoción de un adolescente aspirante a poeta o a entendedor de poetas.)
dilluns, 2 d’abril del 2018
PREGUNTAS RETÓRICAS
Se pregunta Sergio Vila-Sanjuán en las páginas del suplemento "Cultura/s", del rotativo barcelonés "La Vanguardia", qué pensaría hoy Terenci Moix (1942-2003) de la Cataluña actual. Presentado como un adelantado a su tiempo, un escritor incómodo, un hombre cuya vida pasaba por licenciosa, Terenci murió, como casi todos los humanos, por los efectos devastadores de la debilidad de la carne. Fumar hasta acabar con la depuradora de aire de los pulmones es una actividad mortal que muchos realizamos conscientemente inconscientes de sus letales efectos. Moix, también animal televisivo por excelencia, intentó el exorcismo del compromiso público ante las cámaras de dejar de fumar, pero ni eso le salvó de sí mismo, pues fumaba a escondidas de la gente, con las naturales excepciones de algún fotógrafo amigo o demasiado guapo o demasiado vivo para un hombre dominado por la tiranía de las dependencias mil que aherrojan a los hombres desamparados. Moix murió de verdad mientras contaba la mentira que él quería creerse pero nadie se tragaba. Moix murió solo, entonces, multitudinariamente solo, televisivamente solo, planetariamente solo, escriturariamente solo. Ahora Vila-Sanjuán pretende que desde el más allá (o el más acá, vaya usted a saber) Moix avale lo que el periodista piensa sin decir acerca de Cataluña. ¡Valiente hombre, el de "La Vanguardia"! ¿Por qué no prueba con las incontables figuras del pensamiento, el arte y la vida en cualesquiera de sus facetas que en el mundo han sido? ¿Qué nueva enseñanza puede completarnos o rectificarnos desde el pensamiento de quien no ha superado el estadio de la humanidad, por más ilustrada que fuera, desde el fracaso vital, desde el atrevimiento icario? Las preguntas retóricas tienen también una respuesta oculta, o desatendida burdamente por mor de una flaqueza tan humana como falible, poco ejemplificadora y menos edificante.
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