dissabte, 30 de juny del 2018

FÚTBOL

Llegó el comandante y mandó parar... (?)

EL TIEMPO

Acabo de oír pasar mi infancia: gorjean las golondrinas en la calle, aunque no las veo pasar.

LA IDEOLOGÍA SIN IDEOLOGÍA

La primera definición del capitalismo que recuerdo se la escuché a un profesor del instituto tras la muerte del dictador Franco. Era un hombre barbado que gritaba cuando daba las lecciones, pero no para hacerse escuchar ni entender, sino seguramente para creerse lo que decía. Lo de menos era el tema: hablaba del marxismo con la misma aparente determinación que de su antítesis, el capitalismo. Mis aburridos compañeros de clase y yo escuchábamos como quien asiste a un espectáculo teatral, pero más cercano al guiñol que al representado por hombres. A veces, incluso le mirábamos, pues gesticulaba histriónicamente. A él poco le importaba que no le interrumpiéramos con el pretexto de una duda o cualquier otra razón. Los alumnos de cursos superiores se sabían de memoria los inicios de sus definiciones. Y la del capitalismo empezaba así: "el capitalismo es una ideología sin ideología..." La frase pasaba de largo por la atención de los educandos, o eso he creído durante muchos años, los que han pasado hasta que he constatado que, efectivamente, el capitalismo no es nada más -¡y nada menos!- que un sistema económico, sino algo más profundo y venenoso: es una adicción afín a lo que ya explicaba Marx con poco éxito: el egoísmo absoluto de los hombres cuya proyección etiquetaba como espíritu burgués. El lenguaje, que es el primer ariete con que cuenta el ejército capitalista, muestra claramente su estado de salud con cada tergiversación o desviación del significado de las palabras. Hoy en día, se ha puesto de moda -nos han puesto de moda, claro- equiparar el asentimiento o la conformidad con el comprar. Así, es frecuente oír decir que "te compro esa idea" o "eso que dices no te lo compro" o "te compro tus sueños". En efecto, de eso se trata en el capitalismo, de comprar y de vender. Es la ideología sin ideología de la que nos hablaba a gritos el profesor barbudo a finales de los años setenta.

divendres, 29 de juny del 2018

LORCA, SU LEGADO Y LA EXHUMACIÓN DE LAS MENTIRAS

La historia sin fin del mito Lorca cubre un capítulo más con el traslado a Granada de buena parte del legado documental del poeta de Fuente Vaqueros. Los papeles, procedentes de la madrileña Residencia de Estudiantes, donde radica la Fundación Lorca, que preside Laura García Lorca, sobrina nieta del vate, llegarán a la ciudad de la Alhambra cuarenta años después de que se aprobara la Constitución española y ochenta y dos desde que fuera asesinado por la maquinaria nacionalista engrasada por los insurgentes de 1936, tras subvertir la Carta Magna de 1931. Pocos son los estudios precisos que sobre el lugar donde se suponen inhumados los restos del hombre Federico han podido realizarse y menos aún publicarse. Muchas son las reticencias que la familia del poeta ha mostrado y los obstáculos que ha opuesto a los trabajos de exhumación que, como ciegos, han ido excavando el suelo del barranco de Víznar. Los movimientos de tierras que hasta ahora se han efectuado no han descubierto nada, lo que refuerza la sospecha de que, en realidad, los depojos del ejecutado habrían sido inhumados por la propia familia pocos días después de que fuera víctima del letal "paseo". Numerosas son, igualmente, las preguntas que nos asaltan ante la actitud aparentemente poco celosa de la familia por el esclarecimiento de la verdad, no solamente la del asesinato, sino de su autoría, enterramiento y demás circunstancias que rodearon al triple crimen. Muy otra ha sido la conducta de los allegados a los componentes restantes de la tragedia trina, esto es, el banderillero y el maestro de escuela que acompañaban al poeta en su último viaje de vida o primer viaje de infierno, como se prefiera. ¿Por qué el silencio de la familia García Lorca en tiempos de democracia formal? ¿Por qué sus renuencias a las exhumaciones? ¿Por qué existe una suerte de acuerdo tácito en no hacer sangre de la actuación de Ramón Alonso? ¿Por qué no se pone en solfa a la burguesía granadina ni a la propia familia del poeta en lo tocante a la responsabilidad directa de su muerte? ¿Cuántos años más habrán de pasar hasta que el cuerpo del hombre Federico, aunque sea polvo o su recuerdo, envuelva para siempre al mito, al símbolo que han ido alimentando los mismos que lo asesinaron? ¿Hay negocio en el ocultamiento de la verdad de lo ocurrido? Si el desmonte del barranco no desmonta el ardid de la inteligencia que mueve los hilos del laberinto Lorca, ¿puede actuarse como si de un asesinato colectivo se tratase y priorizarse la inhumación de la verdad? El criemen fue en Granada, ¿en la suya o en la nuestra?

DENTRO O FUERA

Quien proclama el amor universal sabe que nunca ha empezado a amarse a sí mismo.

PAREMIÓLOGO, A TUS REFRANES

Se busca a veces en los refranes que alguien diga por nosotros lo que no nos atrevemos a suscribir con nuestro nombre. Se injuria y se calumnia sin freno so capa de la defensa de un indefinido prójimo que, aunque no lo haya pedido, requiere de la perspicacia y valentía de una mente poderosa y abnegada. No sucede lo mismo, sin embargo, con la adulación: más que ganas de reconocer en el otro virtudes palmarias o tácitas, se muestra con esa manifestación excesiva de halago un innoble interés por el enaltecimiento del enaltecedor. Se pregunta alguien por el equivalente en otro idioma del refrán que ha nacido de unas tierras determinadas y en una de las lenguas que en elllas se hablan. Pregunta ese alguien a unas personas en concreto, no a quien leyere, no, pues entre los demás las hay que carecen de competencia y, por supuesto, autoridad. El refrán en cuestión viene a decir que cada cual es el mejor timonel de su vida. Aunque no he sido llamado a la consulta, aportaré por mi cuenta y riesgo un par de refranes asépticos: "cada maestrillo tiene su librillo" y "más sabe el tonto en su casa que el listo en casa ajena". Espero no ser reconvenido con un "zapatero a tus zapatos", no sea que, en recuerdo de aquel José Luis de enarcadas cejas, tentado me halle a ofrecerle, de amistad, un pacto.

dijous, 28 de juny del 2018

ZITZÀNIA

Ets al llindar de la sensatesa, de la prudència o de la autodefensa? Vesània?

PROPORCIONES

Diez gritan "be"; uno grita "be". Bah, qué pesado y alienante es ese que grita "be" solo, cuando es notorio que es necesario gritar "be" de otra manera y en el calor de la comunidad. Bah, "be", pero no "be", sin más, no, sino "be" y "be" y "be" y "be" y "be" y "be" y "be" y "be" y"be" y"be". Si uno sobra, ya saben qué "be" es.

DENTRO/FUERA

¿Puede el ministro de exteriores mostrar sus interiores?

EL BECERRO DE OROPEL

¿En qué momento decidimos abandonarnos en algún lugar de cuya memoria procuramos carecer? ¿Cuándo nos satisface más ser papel, plástico o mierda orgánica que alguien en la única vida que podemos vivir? ¿Es posible dejar de oír el cortante canto de la sirena pútrida que se alimenta con nuestras muertas ilusiones?

ANVERS/REVERS

"Les nostres vides sempre estan cruelment amenaçades per un binarisme tallant: actius o inactius, connectats o desconnectats, competents o incompetents, visibles o invisibles, homes o dones, blancs o negres, rics o pobres... No hi ha ha terme mitjà ni viatges d'anada i tornada. Ni matisos ni desviaments. O tot o res."
(Fragment de "Ciutat Princesa", 2018, darrera obra de Marina Garcés.)

dimecres, 27 de juny del 2018

"¿QUÉ HACE SU MAJESTAD EN PORTUGAL?" Y "LO QUE NO SE PUEDE DECIR, NO SE DEBE DECIR"

Corren tiempos larranianos, o de mucho cocinero y poca comida. Parece que en la disparidad encontramos el gusto de lo propio; o sea, diga usted lo que quiera, que yo entenderé lo que me dé la gana, y viceversa. Nótese que he dicho "en la disparidad" donde debiera figurar "disparate". Pero a tanto ha llegado el desnorte que la una y el otro se confunden, no porque la variedad en las opiniones sea mala, no, sino porque se disiente las más de las veces para ganar espacio y atrincherarse en el interés personal. Más o menos como siempre, en España. Dejo a continuación dos fragmentos de sendos artículos de Mariano José de Larra que bien pudieran escribirse y leerse mañana..., si es que gustan de volver a este venero o para entonces no se han sumado a la legión de leídos y escribidos que todo lo saben por ciencia infusa. A la pregunta que abre el título, el decimonónico periodista madrileño comienza respondiendo como sigue: "Sépase antes de qué Su Majestad hablamos. Si hemos de creer un decreto firmado en Villareal, a 3 del pasado, por el obispo de León, hay tres Majestades distintas para una sola Monarquía verdadera: Sus Majestades (que Dios guarde) la reina nuestra señora y la Reina Gobernadora; y Su Majestad (de que Dios nos guarde) el Rey desgobernador. Preguntar qué hacen acá Sus Majestades verdaderas fuera inútil; claro está: 'la felicidad de España'. [...] Ahora bien: sépase lo que hace S. M. (de que Dios nos guarde). '¡Hola! -me preguntarán mis lectores-, ¿hace algo S. M.?' ¿No ha de hacer? Hace castillos en el aire; hace tiempo, hace que hace, hace ganas de reinar, hace la digestión, hace antesala en Portugal, hace oídos de mercader, hace cólera, hace reír, hace fiasco, hace plantones, hace mal papel, hace ascos a las balas, hace gestos, hace oración, se hace cruces... ¿Hace o no hace? Es el hombre más activo: siempre está haciendo algo."
En el segundo de los artículos, Larra define el campo de agitación semántica, si se me permite la licencia, del siguiente tenor: "Hay verdades de verdades, y a imitación del 'diplomático' de Scribe, podríamos clasificarlas con mucha razón en dos: la verdad que no es verdad, y... Dejando a un lado las muchas de esa especie que en todos los ángulos del mundo pasan convencionalmente por lo que no son, vamos a la verdad verdadera, que es indudablemente la contenida en el epígrafe de este capítulo. Una cosa aborrezco, pero de ganas, a saber: esos hombres naturalmente turbulentos que se alimentan de oposición, a quienes ningún Gobierno les gusta, ni aun el que tenemos en el día; hombres que no dan tiempo al tiempo, para quienes no hay ministro bueno, sobre todo desde que se ha convenido con ellos en que Calomarde era el peor de todos; esos hombres que quieren que las guerras no duren, que se acaben pronto las facciones, que haya libertad de imprenta, que todos sean milicianos urbanos... Vaya usted a saber lo que quieren esos hombres. ¿No es un horror?"
Él lo dijo, él lo dirá de nuevo. A la pata la llana y sin ambages, como ahora mismo.

EL ESPECTÁCULO

Nos deja el mundial de fútbol de Rusia imágenes, no para la historia, sino para el cotidiano miedo a la ralea de quienes ocupan los palcos en los estadios. Si el partido inaugural fue presidido por el ruso Putin y el príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohamad Salman, ayer hubimos de ver la ignominiosa conducta del exjugador argentino Maradona. Para no hacer de esta nota una queja amarga, sólo me preguntaré por qué si las televisiones tienen como norma no ofrecer las carreras de un espectador que se cuela en el campo en persecución de un jugador, se recrean con las evoluciones de dos mandatarios haciendo ver que la representación sobre el césped es un educado juego de tronos o las de un exfutbolista extraordinario que nunca fue un deportista ni es persona de ejemplo a seguir por los jóvenes y sí a perseguir por los adultos. Nada sabemos pero todo lo intuimos. Y el fútbol..., ay, el fútbol como inyección intravenosa.

¿LA RAZONABLE TRAGEDIA?

En la página de cortesía de nuestro ejemplar de "Las olas", de Virginia Woolf, leo una cita manuscrita de George Bernard Shaw que más parece un exorcismo que un complemento o una reflexión sobre el contenido de la obra de la londinense:
"El hombre razonable se adapta constantemente al mundo. El no razonable persiste en querer adaptar el mundo a sí. Por consiguiente, todo progreso depende del hombre no razonable."

dimarts, 26 de juny del 2018

LA SALMODIA DEL INGLÉS (II)

Decía ayer que había conocido a un inglés en la noche de San Juan. Si entonces no, ahora pienso que es verdad que de noche todos los gatos son pardos, pero la duda es si también los ingleses. No, no, no. Conocer a un inglés de altos vuelos es una experiencia rara, por única, excepcional. Lo habitual es conocer a un inglés como si fuera un ciudadano de a pie de cualquier nacionalidad. No hay un Ricardo III en cada inglés que deba madrugar. La mayoría de los vecinos de una nación muere en la batalla diaria de la vida sin posibilidad de pedir un caballo con que huir de la muerte a cambio de un reino que no le pertenece. Mi inglés de altos vuelos es un hombre muy franco, mucho. Viviendo como lo ha hecho durante décadas en el aire, el inglés de altos vuelos me asegura que los catalanes independentistas son xenófobos. Cuando le pregunto si él se siente un guiri, afecta desconcierto o ignorancia -vamos, que se hace el sueco-, y a la sazón me pregunta, con cara de inglés de altos vuelos que ha viajado con su vaso varias veces hasta la mesa de los licores, "¿qué es un 'giri' (sic)?" Por supuesto, no le digo lo que es un guiri, aunque ganas tengo. Además, él no tiene una Cristina en su vida, sino una Isabel, pero no me apatece llamarle isabelino. Sólo le informo de que hace décadas que se llama así despectivamente a los extranjeros de los nortes del mundo (a los del sur, mejor hago gracia de mencionar con qué palabrotas se les moteja de forma natural y aceptada incluso como gracia). Quia. El inglés de altos vuelos resta importancia a lo que digo. "¿Pero sabe usted quién era Berlanga?", preguntamos casi al unísono mi amigo C., de plateados y maresmenses mares, y yo. Y seguimos: "¿conoce la película "Bienvenido, Mister Marshall"? Tampoco conoce el inglés de altos vuelos al gran director valenciano ni su obra, por descontado. Entonces, ¿qué conoce el inglés de altos vuelos? Si apenas toca tierra, si se relaciona con las aves, los ángeles, los ovnis y los sonados que vuelan y vuelan, a bordo o no de una aeronave, ¿qué conoce de lo que en el suelo pasa? Si en sus ratos libres vuela -ahora como viajero- hasta las islas del gobierno de la razón y otros gobiernos monetarios, ¿cómo distinguir entre un catalán bueno y otro malo; entre un nacionalista malo por catalán y otro bueno por español de toda la vida o inglés de Inglaterra o francés sobrevenido o ciudadano sin fronteras-pero-no-me-toque-mis-palacios? En fin, el inglés de altos vuelos tampoco recuerda que en algún momento "parece que ahí" (sic) no se podía hablar "un poco el catalán" (sic). Y nosotros: "no, es que aquí había una dictadura militar, ¿sabe?" Ah, pero el inglés de altos vuelos no sabe qué es una tormenta, pues vive por encima de las nubes, a salvo de las inclemencias meteorológicas. Sabe, el hombre, sí, que llueve en alguna parte, pero él que es un inglés de altos vuelos, sortea la inestabilidad del tiempo volando grácilmente a otro lugar más benevolente, como por ejemplo Sitges. ¡Y cuántas cosas sabe, el inglés de altos vuelos!: "que los catalanes odian a los extranjeros..." "Eh, por ahí no paso", pensamos nosotros, pero no se lo decimos... ¡somos tan malos...! Es la moderna patente de corso, esta que en la faltriquera lleva el inglés de altos vuelos. Antes de irse a dormir la mona, en su casa del cerro del pueblo (siempre en alto: el vuelo, el sueño, el brazo, uy, ay...), nos deja una sonrisa que acentúa su parecido con Mario Benedetti, como me revela C., el contructor de otros cielos y hogares, incluso para ingleses de altos vuelos. Pero al sonreír, el inglés parece un humano triste, un hispano desvalido asediado por el miedo a despertar en una isla: la ínsula de los que han de laborar para cosechar, tocar para entender, ver para volar a ras de suelo, a ras de mar, frente al horizonte que le separa del misterio de los demás.

dilluns, 25 de juny del 2018

LA SALMODIA DEL INGLÉS

Un inglés de altos vuelos he conocido en el corazón de la verbena de San Juan. Las luces de la cohetería, el fuego vero que se llevaba la madera, tras la fatuidad de la danza, al infierno de las ascuas; la música, el murmullo de las voces cuya intensidad crecía a la par que la noche; la sobriedad en caída suave, la sensatez desnuda entregada a la voluptuosidad del alcohol... Entraba la madrugada cuando perdí de vista al inglés de altos vuelos. Sabía que había pilotado aviones, pero que era también científico e hijo de artista o medio artista. Sabía que le había dado la vuelta al mundo no sé cuántas veces y que, como hombre viajado, conocía a sus semejantes mejor que yo. Sabía que era inglés, espíritu libre y ecuánime. Sin embargo, cuando la madrugada se asentó entre nosotros, el inglés de altos vuelos dejó de volar con un rumbo aceptable o cierto e inició unas maniobras de aterrizaje forzoso en cuanto encontró el escollo de la conversación diversa, dialéctica, de contrastes. El inglés de altos vuelos, que no había conocido dictadura militar alguna en su vida de inglés de altos vuelos, ni en la de inglés de buena cuna a ras de tierra o sobre los caminos de la libertad de que siempre han disfrutado los súbditos de sus sucesivas majestades en la británicas islas, opinaba que el nacionalismo es una invención de las minorías que no se dejan avasallar por las mayorías magnánimas que siempre velan por el bien de los descarriados. De momento, diré que el inglés de altos vuelos tenía mucho interés en dejar claro que no es lo mismo un inglés, así, inglés a secas, que un escocés ni mucho menos un galés -dónde va a parar. ¡Dios salve a la reina, inglés de Inglaterra que vives lejos de la libérrima y ubérrima patria! Dios salve a la reina y os libre de cualquier Ricardo III de altos vuelos y sin caballo que ponerse entre las piernas.

dissabte, 23 de juny del 2018

TITULA, QUE ALGO QUEDA

En España, el verbo titular se está convirtiendo en sinónimo del de calumniar. Los titulares de las principales cabeceras españolas no compiten en claridad informativa ni tan siquiera muestran respeto por los lectores no avisados de sus connotaciones partidarias. La prensa da cuenta esta mañana de la apertura de los XVIII Juegos del Mediterráneo que se celebran en Tarragona, cosa que apenas interesa a las manchetas. Lo que destacan es el juego que dio la presencia en los actos oficiales de Quim Torra, Pedro Sánchez y Felipe de Borbón. La disparidad radical de los enunciados sobre el encuentro/desencuentro entre los personajes en cuestión no habla, en ningún caso, de la libertad del periodismo español, sino de sus prisiones y obediencias.

GARCÍA LORCA, EL RETRATISTA

Observador agudo como pocos, García Lorca no desaprovecha en ninguna de sus obras la ocasión de encerrar el todo en cada verso, en cada cuadro, en cada quiebro musical, en cada suspiro. Veamos una muestra de lo que digo en apenas unos intercambios de "Perlimplín" y "Marcolfa":
"-P.: ¿Sí?
-M.: Sí.
P.: Pero ¿por qué sí?
M.: Pues porque sí.
P.: ¿Y si yo te dijera que no?
M.: ¿Qué no?
P.: No.
M.: Dígame, señor mío, las causas de ese no.
P.: Dime tú, doméstica perseverante, las causas de ese sí."
(Fragmento inicial del prólogo de "Amor de Don Perlimplín con Belisa en su jardín", obra de Federico García Lorca escrita en 1933.)

DEL AMOR

"Los novios sin roce no se conocen", ha repetido mi madre a lo largo de su vida. El refrán, que al principio no entendía, con los años me ha ido revelando aspectos de las relaciones humanas, más allá incluso de las muy evidentes connotaciones lujuriosas. Porque, si bien es fácil acordar que los amoríos son hijos del movimiento, no sucede lo mismo con el cultivo del afecto para con los padres, los hijos, los hermanos o los amigos, por no hablar del reconocimiento del prójimo. En efecto, prima en nuestro trato con estos la desidia, el sobrentendido, la inacción. Ya se sabe que nos queremos, nos respetamos, nos valoramos, nos acompañamos... hasta que no se recuerda, claro. Si lo bello de las emociones desaparece con el tiempo, quizá deberíamos desaparecer nosotros con ellas, o, sabiéndolo, otorgar que con la metamorfosis todos hemos salido perdiendo, y que quienes éramos ayer no somos los de hoy. Si el amor en general, sin ornamentos ni excelencias, fuera una ambición que tuviera más que ver con uno mismo que con los otros, a buen seguro un dedo, y más, moveríamos para alcanzarlo, o como poco nos entregaríamos con gusto al denuedo que, sin duda, es necesario desplegar a tal fin.

divendres, 22 de juny del 2018

ACTO ÚNICO, VIDA BREVE

Dos personas se aprestan a engañarse con todas las de la ley. Al acuerdo tácito han llegado tras años de disimulos y simulaciones en que el hastío impregnaba cada una de sus acciones y de sus pensamientos. Las inteligentes conversaciones, la división doméstica del trabajo, el gusto por la fantasía que siempre aporta el inalcanzable mañana, la recolección fructífera de los eufemismos interpretadores desde que se enyugaran en la juventud..., ¿qué más se le podía pedir a una vida en común, sino que llevase hasta sus últimas consecuencias el dicho que manda estar "juntos pero no revueltos"?

EL COCHE Y LOS HIJOS

Muy preocupada anda una conocida mía a causa del coche que acaba de comprarse. Sabedora de lo que son capaces de hacer nuestros conciudadanos con las propiedades ajenas, teme que el flamante vehículo sufra sus negligencias y malos usos. Aunque dispone de un aparcamiento privado a escasos metros de su domicilio, durante el día deja el turismo en la calle a fin de evitarse las maniobras a que le obliga el estacionamiento, operación con la que pierde un tiempo que ha de restar a la permanente inspección a que nos somete desde el atalaya de su balcón. Tiene localizado frente a su casa un emplazamiento idóneo para ver en todo momento el vehículo sin necesidad de moverse. Se fija en quién ocupa la deseada plaza, y de inmediato sigue al conductor a fin de rogarle que cuando la vaya a dejar libre le pique al timbre de su casa. "El coche es nuevo, ¿sabe?, y lo puedo vigilar mejor", añade con cara de controlada angustia y pena canalizada por unas evidentes dotes dramáticas. Quienes algo de ella conocemos, no podemos dejar de pensar en los dos hijos adolescentes que hacen las delicias nocturnas de la vecindad cuando los padres se ausentan. La policía local tiene incluida la visita a los jóvenes en sus recorridos habituales. Hasta el momento, nadie se ha atrevido a decirle que, si no la de engendrar unos nuevos hijos, ella y su esposo podrían acometer la amorosa empresa de educarlos de forma más adecuada, o sea, con amor paternal, que no debe confundirse con la aquiescencia incondicional a las andanzas de los educandos. Parece poco probable que la obra de humanidad se produzca, por lo que es de esperar que en un futuro no lejano sea posible adquirir hijos "nuevos", como los coches, que de forma automática reflejen todas las excelencias del ingenio de los hombres, contando, por supuesto, con las virtudes troncales que nos distinguen de los idos, de algunos animales y de las cosas.

dijous, 21 de juny del 2018

CHISME EN EL OTRO BARRIO DE JUSTICIA

"La manada" violadora ya está en la calle a cambio de una cantidad ridícula de dinero como fianza y la prohibición de pisar Madrid, donde reside su víctima. Urdangarín, dicen, está donde no parece creíble que esté. El monarca, en sus fantasías monárquicas y juntas censurables. España es la casa de Tócame Roque. Los facinerosos siguen ganando batallas. Pero no se sulfuren los patriotas ni a salvar al ciudadano honrado vayan. La guerra aún no ha terminado. ¡Viva España!

LA PORTADA DEL QUIJOTE

Unos diputados con aspecto de ciudadanos -¿o al revés?, no lo tengo claro- exhibían ayer desde sus respectivos escaños del Parlament de Catalunya ejemplares del "Quijote", del "señor" Cervantes. Su objetivo, sin duda legítimo, era criticar la errática e incluso nefanda política de la Consellera de Cultura del gobierno de la Generalitat, constituido hace menos de un mes. Por supuesto, no los traían de sus casas, quizá porque la modernidad ha acabado con el clásico mueble-librería donde siempre han lucido de forma ornamental estos libros que enorgullecen a la patria, aunque poca gente ha leído, y ya no tengan tan a mano las obras imborrables y universales de nuestros escritores. Puede que por la rapidez o por la disponibilidad de fondos -vaya usted a saber-, los volúmenes, que eran todos iguales, los trajera una conocida empresa internacional de comercio; cabe incluso conjeturar que los tenedores de la magna obra ignorasen la existencia en sus barrios de esos puntos de venta de libros que otrora tanto bien proporcionaran a la comunidad. Sea como fuere, allí estaban con sus volúmenes inmaculados y sin muestra evidente de haber sido abiertos y dobladas sus páginas, lo que afearía notablemente su imagen. A los diputados les preocupaba que al "señor" Cervantes, figura principal de la marca España, no se le pudiera rendir un homenaje en no se sabe qué lugar ni con qué motivo extraordinario. La interpelada en tal acto, cuyos trabajos sobre la obra del complutense son bien conocidos por la otra comunidad..., la de lectores, entre los que al parecer ellos no se encuentran, se alegró grandemente de ver tantos volúmenes con las andanzas del manchego. Tras informarles de su próxima colaboración con la universidad alcalaína, a instancias de sus colegas castellanos, les animó a que, por lo menos, se leyeran el maravilloso libro de don Miguel de Cervantes que portaban en las manos. Mucho me temo que los ciudadanos con aspecto de diputados -¿o al revés?, sigo sin tenerlo claro- no le harán caso, y no una higa, sino ciento les dará lo que el tal "señor" escribiera en una Castilla que era la Nueva y ahora es la de La Mancha -mire usted por dónde.

dimecres, 20 de juny del 2018

DE LAS VERDADES DEL BARQUERO (III)

Vigía, vigía, pero no olvides que hay atalayas por encima de tu tejado.

DE LAS VERDADES DEL BARQUERO (II)

Pasa por ser una de las verdades del barquero -que en siendo tres las clásicas, ya van por ciento- la que asegura que "el que no está hecho a bragas, las costuras le hacen llagas". Más de uno conozco que, hecho a bragas, llagado vive, sin embargo, pero a todo se acostumbra el temerario o impostor o usufructuario de la buena voluntad ajena. La pregunta que me hago es hasta dónde el fiduciario debe aguantar la impostura del otro y si, teniendo en cuenta que en lo tocante a los más estrechos vínculos familiares tuerce el acuerdo afectivo o lo trueca por sinuosidades dialécticas, es congruente pensar que cuanto hace o diga, en que el prójimo aparezca implicado, no sea más que otra demostración de ligereza, si no asechanza o aun premeditada maldad del actor que tanto aplauso recauda por mor de la ignorancia del público que en la negrura sentado está sin saber que las luces no están en el escenario, sino en su propio cuidado.

DE LAS VERDADES DEL BARQUERO

Viendo la de mentiras que destilan estos muros cibernéticos de la patria nuestra y otras patrias sobrevenidas; no pudiendo creer que se quiera hacer pasar la mentira burda de la intimidad como verdad clara y ejemplarizante para quien, incauto, leyere; no concediendo que quien así tergiversa la realidad en lo afectivo pueda tener opinión política reputada; no reconociendo, en fin, el revés por el derecho, digo para mí que es preferible pasar sed que beber agua no potable.

dimarts, 19 de juny del 2018

LA CÁRCEL

Hay vidas que son un infierno; hay quien vive en una cárcel familiar: conyugal, paternal, filial, fraternal... Visto lo visto, y a sabiendas de que la Constitución garantiza a todos los ciudadanos el mismo trato por parte de la ley, estoy pensando en solicitar, por si en el futuro me han de recluir, elegir la cárcel de mi vida para cumplir la condena. No hay nada como parecer iguales ante la grey.

EL AFILADOR

Decía mi padre que cuando sonaba el pito del afilador la suerte de los pobres ya estaba echada. Esta mañana, el chiflo entra por la ventana como un mal agüero. Grabado y reproducido con la ayuda de altavoces instalados en el techo de una furgoneta, la melodía cansina se repite hasta perder sentido y exasperar a quien no piensa en el filo de la navaja o el cuchillo porque no tiene qué cortar con ellos. El afilador se ha modernizado, pero la razón de su presencia es la clásica: toca hurgar en el trastero de las casas a fin de encontrar con qué defenderse de la escasez, cómo renovar lo eterno, a quién contar el cuento del artesano despierto o pregonar la suerte del liberto en la tierra de la liberalidad.

LA IGUALDAD DE LA JUSTICIA

¿Habrá entrado Urdangarín en la cárcel a tomar la pastilla para olvidar? Dicen que los barrenderos han limpiado las malas hierbas que conducen a la prisión que, polvorienta por deshabitada, está siendo habilitada para albergar al don de las no asumidas realezas o huésped mayor del reino. No sé qué pasará a partir de ahora, cuando los reclusos, en pie de igualdad, presenten sus peticiones de cárcel a la carta. Tierra faltará en España, tierra habrá que inventarse allende las fronteras de la prudencia y la equidad: éste quiere posada con esposas allí; aquel, como el que nos ocupa, serrallo en el cinturón para penetración por aire o, según la noche ofusque al vigía, cabe el mismo paredón donde un día desembocó la justicia. ¿Habrá contento para todos? ¿Habrá igualdad para igualar?

dilluns, 18 de juny del 2018

LOS PUNTOS SUSPENSIVOS

¿Quién no conoce a un hombre versado en todas las disciplinas del saber, que todo lo juzga carente de interés, talento o fin adecuado, pero que nunca acaba una frase ni un pensamiento porque es tan grande su verdad que en la boca el embudo le impide pasar más palabras que las justas para alcanzar el sobrentendido? ¿Quién no tiene al alcance a un polímata aficionado generosamente dedicado a desasnar al amigo, al incauto del bar o el trabajo a cambio de nada, o si acaso por las migajas de la atención y secreta admiración a que se hace acreedor a diario? Ved de no forzar en él los diálogos; dejad que los puntos suspensivos hagan su trabajo. "Al saber le llaman suerte, decía mi padre", le digo yo a mi sabiondo de proximidad, pero solamente para estimularlo. "¡Ay, si yo hablara!", responde al instante. "Pues habla", repongo. Y él, desafiante, puntualiza: "..."

RETORNO/PERMANENCIA

"La injusticia con que me han tratado mis paisanos me causó un dolor intolerable al principio; pero la han repetido tanto, y tan sin razón alguna, y estoy tan seguro de que mi proceder aparece en su verdadera luz a los ojos de los imparciales, que en el día estoy insensible a sus ataques. Pero este es asunto de que no se sebe hablar con los que uno bien quiere. El mundo politico no conoce ni amistad, ni amor, ni virtudes de ninguna clase; y los que poseen estas cualidades nada pueden hacer mejor que separar de él los ojos y oídos, a no ser que la necesidad los obligue a entrar en tal laberinto."
(Fragmento de una carta de José Mª Blanco White a sus padres, fechada el 24 de septiembre de 1812 y recogida en la "Antología" realizada por Vicente Llorens en 1971.)

divendres, 15 de juny del 2018

LA LETRA ENTRE ESCARLATA Y VERDE

Escribe Manuel Vilas en "Ordesa" que "la naturaleza es una forma feroz de la verdad". Yo prefiero verla feraz, convivencial.

DORMIR

Engreídos superlativos, uníos, y si podéis, amaos a vosotros mismos incluso en el amor a ese falso prójimo con careta que reconocéis con la boca pequeña. Pero por vuestro bien, admitid que lo mejor es no inventar, sino dormir, descansar... Ser vosotros es muy pesado, muy grave. Y mañana más. Pero cada vez que los demás bajamos los párpados, desaparecéis. Dormir es bueno, dormid. Quien duerme se defiende de la pesadilla; quien no duerme sueña con soñar hasta que se le forma un ensueño purulento que le infecta la vigilia y le impide dormir. Dormid, engreídos, dormid para soñar que habéis vivido un sueño sin despertar jamás a la angustia de vuestro anhelo.

dijous, 14 de juny del 2018

PERSPECTIVAS

El hombre del primer mundo inventaría lo que la vida le debe; el del tercer mundo da las gracias por lo que ésta le da. Bueno sería hacerlos cruzar el puente que separa sus mundos para que víctimas y adoradores pudieran ver, por fin, con el ojo que llevan tapado.

LA PRUEBA DEL SONETO

Sí engaña, y no poco, el soneto que escribe el poeta no avezado a rimar ni, en muchos casos, a metrificar. Muestra el vate de sonoridades sobrevenidas espuriamente el botón de un poema con arte de rima escrito a fuer de soneticos cansinos, sonsonetes salmodiados que por insistencia van a dar en el delta de un soneto casi canónico. Por naturaleza, sonetillo fuera, si sus hechuras y medidas no se parecieran más a las del soneto clásico. ¿Por qué la necesidad de soneto, si a continuación la burra vuelve al trigo, como la cabra al monte? ¿Por qué no acudir a los mil metros que en el mundo de la poesía han sido -han sido, repito- cuando el oído era la ciencia de que disponemos agora -agora, repito, para que malsone en los líricos de cartón piedra-? Gracia haré de mentar ejemplo alguno de los innumerables que trufan los libros que se empolvan en las estanterías de las bibliotecas e incluso en algunas de las nuestras. Sólo diré que con gusto leyera lo que el magín rimador ofreciera de forma natural a cualquiera que, sobre todo, quisiera extraer de las cosas, de su esencia, la poesía, sola, desnuda, mineral, sin engañadoras gangas. Para pruebas de poesía, la vida, el ojo abierto y el oído fuera, no dentro. Para sonar no es necesario sonetear, sino sintonizar con la música del espacio abierto al aire, a su albur. Al soneto, lo que es del soneto.

EL HOMBRE CABAL (II: DIMITIR)

Molesto como nunca lo había visto, mi vecino me ha interpelado a la puerta del edificio, donde Jacinto intentaba en vano exonerar el vientre porque su amo, que es un hombre cabal, no consentía en que lo hiciese sobre la acera. Mi vecino, que, como queda dicho hasta la exasperación, es un hombre cabal donde los haya, me ha enterado de que se ha enterado de mi expansión verbal para con él. Como dije entonces, mi vecino, tan cabal y hombre, vive a modo de prueba, para su aprobación o censura, la vida de cuantos en su casa están bajo su amparo y guía. Sin embargo, ignoraba que su poder protector se extendiese extramuros de su domicilio. El caso es que mi vecino, tan hombre y tan cabal, está al corriente de mis pensamientos acerca de él. Aunque no ha querido reconocerlo, está secretamente satisfecho de que por fin alguien haya reconocido su calidad vital, su portento creador en lo que a acondicionamiento de seres vivos se refiere. Pero mi vecino, un hombre sin duda cabal, no soporta que nadie le tome la delantera en sus maquinaciones ni mucho menos ventile, por más que con notorio donaire, el resultado de sus medidas de control. "Menos mal que algunos no descansamos, vecino", me ha dicho mordiendo cada palabra mi vecino, el hombre cabal. "Menos mal", le he respondido como un loro, sin pensar ni en la pregunta ni en la respuesta. "¿Qué, jugando a saberlo todo de los demás en casita, no?", ha seguido el hombre cabal. "¿Cómo?", me he defendido de un ataque que intentaba identificar sobre la marcha. "Sí, hombre, sí", se ha apresurado mi vecino, el hombre cabal, "que a ver si aprendes a meterte la lengua de las teclas donde te quepa y nos dejas en paz a los demás: que si mi Jacinto, que si mis hijos o mi mujer... ¡Que sea la última vez que nos nombras en tus mierdas de Internet!" La amenaza estaba servida, pero no en frío, no, sino en caliente. Mi vecino, que es un hombre cabal, cabal, sabía cómo decir sin decir del todo, cómo disfrutar del dolor del otro al castigo que aún no le había infligido. "¿Ya no te acuerdas, vecino? Te dije que si te hacía falta lo que fuera, ya sabes dónde vivo. Pero veo que te las arreglas muy bien tú solito. Bueno, pues ándate con cuidado con las libertades que te tomas, vecino", concluyó mi vecino, que es, no hay más que constatarlo, un hombre cabal. A punto estuve de aliviarme allí mismo, como no lo hiciera Jacinto, pero opté por darle la espalda al hombre cabal de mi vecino, quien, estaba seguro, en algún lugar de su omnímoda liberalidad encontraría unas palabras con que suturar la herida que se acababa de abrir a causa de mis torpezas como observador de la realidad. "¡Adiós, hombre, con Dios!", me lanzó sobre los hombros el hombre cabal, mi vecino. Ya en las escaleras, me pregunté si era posible dimitir de la vecindad, desasirse de un vecino semejante, por más hombre cabal que fuese. Si no podía vender el piso en que vivía, quizá habría de dejar que entrase en mi vida como una vacuna a fin de combatir el mal en que el hombre cabal, mi vecino, se había convertido con el mal de una convivencia temida pero reglamentaria, de hombría de bien, cabal, fiduciaria.

dimecres, 13 de juny del 2018

EL HOMBRE CABAL

Mi vecino es un hombre cabal: cada día acompaña a sus hijos al colegio, le lleva el cesto de la compra a su mujer y saca a pasear a Jacinto, su bulldog francés. Es mi vecino el soporte imprescindible de su casa. Sin su presencia constante, el hogar dejaría de serlo, se hundiría al instante. Mi vecino es un hombre cabal: todos los segundos que viven los suyos han sido previamente testados por él. Es mi vecino un hombre sacrificado que arrostra el peso de las vidas de su mujer, sus hijos y Jacinto, su bulldog francés. A veces, cuando me cruzo con mi vecino y con Jacinto (¿o con su mujer o alguno de sus hijos, pues no los distingo cuando van a su lado?), tentado estoy de felicitarle o de darle ánimos por el denuedo diario. Sin embargo, no lo hago. Me da un no sé qué molestarle. Él, por el contrario, me mira como queriendo abducirme, pero no por mero fisgoneo, no, sino quizá para aliviarme de la pesada carga de mis pensamientos y onerosos secretos. Resuelve, entonces, con un: "¿estáis todos bien en casa, vecino? Para lo que quieras y a la hora que sea, ya sabes dónde estoy. Lo digo porque ayer mismo oí unos gritos que me alarmaron y a pique estuve de echar la puerta abajo porque la cosa duraba". Como se ve, mi vecino es un hombre cabal. Jacinto, que tiene la deferencia de no ladrar más allá de lo que mi vecino le permite, jadea de forma ruidosa y angustiosa. Por ello, ayer mismo, venciendo mi reticencia a molestarle, me interesé por el estado de salud de Jacinto, en la creencia de que la respiración anhelosa de éste era más bien un agónico indicio de su próximo final. "Quia, vecino, estos bichos son así. Quien está para pocos meneos es el de la tienda de embutidos, con esa barriga que no le cabe en el coche nuevo que se ha comprado con lo que nos sisa en cada venta". Me hago de nuevas, e insisto, ahora ya un poco amedrentado por su perspicacia, en mi preocupación por Jacinto. "Que no, hombre, que no, que el día que se ponga chungo de verdad, una patada, y a otra cosa, mariposa. En mi casa está prohibido enfermar, o hacerlo de forma que la que más sufra sea la estética. ¡A los feos no los quiere nadie, vecino! Miré al bello Jacinto y después a mi vecino, el hombre cabal. No supe decir nada más. Ni adiós dije, por lo que mi vecino, que es un hombre cabal, me espetó entre un par de ladridos discretos de Jacinto, su bulldog francés: ¡Adiós, hombre, adiós, que no cobro por saludar!"

dimarts, 12 de juny del 2018

dissabte, 9 de juny del 2018

TIRANDO A SALINAS, CIMA DE MONTES PERDIDOS

"Tu cuerpo es una selva/ de voces./ Tu cuerpo es una selva/ de gemidos./ Tu cuerpo es una selva/ palpitante/ de poros,/ tu cuerpo es una selva/ de llamadas/ (la llamada selvática);/ látigos imantados/ sobre mi carne herida/ tu cuerpo que me llama/ con voz de selva/ -voz serena, sibilante, metafísica-/ impersonal como fluir de sangre,/ pero recia, recia, tan recia./ Tu cuerpo sabe mi nombre,/ mi nombre Agustín/ y mi nombre Cuerpo./ Tucuerpo tiene ciencia/ de arteria y pulmón,/ de ave y de espejo de agua/ -Narciso de tu cuerpo/ mirándose en tus ojos-;/ tu cuerpo solo y mondo/ pagano como un mirto.// Oh, tu cuerpo, tu cuerpo/ donde he muerto mil veces/ y he curado mil más./ Oh, tu cuerpo-mi cuerpo,/ dualidad metafísica/ herida por no estar/ ni tú ni yo presentes.// Tu cuerpo es una selva/ de ausencias.// Amor, amor, ¿por qué,/ dime, por qué me muero/ solo y sin compromiso?"
(Poema "23" del libro "Ocasión de paganismo", 1956, único poemario que vio editado el también novelista y dramaturgo Agustín Gómez Arcos.)

divendres, 8 de juny del 2018

"CORIOLANO" SE LLAMAN ENTRE SÍ

Llegados al punto de la incuria bendecida o bienquista, algunos hombres superados por su apariencia se aprestan al engañador afán de procurar el bien del prójimo. Pero éste ya ha sido anihilado sobre papeles, entre bisbiseos sentenciadores. El prójimo, sin embargo, aún se rebelará con inconsciente liberalidad para que los fatuos interpretadores ataquen los últimos objetivos y se beneficien de la inmensa munificencia que la fuerza trae consigo.

SENSE TRANSPARÈNCIES

"Oh paraules perdudes que busqueu/ un ordre nou per als vostres desficis,/ paraules oblidades que heu passat/ per la nit del sentit com estrelles fugaces.// Només la poesia pot tornar-vos/ al recés del llenguatge:/ vigoritzeu-lo i eixampleu-ne els límits!/ Sou la llavor d'un munt d'esgarrifances."
("Paraules oblidades".)
"Tot camina al no-res, el mar, la terra,/ el vent, el blau, i la felicitat/ d'aquests moments./ Oh tarda de setembre,/ envoltada d'un lleu perfum d'engany."
(Darrera estrofa del poema "Tarda de setembre".)
[Ambdós poemes pertanyen al llibre "Manera negra", de Narcís Comadira.)

FUGACITATS

Tan fugaços com aquest dissabte que tot just ara enceta per a mí la seva sort, temps i paraules ballen a l'entorn dels significats perduts en cada pronúncia. Del que no és només se'n pot parlar quan el creiem ferm al nostre costat.

LOS TRABAJOS DEL CONOCIMIENTO Y EL JUEGO DE LAS VERDADES Y PARECERES

"Sin embargo, por más certeza y evidencia que yo encuentre en mis razones, no puedo convencerme de que todo el mundo sea capaz de entenderlas. Pero así como en la Geometría hay muchas que nos han sido dejadas por Arquímedes, por Apolonio, por Papus y por muchos otros, que son recibidas por todo el mundo como muy ciertas y evidentes, porque no contienen nada que, al considerarlo por separado, no sea muy fácil de conocer, y porque no hay lugar alguno donde las consecuencias no cuadren y no convengan muy bien con los antecedentes; sin embargo, puesto que son un poco largas y exigen un espíritu muy entero, no son comprendidas y entendidas sino por pocas personas: de la misma manera, aunque estimo que aquellas de las cuales me sirvo igualan, y hasta sobrepasan en certeza y evidencia a las demostraciones de la Geometría, me doy cuenta sin embargo de que no pueden ser entendidas suficientemente por muchos, tanto porque son también un poco largas y dependen unas de otras, como, sobre todo, porque exigen un espíritu por completo libre de todos los prejuicios y que pueda con facilidad desprenderse del comercio de los sentidos. Y en verdad, en el mundo no se encuentran más personas aptas para las Especulaciones Metafísicas, que para aquellas de Geometría. Además, existe también la diferencia de que en la Geometría, como cada uno está prevenido con la opinión de que en ella no se avanza nada que no tenga una perfecta demostración, aquellos que no están por completo versados en ella pecan con más frecuencia por aprobar falsas demostraciones, para hacer creer que las entienden, que por refutar las verdaderas. En la Filosofía no sucede lo mismo, ya que aquí, como uno cree que todas las proposiciones son problemáticas, pocos se entregan a la búsqueda de la verdad; más aún, muchos, queriendo adquirir la reputación de espíritus fuertes, no se preocupan sino de combatir con arrogancia las verdades más evidentes."
(Fragmento de "A los señores decanos y doctores de la sagrada Facultad de Teología de París", prólogo de "Meditaciones metafísicas seguidas de las objeciones y respuestas", de René Descartes, de acuerdo con la traducción de Jorge Aurelio Díaz.)

dijous, 7 de juny del 2018

EL DESCARTE DE DESCARTES

"...no hay nada tan antiguo como la verdad."
(Frase extraída de "A los señores decanos y doctores de la sagrada Facultad de Teología de París", prólogo de las "Meditaciones metafísicas seguidas de las objeciones y respuestas", de René Descartes,  según la traducción de Jorge Aurelio Díaz.)

RELATIVITAT

"Qualsevol entrada dóna a dins,/ però l'interior no té sortida, té l'entrada/ d'un nou passadís que dóna a fora, d'on/ se surt cap a dins per retornar/ de bell nou, i sempre aquest traüll i sempre/ serem a mig camí.// Tanmateix, això no ha de fer por/ a ningú, no té cap mena/ d'importància. Tampoc/ no és cap engranatge transcendent; només la vida/ eterna, o girar en aquest sentit/ tens i inexacte del planeta,/ no moure'ns mai, aspirar fum d'abelles,/ escopir al centre, segregar/ cera, la cera suficient/ per bastir un ciri a la santa obscuritat."
(El poema "Qualsevol entrada", de Màrius Sampere, pertany al seu poemari titulat "Ens trobarem a fora", 2006.)

LA LLUVIA, LA AMBIGÜEDAD DE LAS NUBES Y LA INTENSIDAD DEL CELO EN LA ESPERA DEL AGUA

"La tormenta/ arrancó anoche todas las hojas del árbol/ menos una de ellas,/ dejada/ para que se columpiara sola en la rama desnuda.// En este ejemplo/ la Violencia demuestra/ que sí,/ que en ocasiones le gusta bromear."
(El poema "Ejemplo", de Wislawa Szymborska, pertenece a su libro "Aquí", traducido por Gerardo Beltrán y Abel A. Murcia Soriano en 2009 para Bartleby Editores.)

dimecres, 6 de juny del 2018

EL EJEMPLO DE LONDRES

Una conocida me abordó ayer en medio de la plaza mayor del pueblo, una circunferencia en cuyo centro se levanta un reloj de sol que un escultor ideó, y cobró posteriormente, como escultura ultramoderna. Tras un breve saludo, me informó de su reciente viaje a Londres, cuyas excelencias cantó con pormenor y rendida admiración. Que es una ciudad rica en todo, llena de teatros, de edificios de una arquitectura majestuosa; que la limpieza de las calles no tiene parangón, que solamente vio dos perros; que el metro es cómodo, eficaz y que nadie accede sin pagar, so pena de sanción económica de ejecución inmediata; que en el aeropuerto donde aterrizaron -Heathrow- las medidas de seguridad eran estrictas y que incluso uno de sus acompañantes sufrió una inspección extra porque el negligente no mostró el ordenador que llevaba en la mochila; que, pese a la incomodidad de la espera, la sensación de seguridad era tal que superaba la percepción de ser vigilados de forma permanente, "porque si así no pasan los moros malos..." El hartazgo de Londres me llegó, si no al alma, al tuétano de la paciencia, de modo que, saeta horaria del reloj sobre el que monologaba incansable el minutero, la conocida habladora, di inmediatamente la hora de mi tocata y fuga a fin de parar aquella sangría de dictámenes anglófilos y exaltaciones bárbaras. Eso sí, en cuanto pude rematar, espeté: "espero que los hijos de la pérfida Albión se comporten en el futuro aquí como allí, porque al parecer las dificultades para entrar en la Gran Bretaña no se corresponden con las facilidades para salir de ella en tropel a desquitarse de los sinsabores que la rigidez de las formalidades inoculan y librarse de los ceñimientos y ataduras de la etiqueta y las etiquetas en la aisladísima Europa". Mi conocida no entendió la higa ni a mí me importó lo más mínimo, pues pretendía aliviarme más que molestarla. Le dije adiós sin emoción alguna ni tendí al viento el pañuelo de papel que, arrugado, guardaba en el bolsillo del pantalón. Mi viaje a Londres había terminado. Era libre, por fin.

dimarts, 5 de juny del 2018

SIGNIFICATS

"El que feia grotesca la gent eren les veritats. El vell tenia una teoria força desenvolupada respecte de tot això. Creia que en el moment en què algú arrabassava una de les veritats per quedar-se-la, i l'anomenava la seva veritat, i intentava de viure la vida d'acord amb ella, aleshores esdevenia grotesc i la veritat que abraçava es convertia en una falsedat."
(Fragment d'"El llibre del grotesc", conte inclòs al recull "Winesburg, Ohio", de Sherwood Anderson. La traducció és de Frances Parcesisas.)

LADRIDOS POLISÉMICOS

El perro de mi vecino ladra y ladra. A mi vecino no le molestan los ladridos porque no está. Cuando mi vecino regresa de donde sea, saca a pasear al perro apenas los minutos suficientes para que el animal exonere órganos y conductos. Mi vecino es identificable sólo gracias a su perro. A veces, el perro de mi vecino emite unas voces extrañas, como si le salieran desde el fondo de una oración o desde la superficie de una respiración anhelosa debida a quién sabe qué ejercicios físicos. El perro de mi vecino es perro: no comprende que molesta. Por más que le hablemos, él no ceja en su ladradura. Pero mi vecino debe de ser también perro: por más que nos quejemos, tampoco parece entendernos. Él no ladra, pero le dice al chucho que está tonto, que no sabe nada, que para qué tantos desvelos, si luego hace lo que le viene en gana. "La próxima vez te las arreglarás solo", le espetó la otra noche. Y el animal, por una vez, se calló porque la negrura le traía cada día la compañía de su dueño, y no era cosa de ladrar a la soledad ni a la mala suerte. El perro de mi vecino nos ha sacado de quicio a todos en la calle. Pero, ojo, me refiero ahora al bípedo, que no hace nada si no recibe instrucciones precisas de su dueño. ¿Y quién es éste?, os preguntaréis. Pues quién va a ser: el que sólo sabe ladrar. Entrambos, no estaría de más un arreglo, un ponerse de acuerdo en el qué de las cosas. El uno por el otro, el juicio por afirmar.

EL ORDEN INAMOVIBLE

De entre el montón de novelas de temática histórica que atestan las librerías, sólo unas pocas merecen ser destacadas. Acaba de publicarse en España "El orden del día", del francés Éric Vuillard, una obra que a mi juicio quedará en la mente de los lectores por mucho tiempo. En pocas páginas, Vuillard nos pone al corriente de los entresijos de la política nacionalsocialista alemana a comienzos de los años treinta del pasado siglo. En concreto, el libro premiado con el Goncourt 2017 gira en torno a la reunión de veinticuatro grandes empresarios germanos con el canciller Adolf Hitler, por mediación del presidente del Reichstag, Hermann Göring. Vuillard nos conduce carne adentro de los actores principales de la escena para que veamos de primera mano cómo la individualidad se relaciona con la comunidad, cómo el capricho lo hace con la necesidad, cómo el miedo de un hombre solo lleva al espanto de la mayoría. La historia no se repite, parece querer decirnos el autor de "El orden del día". Y no lo hace porque los hombres no cambian, siempre son los mismos, aunque sus rostros, sus nombres, sus edades y sus etiquetas sean diferentes. La historia es la única historia. He aquí una muestra de lo dicho:
"Pero para comprender mejor lo que representa la reunión del 20 de febrero, para captar hasta qué punto es eterna su esencia, en lo sucesivo deberemos llamar a esos hombres por su nombre. No son ya Günther Quandt, Wilhelm von Opel, Gustav Krupp [...]; deben pronunciarse otros nombres. [...] Porque él, Günther, no es más que un montoncito de carne y huesos, como ustedes y como yo, y porque, después de él, sus hijos y los hijos de sus hijos se sentarán en el trono. Pero el trono, por su parte, permanece cuando el montoncito de carne y de huesos se corrompe bajo tierra. Y así, los veinticuatro no se llaman ni Schnitzler, ni Witzleben, ni Schmitt, ni Finck, ni Rosterg, ni Heubel, como nos mueve a creer el registro civil. Se llaman BASF, Bayer, Agfa, Opel, IG Farben, Siemens, Allianz, Telefunken. Con esos nombres sí los conocemos. Es más, los conocemos muy bien. Están ahí, entre nosotros. Son nuestros coches, nuestras lavadoras, nuestros artículos de limpieza, nuestras radios despertadores, el seguro de nuestra casa, la pila de nuestro reloj. Están ahí, en todas partes, bajo la forma de cosas. Nuestra vida cotidiana es la suya. Cuidan de nosotros, nos visten, nos iluminan, nos transportan por las carreteras del mundo, nos arrullan. Y los veinticuatro sujetos presentes en el palacio del presidente del Reichstag, ese 20 de febrero, no son sino sus mandatarios, el clero de la gran industria; son los sacerdotes de Ptah. Y se mantienen allí impasibles, como veinticuatro calculadoras en las puertas del Infierno."
"Esa reunión del 20 de febrero de 1933, que cabría calificar de momento histórico en la historia patronal, de compromiso inaudito con los nazis, para los Krupp, los Opel o los Siemens no es más que un episodio bastante habitual en el mundo de los negocios, una trivial recaudación de fondos. Todos ellos sobrevicirán al régimen y financiarán en el futuro a numerosos partidos a tenor de sus beneficios."
(Fragmentos de "El orden del día", de Éric Vuillard, premio Goncourt 2017, según traducción de Javier Albiñana para Tusquets, 2018.)

LOUIS SOUTTER

¿Para qué las manos? ¿Para qué la cabeza? Ni aquellas sostienen el pincel ni ésta el pensamiento. Pero el fuelle de la vida contrahecha y purulenta aún aviva dedos sin virtud, aún fuella ideas sin contraluz. Con los andrajos de un hombre, con sus vencidos restos, Soutter no pinta a Soutter, sino al mismísimo dios del arte rebelado y revelado. A la posteridad le sobran los pinceles y le falta el talento.

dilluns, 4 de juny del 2018

RADIOGRAFÍA

(HISTORIA) "¡Respire!"
(FINAL) "¡No respire!

DE TORMENTAS

Seguirá lloviendo. Dicen que la cantidad de agua del planeta es invariable: solamente cambia su distribución (vamos, como la riqueza, la inteligencia, la bondad, la maledicencia, la maldad...). Ayer llovió mucho. Hoy luce un sol con provisional alegría. Dentro de unas horas, más agua. Aprovecharé el paréntesis para acercarme a la playa. Tengo curiosidad por saber qué noticias del temporal nos han dejado las olas en la orilla. El mar no es sabio, sino un poco humano, pues vomita lo que le molesta o no le aprovecha. ¿Qué no querrá de cuanto llueve? ¿Sonará igual que siempre? A saber...

EL MOLL DE L'OS

"Ens trobarem a fora./ Serà on no podrà ser. O bé sí, l'indret/ fet a les revoltes quàntiques, petons llunyans/ i desviats i de rebot i de tornada/ abans d'anar-hi, ungles, fulles de rosa/ tan dures com desitjar-les.// Ens hi trobarem tal com havíem quedat,/ puntualment, tots dos en un enigma/ de tres: tots tres/ o quatre, o cinc o sis, el gran dia després/ d'haver-nos vist infinites vegades/ en un altre mirall.// Hi penso. M'hi complac. Així/ i solament així, passen/ els minuts i els anys, presagi/ de les bondats exteriors."
("Ens trobarem a fora" és un poema de Màrius Sampere pertanyent al llibre "Ens trobarem a fora". El poeta barceloní ha traspassat fa uns dies, però la seva obra encara fa via.)

dissabte, 2 de juny del 2018

CÁLCULO

Entre el uno y el dos, el abismo.

SÁBADO, FIESTA

"La luz..., pero no basta;/ no me basta mirar./ Porque empapado está el mirar de sueño,/ contagiada la luz por el deseo,/ engañados los ojos hasta el blanco/ candor de la pupila.// Ojos siempre infantiles,/ ávidos del engaño,/ sobornados por cuanto finge el aire,/ dejadme con el tacto/ servil y la certeza/ simple de lo que toco.// No me basta mirar;/ la luz no basta./ Porque he mirado en vano tantas veces,/ tantas veces en vano creí ver.// Tacto que no adivina,/ tacto que sabe quiero,/ ganapán receloso,/ zafio leal palpando,/ para creer, el tenue/ residuo del milagro./ Ven,/ amigo, campesino/ de tosca astucia, viejo/ tacto, sentémonos/ a la orilla del aire/ propicio a la mirada./ Pero tú aquí, conmigo/ -en el umbral de tanta/ celeste maravilla-/ con la simple certeza/ de las cosas que toco/ y me ofrecen su lomo/ melancólico y manso/ de domésticos canes."
(El poema de José Ángel Valente "La luz no basta" pertenece al libro "Poemas a Lázaro", 1955-1960.)

PARA EMPEZAR BIEN EL SÁBADO

"A veces, mal vestido un bien nos viene;/ casi sin ropa, sin acento, como/ de una raza bastarda. Y cuando llega/ tras tantas horas deslucidas, pronto/ a dar su gracia, no sabemos nunca/ qué hacer ni cómo saludar ni cómo/ distinguir su hacendoso laboreo/ de nuestra poca maña. ¿Estamos sordos/ a su canción tan susurrada, pobre/ de notas? Quiero ver, pedirte ese oro/ que cae de tus bolsillos y me paga/ todo el vivir, bien que entras silencioso/ en la esperanza, en el recuerdo, por/ la puerta de servicio, y eres sólo/ el temblor de una hoja, el dar la mano/ con fe, la levadura de estos ojos/ a los que tú haces ver las cosas claras,/ lejanas de su muerte, sin el moho/ de su destino y su misterio. Pisa/ mi casa al fin, recórrela, que todo/ te esperaba. Yo quiero que tu huella/ pasajera, tu visitarme hermoso,/ no se me vayan más, como otras veces/ que te volví la cara en un otoño/ cárdeno, como el de hoy, y te dejaba/ morir en tus pañales luminosos."
(Con el poema "Un bien", de Claudio Rodríguez, termina la parte III de su libro "Alianza y condena", 1965.)

AVATAR

Con los años, quizá nuestra nave no alcanzará tierra firme, pero es casi seguro que nos alejaremos de las procelosas aguas de la alta mar.

divendres, 1 de juny del 2018

LA PINTURA, LOS AFEITES

Nos relacionamos guiados por un instinto que a poco de satisfecho defrauda o desautoriza la razón. Tan pronto hemos subido a las cimas del capricho, nos despeñamos largamente a la sazón sin causa aparente. Sin embargo, y puesto que el orgullo lastrador de la ignorancia es más poderoso que el afán de conocimiento, una justificación viene en nuestro auxilio para obrar y navegar sin rumbo pero con un gobernalle fijo y amarra al noray tendida. No hay, pues, salida a mar abierto. Nos damos a conocer, prejuzgamos y sentenciamos antes de acometer la tarea de navegar esas aguas de enfrente. De igual modo sucede cuando a distancia vemos un cuadro impresionista. La hermosura o la fealdad del mismo no resultan hasta que la engañosa unidad cromática queda desmentida en la distancia corta. Es la vida así. Necesario es que busquemos el contento o la fortuna en lo imperfecto, que hará de lo acertado y aparente un bienquisto suceso, la mejor de las suertes para quienes, hijos de la inacabada experiencia, siempre pueden disponer de un nuevo intento de reconocimiento en lo contrario, que es lo mismo, que es lo propio, que es lo que la natural mente nos esconde con pinturas y afeites a diario.

MODOS

Prisa: consideración apresurada.
Parsimonia: excesivo pormenor.

AMO/ ESCLAVO

Ser sin ser y no ser siendo. ¿Eres y soy o ves en mí lo que no puedes ver en ti? Ah, ¡tanto considerar al otro enemigo y no ver que tú eres enemigo también!

SAMPERE I SZYMBORSKA: DOS POEMES I UN PENSAMENT

- "Del turment de néixer/ al turment de morir,/ només dos llagrimers, només/ un fil d'argent que es talla.// Ara, amb l'últim mocador/ als dits, deixeu-lo/ fer, que és el desfer-se,/ amb l'últim mocador brodat/ (en blanca esponja refredada, dues/ inicials s'hi xopen, voldrien/ créixer novament, enfilar-se/ a les hores perdudes) per a l'altre sal/ magistralment desfeta, la del mar/ del retorn, en nit clara, pàtria única."
("Del turment de néixer", de Màrius Sampere)
- "Res no passa ni passarà mai/ dues vegades. A causa d’això/ hem nascut sense pràctica/ i morirem sense rutina."
("Res no passa dues vegades" -fragment-, de Wislawa Szymborska.)