dissabte, 21 de juliol del 2018
AMANECE
No es necesario nuestro concurso para que amanezca, ni importa que los estómagos porten una carga excesiva desde la noche turbia de que nos hemos librado. La gula en soberbia ha derivado, a pesar de todo, y durante el día vemos de hilar la falsa tela con lo que ha quedado del hambre no satisfecha en la vigilia. Es inconsolable el hambriento que come hasta saciar solamente la penuria primera, la que se asienta bajo la inteligencia, pero en falta deja el deseo que ésta no ve cumplido sin la intervención estelar de un sol que en su magín no amanece ni enciende más luz que la del desespero, vasto erial que sombra es tanto como desierto, ilusión de lo contrario, contraria seducción.
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