dimarts, 3 de juliol del 2018

PEDRO DUQUE NO ES NOBLE, SINO MINISTRO DE OTRO PEDRO QUE TAMPOCO TOCA EL SUELO

Pedro Duque, que estaba en los cielos disparatando en la noche eterna del firmamento, regresó a la Tierra al dar por curado su miedo a relacionarse con la burda sociedad. Tras ver un poco más de cerca que los demás el infinito campo de estrellas y saberse un elegido, casi un intocable, Pedro Duque se sintió en verdad duque, pero sobre todo un mesías. No se crea, empero, que mesías para los pobres o las gentes acogidas a lo público en la sociedad: mesías para los que en el selecto mundo de lo privado gozan del bienestar y los avances que ese mundo ofrece. Pedro Duque sabe que la educación está en la base de todas esas cosas buenas que a algunos les pasan, y por ello ha elegido para sus hijos y ha elogiado in situ los centros privados de enseñanza, donde se imparten idiomas con que hacer que el mundo, para todos ellos, carezca de fronteras ni de obstáculos. Gran Pedro Duque... Ahora que lo pienso, así se podría llamar un coñac "muy nuestro", pero de lujo, para que no desentone su micción con el don pedro al que se destine la exudación de un licor tan delicado como elitistamente grosero.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada