divendres, 6 d’abril del 2018

RECUENTO

Después de contar sin cuento, que es tanto como decir vivir sin aliento, teresianamente, apunto con los dedos lo que que he visto a lo largo de mis años de encierro en la plaza pobre de la vida: varones machos, muchos, pero carentes de hombría. Actualización de la apreciación: cuantos más hombres conozco, menos hombres conozco.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada