FRENTE AL PENSAMIENTO, SIN ESPEJO CONDICIONADOR
Hay que ayudar al equivocado; al contumaz hay que ofuscarlo aún más, pues quizá, revolviendo entre sus olvidadas valías acabe encontrando, sin pretenderlo, lo que quería ser antes de no ser nada por no saber con qué ideas reconocerse.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada