dimecres, 29 d’agost del 2018

¿MANOS EN LA SOMBRA O MANOS A LA OBRA?

Ni el toro por los cuernos ni el rábano por las hojas ni las cosas por el principio. La dilación impregna la vida política, si acaso interrumpida por accesos de erráticas urgencias que todo lo importante matan. Las equivocaciones ¿son o no son para el verano, como las bicicletas? Y las rectificaciones, ¿en algún invierno frío podrán conservarse para su reparto equitativo? "De minimis non curat praetor", parece decir hasta el último de los hombrecillos infelices. Escuela de mastuerzos nunca tuvo una ratio más elevada de homúnculos aprendices como la que hoy hay instalada en esta sociedad de buhoneros. Las manos, ni en la sombra. Las luces, sin bohemia engañadora, en la soberbia alumbran la miseria.

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