RECUENTO
Después de contar sin cuento, que es tanto como decir vivir sin aliento, teresianamente, apunto con los dedos lo que que he visto a lo largo de mis años de encierro en la plaza pobre de la vida: varones machos, muchos, pero carentes de hombría. Actualización de la apreciación: cuantos más hombres conozco, menos hombres conozco.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada