dijous, 31 d’agost del 2017
ANIVERSARI
Avui fa dos anys que va traspassar na M. L. G. P., una dona tota d'una peça. Casa meva va ser honorada per la seva amistat. Pocs éssers hem conegut de la seva altesa. La seva memòria és ara un prat on ens hi ajaiem els qui la vam conèixer. Generosa i riallera, equànime i assenyada; no bona, sinó justa, amb la justícia que neix del sentit de la responsabilitat envers les persones, properes o no. A Sitges, hi ha un turó que duu -per nosaltres, naturalment- el seu nom. Maria Lluïsa era. Lluïsa.
LAS VARAS DE MEDIR
¿Qué hace que unos hombres sean perezosos cuando piensan en algunos de sus iguales y diligentísimos y atentos cuando se trata de otros? ¿La respuesta no habrá que buscarla en el interior de quienes tan disparejos modos de percibir y actuar muestran, y en concreto en el área de sus intereses personales, de sus ambiciones y aun de sus frustraciones, carencias y miedos?
dimecres, 30 d’agost del 2017
MILLO A LA GALLEGA
El actual delegado del gobierno español en Cataluña, el popular Enric Millo, antiguo militante de la Unió Democràtica de Catalunya que lideraba Josep Antoni Duran i LLeida, recurre a la ambigüedad cuando le preguntan si sustituirá al legítimo presidente de la Generalitat cuando este sea -todo parece indicar que así será- suspendido, y con él la democracia representativa en Cataluña. Sus respuestas a la gallega ("excusatio non petita, accusatio manifesta") no hacen más que señalar la probabilidad de que se convierta en el nuevo Manuel Portela Valladares, quien entre enero y abril de 1935, nombrado por el derechista presidente del gobierno, Alejandro Lerroux, ejerció como gobernador general de Cataluña, pues la Generalitat había sido suspendida en 1934 tras la proclamación de la Repúbica Catalana por el president Lluís Companys en el marco de la Revolución de octubre. Portela, que habia sucedido al presidente "accidental" de la región, el coronel Francisco Jiménez Arenas, es un buen precedente para Millo, pues sus respectivos recorridos políticos se forjan en la templanza y evolucionan hacia la radicalidad, esa palabra que tanto gusta emplear al también derechista presidente del gobierno español, el gallego -¡qué casualidad, como Franco, como Fraga Iribarne!- Mariano Rajoy Brey. Si los hados no lo remedian -porque la política se muestra absolutamente inepta-, nos lo comeremos con patatas, pero a algunos nos gustaría más que en vez de Millo fuera pulpo, eso sí, siempre a la gallega.
dimarts, 29 d’agost del 2017
TRUMP I L'AIGUA AL COLL DELS ALTRES
Donald Trump s'ha desplaçat a les terres afectades pel cicló tropical "Harvey". La magnitud de les destrosses encara no se'n pot avaluar, però del seu escrutini hom no preveu treure'n res de positiu. La malastrugança, a més, ha volgut que, en mig de la fugida forçosa dels ciutadans, un altre àngel de la mort hagi interromput la seva marxa. El president, votat pels ximples i consentit per la no menys ximple gernació d'"espavilats" que hi conformen la resta d'electors potencials, s'ha adreçat, megàfon en la mà, als quatre fugitius que les càmeres de televisió hi han pogut seduir, malgrat tot, i els ha encoratjat tot dient la bestiesa que segueix: "És èpic, històric, allò que ha passat a Texas, però Texas s'ho manega tot". La mentida a l'alçada de la devastació i de la mort; la credulitat a l'alçada de la mentida i de l'estupidesa. El temps, passat, com si no n'hi hagués present ni futur. Això és el somni americà?Trump és... Amèrica?
MATAR Y MORIR PARA CONOCERSE
Cada vez que el hombre levanta la mano para golpear a su prójimo, cada vez que el hombre se asesina en el cuerpo de su igual, un velo se le cae para dejarle al descubierto el rostro. El desconocido que al desconocido quita la vida, sin embargo, lejos de reconocer al que se escondía bajo la tela, lo saluda y celebra como al vengador del desnudamiento que ha estado a punto de costarle el propio reconocimiento. No se quiere tal cual es, sino como lo temen sus víctimas: por más que ambos sean el mismo, entre el uno y el otro no componen una imagen única, pero sí la del individuo cuya soledad le aparta de la asamblea de los hombres. Matar y morir para conocerse es el corto y largo viaje que emprende el hombre pequeño, el "serecillo" al que se deja el gobernalle de la existencia.
UNA FOTOGRAFIA
"Però allí, assegut a la taula del menjador del servei, amb un pitxer al seu costat i un paper al davant, hi havia un home força gras i força deixat, amb una gorgera una miqueta bruta i un vestit de tela basta i burella. Tenia una ploma a la mà però no escrivia. Semblava que estava en el moment de donar voltes a un pensament, amunt i avall de la seva ment, fins que el pensament prenia forma i impuls al seu gust. Tenia els ulls fits, arrodonits i entelats com una pedra verda de textura curiosa. No va veure Orlando. I aquest, tot i la presa que tenia, es va aturar en sec. Era un poeta? Estava escrivint poesia? 'Digueu-me', tenia ganes de dir, 'totes les coses de tot el món'. Car Orlando tenia les idees més boges, més absurdes, més extravagants, sobre els poetes i la poesia. Però, com parlar a un home que no et veu? I que en canvi potser veu ogres, sàtirs, o les fondàries de la mar. Així, Orlando romania mirant, mentre l'home girava la ploma cap aquí i cap allà. I mirava i meditava. I llavors, va escriure molt ràpidament una mitja dotzena de ratlles i va alçar la vista. Amb això Orlando, atabalat d'empegueïment, se'n va anar escapat i va arribar al saló just a temps d'agenollanar-se i d'acalar el cap tot confós, i d'oferir a la gran reina en persona una gibrelleta amb aigua de roses."
(Instantània de Virginia Woolf amb revelatge al català de Maria Antònia Oliver: "Orlando", tot plegat.)
EQUIDISTANCIAS
La equidistancia es un vulgar intento de imitación de una democracia inexistente, porque la real rechaza de facto la igualdad tanto como la fraternidad; de la libertad, ni hablemos.
LAS RAMBLAS
Ni son míticas ni legendarias: son de la gente y de la vida, del vivir suculento y del malvivir, de la marginalidad y de la exclusividad -esas soledades-, de la curiosidad de los ojos que no pueden dejar de sustraerse a su condición humana. Son una bendita puta mierda maravillosa sin la cual no es posible ver el Mediterráneo, tan lleno de orientes y europas en minúsculas, ni tampoco mirarnos hacia dentro y reconocer que la carne ni tiene dueño ni origen ni destino.
ACERCA DEL "ROMANCE DE MELISENDA" DE ANTONIO TELLO
En el curso de una de nuestras recientes "larioladas", el poeta Antonio Tello me habló con delectación de su reencuentro con un libro admirable, "La muerte de Virgilio", de Hermann Broch. Como todo lo que su boca o su pluma surten me mueve a insaciable curiosidad, me hice con un ejemplar de esta novela-poema, que ahora ya puedo juzgar de extraordinaria. Leída, y en el acto aguardando turno para ser releída, entendí por qué Antonio la tenía tan presente. Durante el mes que ha estado entre nosotros, el poeta ha presentado dos obras, a saber, un poemario, "Lecciones de tiempo", que publicara la zaragozana Libros del Innombrable en 2015, y la "nouvelle", que yo califico abiertamente de poema, "Romance de Melisensa", que acaba de editar in-Verso en nuestra Barcelona. Las obras obedecen a la voz de sus creadores, aunque a regañadientes a veces, mientras crecen; pero una vez dadas a la imprenta, son estos quienes no pueden escapar al influjo de lo creado y buscan el tono dejado en sus criaturas en las de otros desangelados demiurgos. ¡Cómo no seguir la estela de esas naves que surcan el Adriático con la carga de la futura muerte del poeta Virgilio! Así pensaba en el descanso de la relectura de otro libro, “Orlando”, de Virginia Woolf. Al parecer, lo dicho para los escritores vale para los lectores, que salimos disparados cual bólido detrás de la voz de sirena que nos ha encantado. Con ese correr acezante me interné en las tierras de mi querida “Hiperión” y su Hölderlin y me dejé caer por el precipicio de “La passió segons Renée Vivien”, llena de una Maria Mercè Marçal muerta y viva tan joven. Todo vértigo y giros y doblar de tiempos como campanas sonando la vida única que con tanta delicada firmeza nos comunican las obras de los poetas mayores. Con esas y otras maravillas de la literatura por ahora me quedo, siempre con el regusto, inefable ya pero reconocible e imperecedero, del manjar de “Romance de Melisenda” del poeta Antonio Tello. De la ceguera cura a quien curarse quiera. La poesía reconoce la poesía. Sea.
EL PENSAMIENTO ES UNA ALGARABÍA (III)
Tengo al más allá cubriendo las distancias del aquí, suturando las heridas de la disconformidad de la vida. No hay asiento que baste al cansancio que produce el hastío, ni estío que resuelva en frescura el anhelo de su advenimiento. Agustín García Calvo, muerto ya entre los vivos y vivo en rebeldía entre los muertos, sabio entre los sabios allende y aquende el respirar, a su pensamiento le inoculó en su día un "siempre" como pocos pueden dada la general medianía del aliño intelectual. Dudaba antes de volver a dudar, porque de las preguntas nunca se despegaba, como saben los que saben que de nada se sabe suficientemente:
"Y además, si algo de lo que aquí publico llega a usarse, ¿no ha de volver la corriente de las voces, para que el pueblo lo corrija y lo mejore o las otras personas lo estropeen aún más y lo desgracien?// Y de todos modos, ¿no es verdad que yo, aparte de ser el que dice mi Nombre Propio, ahí arriba impreso, soy también yo, como cualquiera? Y ¿no es verdad que, cuando yo no es nadie, no hay nada más popular que yo?"
(Fragmento final de "Entrada a la poesía popular", texto a modo de prólogo con que García Calvo da entrada a su libro "Ramo de romances y baladas". Sólo me cabe preguntar si aquí es posible un "ángel de amor" y si la orilla está apartada o la llevamos con nosotros doquiera que vayamos.)
EL PENSAMIENTO ES UNA ALGARABÍA (II)
El enorme poeta venezolano Guillermo Sucre encabeza un capítulo de uno de sus primeros libros, el ensayo "La máscara, la transparencia", con una cita de José Martí sobre la que hoy debiera reflexionarse mientras echamos a correr en busca de nosotros mismos: "¿Quién no sabe que la lengua es jinete del pensamiento, y no su caballo?"
EL PENSAMIENTO ES UNA ALGARABÍA
Viene en mi auxilio don Antonio con una sencilla copla que encierra una sentencia inapelable: "Confiamos/ en que no será verdad/ nada de lo que pensamos".
(El poemilla, "Copla", pertenece al cancionero contenido en "Los complementarios", de Antonio Machado.)
VER Y NO CREER, PERO SABER
He visto, leído. He conocido, pero no reconocido. Me he visto viendo: he de renovar las gafas o acudir al endocrino.
RELECTURAS
¡Dios, qué ha de haber Dios! Si acaso, dios, y con dos manos para la almosna. (¿Qué? La sordera es lenitivo para la soberbia.)
LOS DEMIURGOS DE DEMIURGOS, EN ZAPATILLAS
Si eso que llamamos Dios no fuera una idea, un muladar buscaría el Ser, cual ser perentorio y finito, para esconderse de ciertos hombres, por ejemplo los poetas: los confesionales, que son la mayoría, andan a vueltas con la palabra divinizadora a fin de que su idea, o sea, el hombre de su invención, se materialice y le procure todos los dones de este mundo sensible; pero si ello no es posible, al menos el verso que lo acerque a las puertas de la sensiblería, ancha capa con que camuflar su ridículo inconfesable.
ABANDONO EL ALTAR DE LAS AUSENCIAS (II)
"No estábamos allí cuando ocurrió./ Íbamos de camino a otra ciudad,/ otra vida,/ bajo un cielo cambiante que se movía con nosotros./ Cruzamos campos verdes, amarillos,/ pueblos de gente suspicaz y cuervos impasibles,/ y ni una vez echamos en falta nuestra casa/ o sentimos nostalgia del pasado./ Así era el viaje:/ por la noche silencio;/ a la mañana niebla./ Una vez encontré un botón de hojalata en el bolsillo/ y jugué a sostenerlo bajo el sol,/ arrojando destellos a las altas espigas./ Luego fue una moneda usada/ y tuvimos el paso franco en todos los controles./ Las llanuras de Europa son testigo./ Ellas saben también que algo ocurrió;/ aunque nunca lo viéramos./ Íbamos de camino a otro país,/ otra vida,/ sin bultos estridentes,/ sin lugar para el recuerdo./ Todo salía a nuestro paso,/ ahora silencio y luego niebla."
("Suceso" es un poema perteneciente a "No estábamos allí", de Jordi Doce.)
ABANDONO EL ALTAR DE LAS AUSENCIAS
"Cuando el mundo se convirtió en el mundo/ la luz brillaba como de costumbre/ sobre un reloj indiferente,/ el aire estaba lleno de comienzos/ y mil veces en mil calles distintas/ alguien se tropezaba en una piedra/ y esa piedra le abría los ojos;/ fue la ocasión que todos esperábamos/ para tomar las mismas decisiones,/ besar de nuevo el mismo suelo,/ decir los hasta luego de anteayer;/ y el rostro amado y rutinario/ que fingía escuchar/ o brindaba una mano distraída/ volvió a apartarse antes de tiempo./ Detrás de las ventanas crecía la penumbra,/ una gaviota hurgaba en la basura/ y los niños jugaban casi a ciegas/ ignorando los gritos de sus madres./ Era un día cualquiera bajo el cielo,/ con su ruido de fondo en nuestras venas/ y el hollín de la noche borrando cercanías./ Quien guardó una moneda en su bolsillo/ no fue más rico a la mañana./ Nada ocurrió que pueda recordarse,/ ninguno de nosotros se dio cuenta/ cuando el mundo se convirtió en el mundo".
(Pero la certeza de que nada es digno de recuerdo nos llega con los ojos abiertos, incluso como los del muerto Blas de Otero del poeta bilbaíno. El poema "Entonces", de Jordi Doce, abre las puertas del libro "No estábamos allí", la resonancia de cuyo primer significado nos lleva en estos días, ineludiblemente, a un lugar de Las Ramblas que nunca abandonará nuestra memoria.)
PER QUI TOQUEN LES CAMPANES, ARA? (II)
"¿Quién no echa una mirada al sol cuando atardece?/ ¿Quién quita sus ojos del cometa cuando estalla?/ ¿Quién no presta oídos a una campana cuando por algún hecho tañe?/ ¿Quién puede desoír esa campana cuya música lo traslada fuera de este mundo?"
"Cap home no és una Illa solitària; cada home és un bocí del Continent, una part del tot; si el mar arrabassava un Terròs, fóra igual com si s'hagués endut un Promontori, igual com si s'endugués la Mansió dels teus amics o la teva; la mort de qualsevol home em disminueix, perquè sóc part integrant de la Humanitat. I, per consegüent, no enviïs ningú a preguntar per qui toquen les campanes; toquen per tu".
"Cap home no és una Illa solitària; cada home és un bocí del Continent, una part del tot; si el mar arrabassava un Terròs, fóra igual com si s'hagués endut un Promontori, igual com si s'endugués la Mansió dels teus amics o la teva; la mort de qualsevol home em disminueix, perquè sóc part integrant de la Humanitat. I, per consegüent, no enviïs ningú a preguntar per qui toquen les campanes; toquen per tu".
(El primer fragmento del poema "Devociones para ocasiones emergentes", de John Donne, lo he extraído del blog de Sonia Luz Carrillo; la traducció de la resta del poema es deu a Jordi Arbonès.)
PER QUI TOQUEN LES CAMPANES, ARA?
"El brau, en l'arena de Sepharad,/ envestia l'estesa pell/ i en fa, enlairant-la, bandera./ Contra el vent, aquesta pell/ de toro, del brau cobert de sang,/ és ja parrac espesseït per l'or/ del sol, per sempre lliurat al martiri/ del temps, oració nostra/ i blasfèmia nostra./ Alhora víctima, botxí,/ odi, amor, lament i rialla,/ sota la closa eternitat del cel".
(Primer fragment de "La pell de brau", de Salvador Espriu.)
VER Y VER, NO MIRAR
Me ha despertado la ansiedad. No es muerte lo que el sueño quiere, pero tampoco es un sueño la muerte que nos duerme para siempre.
DEL MURO Y EL MURADAL
Tienen ciertos imprecadores un muro que llaman de las lamentaciones y que simboliza justo lo contrario de lo que practican. Y no es ello otra cosa que el tiro indiscriminado al blanco del prójimo a su doctrina no afecto. Apostados en sus muros, infectos muradales parecen levantar con la argamasa de la ignominia que ni en Sepharad conocerse pudo.
A TRAVÉS DEL TRAGALUZ
Me cuesta aceptar que un tipo que hace gala de su linaje hebreo destile el odio que leo en sus escritos. Se trata de un sujeto afincado en París, de cuya luz no se sirve para ver en este oscuro camino -que más que mediado, parece tocar a su final. M. S. sabe del horror del Holocausto y pese a ello se erige en deseante victimario o enterrador del prójimo por su diferente confesión, lo que convierte a este elemento en una lacra para cualquier modo de convivencia y en una aberración para el Dios de su propia fe. Sin embargo, no creo que el quídam sea una excepción, pues los "amigos" de su muro escriben de parecido tenor, tergiversan palabras, ofenden a la razón y dan por ciertas acusaciones que, por ejemplo sobre Ada Colau, no sostendrían en un juzgado. Por supuesto, hay un tribunal superior, al que ellos, con sus infundios e injurias creen burlar, que es el de la decencia y la dignidad, que desacatan con criminal naturalidad. ¿Alabado sea Dios, M. S.?
CARTA A LOS NADIES, SI LOS HUBIERE, AL MODO DE LAS PERSAS DE MONTESQUIEU, EN ESTA HORA DE LOS CONTUMACES (VAMOS A CONTAR MENTIRAS, TRALARÁ)
De un tiempo a esta parte –de un infausto y nada poético tiempo a esta parte-, leo con no menos tristeza que decepción las opiniones que significados hombres de letras y del pensamiento y la cultura en general vierten en las redes sociales y en los medios de comunicación a su alcance sobre Cataluña. Lejos de contribuir, con el buen juicio, el sentido de la equidad –no la equidistancia absurda o falsa y casi siempre venal- y el conocimiento de la naturaleza de las cosas y de los sucesos, a la consecución del buen entendimiento entre las gentes de no importa cuál sea su procedencia, destino o voluntad, los hombres que se tienen por clarividentes en nuestra sociedad se han aplicado al muy ibérico empleo del anatema, dardo, imprecación o injuria sin más, cuyo destinatario es el prójimo adscrito a las filas de los partidarios de enfrente, de los enemigos por vecindad errática y sin derecho a roce de ciudadanía. Opiniones disparatadas, dislates de aviesa enjundia o simplemente barbaridades que compartir entre hermanos de fe, se disputan la atención de tirios y troyanos, y hasta si fuera menester los victimarios lenguaraces ruegan a sus víctimas que se den por aludidas para así mostrar las sutilezas de la libertad bien entendida y del juego democrático limpio aunque la suciedad sea una procesión que vaya por dentro.
Leo, digo, con pesar a este poeta, no contraargumentar, sino sentenciar y hasta vomitar sin decoro infundios acerca del ambiente de adoctrinamiento que prima en las tierras catalanas; a aquel cuentista confundir churras con merinas, a saber, terroristas con gentes formadas en pensamientos disidentes; al novelista de la corte tildar de puta a la mujer que gobierna el consistorio de la capital mediterránea, equivocadamente o no, a su manera, que, por descontado, se inscribe en el modelo de la democracia –bien es verdad que quizá él no lo distinga-; al periodista o al filósofo –ay, ay, ay- hablar del fanatismo de los independentistas, siendo ellos unos contumaces y consumados nacionalistas de yugo y flechas manchadas de sangre; al cantante heredero de latifundios obtenidos con las leyes de sus amigos barbotar insultos hacia los contraventores de la claridad del castellano o español que, si no en necio, como decía Lope de Vega, en algarabía hablan como poco; al tenedor de copas de su señoría, o de su excelencia o de don Felonías del banco roto porfiar como testigo de cargo de la componenda pergeñada por la oficialidad con resabio de oficiosidad, y así decir que alguien dijo qué y quién hizo lo que no se ve, e incluso que lo no pensado atrevimiento es; al viñetista de la tierra santa desigualar por igualación política y dolores sin el menor escrúpulo… constructivo. Quienes así dicen amar la diferencia, en ella encuentran la desafección; quienes las lenguas de Babel admiran, en el primer nivel de la torre se pierden y abjuran, y su molestia nueva se extiende al entendimiento como una metástasis inexorable. “Hable usted como quiera, pero con las cosas del comer no se juega”, nos recuerdan los apóstoles de la lengua de uso social, esta misma en que me educaron y amo, pero no más que las que no conozco. “Guárdese para la intimidad familiar la lengua del terruño”, orientan u ordenan los desorientados con mando en plaza ajena a los orientados con plaza propia pero sin mando. Discurso de poder encierran esas palabras, en cuyo interior no cabe la alusión a los hablantes, a los hacedores de las vidas, de las sociedades, de las naciones. Por cierto, de los dueños del parné –la madre del cordero, nunca mejor dicho-, ni un céntimo se decanta en esta ruina o crac en que pierden los de siempre y sin amparo de banderizos ni banderas.
¿Serán galgos o serán podencos los que la españolidad herida denuncian a quienes, como yo mismo, español me he reclamado? Dueños de patrias sí parecen, aduaneros de una trunca tierra de promisión. La boca no puedo abrir más. Me palpo las ropas y la carne para saberme en el mundo que describen esos voceros y no desear la suerte de Pedro Botero (Pere Porter, primero). ¿Habré perdido la razón o me he saltado sin saberlo la visita al oftalmólogo? Quizá. Pero también me apetece parafrasear, no sin maldad y con mucha bellaquería, a las claras lo digo, la letra de un anuncio televisivo de no ha mucho tiempo que (no) decía (pero digo) “paz y amor, y Franco en el salón”.
Sólo me queda invitar a quien aludido se sienta por lo dicho a pasar unos días en mi casa a fin de comprobar de primera mano si las falacias que sobre Barcelona y Cataluña su boca y teclado envían a los espacios infinitos de la obediencia carpetovetónica son ciertas o si es posible respirar, manifestarse, amar y sentir como propia la tierra que tanto celebró Cervantes y tantos otros después; instarle a pasear por esas Ramblas que tan bien conocieron poetas como José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma o mi querido y cercano Antonio Tello, tan barcelonés –y más que otros- como argentino –tres cuartos de lo mismo-; a manifestar libremente su amor a todo y a todos a los cuatro vientos -que también a orillas del Mediterráneo hasta cuatro pueden contarse.
“Ahora que vamos despacio,/ vamos a contar mentiras, tralará,/ vamos a contar mentiras.// Por el mar corren las liebres,/ por el monte las sardinas, tralará,/ por el monte las sardinas”, principia la canción infantil. Y más adelante ruega: “Chiquillo no tires piedras/ que no es mío el melonar, tralará”. Pues eso, artistas, poetas de toda laya, temporeros del letraheridismo que, como la guitarra del mesón machadiana (gracias don Antonio), “hoy suenas jota,/ mañana petenera,/ según quien llega y tañe/ las empolvadas cuerdas”, abrid la mente al mundo según lo perciban vuestros sentidos y no hagáis caso de lo que adolecientes de oídos cuentan del goyesco infierno en que los tiene sumidos su sordera.
Leo, digo, con pesar a este poeta, no contraargumentar, sino sentenciar y hasta vomitar sin decoro infundios acerca del ambiente de adoctrinamiento que prima en las tierras catalanas; a aquel cuentista confundir churras con merinas, a saber, terroristas con gentes formadas en pensamientos disidentes; al novelista de la corte tildar de puta a la mujer que gobierna el consistorio de la capital mediterránea, equivocadamente o no, a su manera, que, por descontado, se inscribe en el modelo de la democracia –bien es verdad que quizá él no lo distinga-; al periodista o al filósofo –ay, ay, ay- hablar del fanatismo de los independentistas, siendo ellos unos contumaces y consumados nacionalistas de yugo y flechas manchadas de sangre; al cantante heredero de latifundios obtenidos con las leyes de sus amigos barbotar insultos hacia los contraventores de la claridad del castellano o español que, si no en necio, como decía Lope de Vega, en algarabía hablan como poco; al tenedor de copas de su señoría, o de su excelencia o de don Felonías del banco roto porfiar como testigo de cargo de la componenda pergeñada por la oficialidad con resabio de oficiosidad, y así decir que alguien dijo qué y quién hizo lo que no se ve, e incluso que lo no pensado atrevimiento es; al viñetista de la tierra santa desigualar por igualación política y dolores sin el menor escrúpulo… constructivo. Quienes así dicen amar la diferencia, en ella encuentran la desafección; quienes las lenguas de Babel admiran, en el primer nivel de la torre se pierden y abjuran, y su molestia nueva se extiende al entendimiento como una metástasis inexorable. “Hable usted como quiera, pero con las cosas del comer no se juega”, nos recuerdan los apóstoles de la lengua de uso social, esta misma en que me educaron y amo, pero no más que las que no conozco. “Guárdese para la intimidad familiar la lengua del terruño”, orientan u ordenan los desorientados con mando en plaza ajena a los orientados con plaza propia pero sin mando. Discurso de poder encierran esas palabras, en cuyo interior no cabe la alusión a los hablantes, a los hacedores de las vidas, de las sociedades, de las naciones. Por cierto, de los dueños del parné –la madre del cordero, nunca mejor dicho-, ni un céntimo se decanta en esta ruina o crac en que pierden los de siempre y sin amparo de banderizos ni banderas.
¿Serán galgos o serán podencos los que la españolidad herida denuncian a quienes, como yo mismo, español me he reclamado? Dueños de patrias sí parecen, aduaneros de una trunca tierra de promisión. La boca no puedo abrir más. Me palpo las ropas y la carne para saberme en el mundo que describen esos voceros y no desear la suerte de Pedro Botero (Pere Porter, primero). ¿Habré perdido la razón o me he saltado sin saberlo la visita al oftalmólogo? Quizá. Pero también me apetece parafrasear, no sin maldad y con mucha bellaquería, a las claras lo digo, la letra de un anuncio televisivo de no ha mucho tiempo que (no) decía (pero digo) “paz y amor, y Franco en el salón”.
Sólo me queda invitar a quien aludido se sienta por lo dicho a pasar unos días en mi casa a fin de comprobar de primera mano si las falacias que sobre Barcelona y Cataluña su boca y teclado envían a los espacios infinitos de la obediencia carpetovetónica son ciertas o si es posible respirar, manifestarse, amar y sentir como propia la tierra que tanto celebró Cervantes y tantos otros después; instarle a pasear por esas Ramblas que tan bien conocieron poetas como José Agustín Goytisolo, Jaime Gil de Biedma o mi querido y cercano Antonio Tello, tan barcelonés –y más que otros- como argentino –tres cuartos de lo mismo-; a manifestar libremente su amor a todo y a todos a los cuatro vientos -que también a orillas del Mediterráneo hasta cuatro pueden contarse.
“Ahora que vamos despacio,/ vamos a contar mentiras, tralará,/ vamos a contar mentiras.// Por el mar corren las liebres,/ por el monte las sardinas, tralará,/ por el monte las sardinas”, principia la canción infantil. Y más adelante ruega: “Chiquillo no tires piedras/ que no es mío el melonar, tralará”. Pues eso, artistas, poetas de toda laya, temporeros del letraheridismo que, como la guitarra del mesón machadiana (gracias don Antonio), “hoy suenas jota,/ mañana petenera,/ según quien llega y tañe/ las empolvadas cuerdas”, abrid la mente al mundo según lo perciban vuestros sentidos y no hagáis caso de lo que adolecientes de oídos cuentan del goyesco infierno en que los tiene sumidos su sordera.
EL BICHO DE LA PARROQUIA
Santiago Martín se llama el catoliquísimo quídam que acaba de acusar a Ada Colau de corresponsable en el acto terrorista de Las Ramblas. Este sacerdote fanático que adoctrina en Madrid se sabe no sólo impune, sino coreado por los muchos fanáticos que en la cristiandad española hay.
DE LOS COJONES A LOS CONOCIMIENTOS
Un ciudadano de nombre español, pero que no mencionaré para no malpararlo, se hace eco por esta red social del cara a cara televisivo, en 2006, en la cadena Al-Yazeera de Qatar entre un líder religioso musulmán y la psicóloga árabo-americana Wafa Sultan. El rico argumentario de esta en favor de la libertad, con especial énfasis en el pensamiento y la confesión, contrasta con la negativa del religioso a debatir y su permanente admonición y sentencia de la mujer, en una evidente arrogación del rol de juez en el acto. "¡Hereje!", le objetaba el quídam. Por supuesto, el "combate" en que se convirtió el careo, si es que había de tener un vencedor, lo ganó sobradamente la inteligencia, cuya portadora, Wafa Sultan, en ningún momento exhibía para su lucimiento, sino que, a modo de báculo, pero también de manos tendidas, ponía a disposición de quien quisiera escuchar y acercarse a la piel humana, escudo precario de la irascible condición de algunos individuos de la misma especie. El ciudadano español que lo presenta apostilla el video del siguiente tenor: "Con dos cojones". A primera vista, teniendo en cuenta que a quien pretendía elogiar era a la mujer, la expresión no deja de ser contradictoria; superado el primer dislate, sorprende que siga -se siga, pues hay muchos iguales entre la ciudadanía "de bien"- confundiendo la palabra y el conocimiento con los genitales, por más atractivo, incluso erotismo, que aquellos -la palabra y el conocimiento, claro- produzcan de natural. El hombre que sube el video a la red es un ejemplo de lo que cree denunciar, pues ni ensalza a la mujer ni atiende a su sabiduría; sólo el coraje -"con dos cojones"- le parece destacable, porque, a buen seguro, él habrá dicho más de una vez "ese no tiene cojones de decírmelo a mí a la cara". Ah, ya, sí, ya, ja,ja.
LAS BARBAS DEL MAESTRO (CREANDO AMBIENTE)
Sucede a veces que los epígonos llegan a superar a sus maestros o precursores de cualquier arte o pensamiento. Fue el caso, por ejemplo, de Thoreau con Emerson. (Huelga decir, no obstante, que cualquiera se conformaría con los méritos del desbancado, si es que alguien pierde posición alguna.) Tengo la suerte de conocer y contar con la amistad del, para mí, poeta más importante en lengua castellana, un hombre que siendo de allá no es de aquí, y siendo de aquí no es de allá, pero que de allá y de aquí no puede dejar de ser por más que se empeñen los delineadores de fronteras de entrambas orillas del Atlántico, y eso que no salimos del español. Antonio Tello, natural de la poesía, extranjero entre los hombres de allá y de aquí, pero anfitrión ante cualquiera en la gran mansión de las letras, acaba de legarnos su "Romance de Melisenda", una obra que se lee letra a letra, que se oye fonema a fonema, que se percibe con todos los sentidos. Un galgo castellano habrá de echarle a sus sentimientos quien la lea si quiere que no se le desmanden en la soledad de la lectura. Y quien así hiciere, sepa que el próximo año verá la luz "En la noche yerma", un largo poema en que Tello se sienta a horcajadas delante de T. S. Eliot para justar en buena lid con "La tierra baldía". Será un emocionante encuentro de justadores a los que les sienta mejor la unidad que la paridad. ¿Quién el epígono? ¿Quién... el otro? Cuando las barbas del maestro veas (cortar) asomar, pon las tuyas a (remojar) ondear.
DEFINICIÓN DE INTELIGENCIA
-Ese muchacho lo ignora casi todo, pero aprovecha muy bien lo poco que sabe.
DE LOS NOMBRES
Tantos meses pensando, negociando con la pareja el nombre del hijo, para al final llamarle "cariño", "tú", "oye" o simplemente "el niño", y además tenerle poco afecto, no hablarle, ignorarle, incluso, y desear su rápida maduración para ser molestado lo menos posible y abrirle la puerta a la emancipación como quien espera entrar en el Paraíso.
DE VALLES Y FERNANDOS
Difícil se lo ponen a los valles ciertos Fernandos para abrirse paso entre pies menudos de hombres pisadores que ningún renuevo dejan a su albedrío; ocupados están en su frenética búsqueda de la diferente hierba para su frescura robarles y compartirla en hermandad con los coreutas que, con él, gritan: "para singularidad, la mía".
dilluns, 14 d’agost del 2017
LAS REVOLUCIONES Y LAS INVOLUCIONES
Las revoluciones y el verano no matrimonian; otra cosa son las involuciones. Exceptuaremos la toma de La Bastilla, para el primer caso, siempre que no atendamos a los beneficiarios del río revuelto que se desbordara en 1789. Para la involución, no hay excepción que valga: el cerdo exuda la grasa cuando más aprieta el calor; luego se la desuda el desavisado con el harapo de su vida, con el harapo.
diumenge, 6 d’agost del 2017
EL NIÑO Y LA PRECISIÓN LINGÜÍSTICA
Saltaba el niño; la sonrisa con que miraba parecía un muelle. El adulto, incapaz de entender lo que le pasaba, ensayaba palabras de mucha sustancia. Por fin, "¿qué te pasa, niño?", pregunta el inepto. "Estoy contento", reponde el alegre a la simple vista. No satisfecho con la contestación del niño, el enredador se aplicó a la búsqueda de términos que expresaran lo que ninguna duda ofrecía. "Claro, claro", se decía sin encontrar lo que buscaba, "no se puede contar con palabras".
dissabte, 5 d’agost del 2017
CAPILLAS
Abrazo la apostasía ante el actual panorama de ardientes capillas -las más sólo capillas ardientes- donde se mascan y muelen la soberbia y el seguidismo literarios so capa de un amiguismo inexistente o de endeblez a prueba de primerizas crisis. Aparentes hombres de letras, en funciones de lisonjeros a sí mismos demeritados, que celebran el último estornudo del bienquisto -ya se verá por cuánto tiempo- que el propio a la sazón ensalza, se echan al barro de la adulación infundada sin vergüenza y cargados de espurias razones que a sostenellas alcanzarán en el aire, pero ni a enmendallas arribarán si al papel el río de mentiras a parar fuera. Lean sus obras, compren incluso sus libros -bueno, los amigos se sirven libremente-, piensen sus ideas; almuercen y cenen con ellos -algunos hasta desayunen, más o menos ligeros de aliño indumentario, según se tercie- y a escote paguen después, cuando toquen las campanas a rebato y se vea venir el toro ciego del reparto de prebendas y canonjías. Acreer, acreer, acreer mientras se crea. Yo, sin embargo, me apeo de motu proprio de cualquier creencia y me alejo de acreedores de santuario cibernético. Ya lo decían Fernando Fernán Gómez y José Antonio Labordeta, "¡a la...!"
divendres, 4 d’agost del 2017
ANTONIO TELLO, EL POETA (II)
Nos salió Borges por los bolsillos, o tal vez lo encontramos entre las servilletas de aquella mesa a la que nos sentamos con urgencia para ser, ser, ser con notable carne y perfume de poesía o de miradas o de querencias o de cariños sedimentados durante años, miles de años, miles de vidas que contienen las simples vidas en que consistimos. Nos salió el preclaro vestido de oscuridad conocida, y le robamos el bastón a ese Tiresias divino por humano. Ahora que te hallarás confundido en el río de cuerpos de un aeropuerto cualquiera, te lanzo el báculo de don Jorge Luis, don Antonio Eduardo. Ahí va:
"María Kodama lo descubrió. Pese a su autoridad y a su firmeza,/ es curiosamente liviano. Quienes lo ven lo advierten;/ quienes lo advierten lo recuerdan./ Lo miro. Siento que es una parte de aquel imperio, infinito en/ el tiempo, que erigió su muralla para construir un recinto mágico./ Lo miro. Pienso en aquel Chuang Tzu que soñó que era una mari-/ posa y que no sabía al despertar si era un hombre que había/ soñado ser una mariposa o una mariposa que ahora soñaba/ ser un hombre./ Lo miro. Pienso en el artesano que trabajó el bambú y lo dobló/ para que mi mano derecha pudiera calzar bien en el puño./ No sé si vive aún o si ha muerto./ No sé si es taoísta o budista o si interroga el libro de los sesenta y/ cuatro hexagramas./ No nos veremos nunca./ Está perdido entre novecientos treinta millones./ Algo, sin embargo, nos ata./ No es imposible que Alguien haya premeditado este vínculo./ No es imposible que el universo necesite este vínculo."
(El poema "El bastón de laca" pertenece al libro "La cifra", que Jorge Luis Borges publicara en 1981.)
ANTONIO TELLO, EL POETA
Con la boca llena de despedidas que rechazaba la mente, conversábamos ayer durante nuestra "lariolada", ésta sí, qué coincidencia, mantenida sobre el curso del río Larios que de pronto se encauzó ante nosotros. Heráclito, cómo no, se zambulló en él cuanto quiso, aunque si hemos de respetarle el pensamiento, muchos Heráclito se sumergieron y otros tantos y nuevos aun emergieron para que sólo nosotros fuéramos, durante un buen rato, la ilusión de un imposible nosotros. "Ave, compadre", quizá nos dijimos; "ave, recuerdo, ave, amigo mío", ahora digo en la soledad de una mañana que abre la mansión de un día sin límites ya, sin horizonte. "Ve al encuentro del aire y del mar; ve a buscar tierra en la tierra allende el prodigio de la ida sahumada de vuelta. Ve, amigo, compadre, adonde arde el que eres y en faro te alces".
NO NOS IREMOS TRAS NINGUNA DESPEDIDA (CON A. T. ENTRE LOS BRAZOS)
Por más que nos despidamos, nunca nos diremos adiós, compadre.
PUÑAL ES, ENTONCES, LO QUE HIENDE
No es saber ni paciencia; no es poder ni presencia; no es brocado de la lengua ni sustancia de secreto alguno. Lo que nos ayuda a expresar lo que creemos que no entendemos es la certeza de que no estamos muertos, ni lo queremos, claro. Puñal es, entonces, lo que hiende esta carne nuestra de cuyos tejidos nadie hubiera apostado que pudiera salir lo que no se ve, lo que no se oye, lo que no se toca, lo que no se siente, pero está, informa, transforma.
"He aquí que me desnudo para habitar mi muerte. [...] "Aquí está todo, aquí. Y el corazón aprende/ -alegría y dolor- toda presencia;/ el corazón constante, equilibrado y bueno,/ se vacía y se llena.// Uno es el hombre que anda por la tierra/ y descubre la luz y dice: es buena;/ la realiza en los ojos, y la entrega/ a la rama del árbol, al río, a la ciudad,/ al sueño, a la esperanza y a la espera.// Uno es ese destino que penetra/ la piel de Dios a veces,/ y se confunde en todo y se dispersa.// Uno es el agua de la sed que tiene,/ el silencio que calla nuestra lengua,/ el pan, la sal, y la amorosa urgencia/ de aire movido en cada célula.// Uno es el hombre -lo han llamado hombre-/ que lo ve todo abierto, y calla, y entra."
[Fragmentos de "La Tovarich", poema de Jaime Sabines perteneciente al libro "Horal" (1950), poemario que encabeza la cita de Isaías, 29,8: 'Y será como el que tiene hambre y sueña, y parece que come; mas cuando despierta, su alma está vacía...')
dijous, 3 d’agost del 2017
VUELO SIN MOTOR
Tarde de conocimiento y reconocimiento en la casa. Pilotaba, con abundancia de ojos, mi amada Pepi, que volaba casi a ras de tierra para que anfitriones y visitantes supiéramos los unos de los otros. Lo que fue, se verá, pues aún ha de haber algún vuelo más. No hará falta tampoco motor, o por mejor decir, el motor que lo facilite es el del arte, la belleza, la vida en la mesa.
dimecres, 2 d’agost del 2017
LO QUE EL BURRO SIENTE
Cuando se dice que algo "no se puede explicar con palabras", se señala no sólo la ignorancia, sino, y sobre todo, la irreverencia.
dimarts, 1 d’agost del 2017
BAUTISMO (VENEZUELA EN EL CORAZÓN)
Se impone el nombre de revolución a todos los saltos atrás habidos y por haber en la historia de los hombres. Mientras la inteligencia se esconde o es enterrada en las catacumbas, la huella impresa por los fundadores de toda suerte los estultos y adocenados con sangre borran. El número vence y el sentido común, innúmero, empece.
POLÍTICO
Generalmente, hombre que habla, que habla, que habla y deja para mañana la escucha, especialmente la de sus propias palabras.
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